Capítulo 34.

181 14 0
                                    

Desperté ya que escuché ruidos en la habitación. Toqué donde se supone que Baekhyun tendría que estar... pero no estaba a mí lado.

-¿Baek? -pregunté.

Unos pasos rápidos vinieron cerca de mí y tomaron mi mano.

-Aquí estoy. ¿Qué sucede?
-No te encontraba y me asusté. ¿Ya te vas? -comenté algo decepcionada-
-Desgraciadamente, sí. Te debo un desayuno y un rato íntimo juntos, hazme recordar -dijo coqueto-
-Está bien -sonreí y cerré mis ojos-

Quería seguir durmiendo, pero era hora de volver a mí habitación. No quería molestarlo, así que me puse de pie.

-¿Qué haces? -dijo él rápidamente-
-Me voy a mi habitación.

Soltó una leve carcajada y luego suspiró.

-No hace falta que te vayas. Puedes quedarte todo lo que quieras. Descansa si lo necesitas. Ponte cómoda -besó mi mejilla con fuerza-
-No, Baek.. no quiero ser una molestia...
-No lo eres, ni nunca lo serás -besó mis labios- te veré pronto, pero hoy aprovecha en estar con Minhae. Salgan si quieren, hay un poco de plata sobre mi escritorio. ¿Podrás guitarte?
-No necesito tu dinero, Baek-dije modesta-
-Déjame complacerte... -susurró- te veré pronto. Diviértanse -y la puerta se cerró.

Me acosté de nuevo, bruscamente. Cerré los ojos y suspiré, acobijándome. Era tan confortante esta maldita cama, me encantaba. Iba a robársela, lo aseguro. Tenía intriga sobre qué hora era. Estaba segura de que debía ser de mañana, ya que Baekhyun partía temprano. Pero aun así, aunque quisiera quedarme, preferí irme a mi habitación. Busqué mi ropa en el piso, pero no estaba ahí. Me puse de pie y busqué en el escritorio. Ahí estaba, doblada y preparada. ¡Qué caballeroso! Pero al lado de mi ropa, había dinero y... un papel. Estaba escrito en braille.

'Gracias por quedarte conmigo, aun cuando la vida te gritó que te vayas. Alguien como tu es difícil de encontrar, bebé. Aunque creas que vivir esta vida junto a ti no es buena para mí, déjame decirte que es el mejor regalo que la vida me ha dado. Sé que serás terca y querrás irte a tu habitación directamente, así que, te veré pronto. Si sales, avísame. Toma el dinero y sal, haz lo que quieras. Déjame obsequiártelo.

Te amo cariño. Te dejo un beso para que te acompañe en tu insomnio.
Baekhyun'.

Doblé la carta con cuidado y la dejé sobre el escritorio, para vestirme. Agradecía que elegí algo simple. Me vestí, tomé la carta pero dejé el dinero... sería demasiado egoísta si lo tomo, es como si lo estuviera usando. Pero dentro de todo, era un regalo. Él sabría que no lo estoy usando por esa razón. Un diablillo salió de mí y lo tomó. Abrí la puerta. Más o menos sabía donde era mi habitación, era cuestión de 'memorizarse' el camino. Si ibas teniéndote por las paredes, y viendo los cruces y dobladas, era fácil. Estuve como unos 10 minutos, pero lo hice. En este momento le agradecía a Baekhyun haberme enseñado esto. Entré, pero no escuché ruido.

-¿Minhae? -susurré, no quería despertarla.

Pero nadie atendió a mi pequeño llamado. Decidí dejarlo pasar, y me tiré a la cama. No tenía sueño, así que sólo tomé mi libro escrito en braille para entretenerme. No estaba nada mal, y lo había dejado abandonado. Soy una mala lectora... pero bueno, ¿qué podía hacer? Mi vida entera... había cambiado y eso es algo que no me esperaba. Me gustaría en este momento, llamar a mi hermano y decirle que lo extraño. Que quiero abrazarlo, besarlo... pero hasta que no llegue mi hora, no podré irme a ningún lado. Derramé un par de lágrimas y me di media vuelta hasta quedar del otro lado. No quería molestarla a Minhae.

Lo extrañaba con todo mi corazón. E iba a atormentarme toda la vida pensar que él murió por mí. Me aferré a mi almohada y escondí mi cabeza sobre ella. Mis lágrimas la empaparon. Pero a veces, hacía bien llorar. Dicen que esconder el dolor en el alma hace una herida más grande que la que ya estaba allí. Es cuestión de liberar y seguir. Liberar, y seguir. De eso se trataba la vida, ¿verdad? Todos tenemos nuestras contras y nuestras altas. A mí me tocaron ambas. Nunca me puse a pensar de que, si la operación sale bien, no voy a poder conocer a Chanyeol... no como él era actualmente, con esa barba puntiaguda y esa voz de hombre. Esos músculos que estoy segura de que había desarrollado yendo constantemente a un gimnasio. Iba a perderme aquella oportunidad... y si todo salía mal, su muerte habría sido en vano. Porque se arriesgó por algo que no funcionó.

Ahora sólo quería que la operación salga bien por él.

-Hienim... -mis sentidos se pusieron alerta- ¿estás llorando? -preguntó Minhae, con su voz ronca-
-No, estoy bien -mi voz arruinó todo-
-¿Qué te ocurre?

Escuché que se levantó de su cama, y aparte lo aseguré cuando me abrazó y me ayudó a sentarme.

-Nada ocurre... pero, estoy bien, de verdad -asentí- sólo que a veces hace bien sacar el dolor, limpiarlo y esta es mi mejor manera. Vuelve a dormir.
-No, ya son las once de la mañana. Prefiero quedarme contigo.
-Hoy tengo todo el día libre -dije secando mis lágrimas- podemos salir si quieres. Baekhyun me ha dejado dinero.
-¿Salir yo contigo? ¿Qué hago si te pasa algo en el medio de la calle? -preguntó con un tono muy, muy preocupado en su voz-
-¡Vamos! -la animé- ¿a qué le temes? Nada va a pasar, si a eso te refieres. Baekhyun me ha enseñado muhas cosas.
-Antes de que salgamos, tienes que contarme algunas cosas que tenemos pendientes...
-Oh Dios -susurré, lo suficientemente audible para que ella escuche-
-Mueve esa lengua, mujer.

Y así le conté todo. Detalle por detalle.

-Hienim, que alguien te haga sentir cosas sin ponerte un dedo encima... ¡es admirable! Eso es amor. Pedazo de hombre te has conseguido.
-Me encanta, me tiene loca. A veces me pregunto como pude ser tan malvada...
-Es que tú no lo conocías, era normal tu miedo. Yo también hubiera estado asustada en tu lugar.
-No sé como habiendo tantas mujeres hermosas, justo yo le vine a gustar -me encogí de hombros-
-Mira, Hienim... puedes creer que no eres lo suficientemente linda o inteligente, o que tienes demasiadas inseguridades, lo cual es muy cierto. Pero encontrarás a alguien que te quiera de verdad por ser como eres. ¡Y mira! Así ha sucedido. Y un pequeño consejo... nunca permitas que te traten mal por miedo de perder a una persona, porque siempre hay alguien deseando dar lo mejor para quererte y hacerte feliz. No te reprimas por nadie, y cuando la felicidad llame a tu puerta, aprovecha la ocasión y sé feliz. Puedo decirte por experiencia que estas oportunidades aparecen dos o tres veces en la vida, o quizás menos. A veces no hay otra oportunidad. Y si las dejas escapar... te arrepentirás para siempre.

⇸A Light In My Window⇸ B.BaekhyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora