⇸A Light In My Window⇸ B.Baekhyun

Capítulo 26

-¡No! -grité fuertemente.
El ruido del electrocardiógrafo estaba envenenando mis oídos. Ese ruido tan molesto, era incluso doloroso. Estaba escuchando mí hermano morirse. No quería hacerlo. Quería correr. Agradecía de no ver, sólo ahora. No soportaría el ver a mí hermano irse... No quería dejarlo. Esta vez, yo sostenía su mano, ya que no podía soltarlo. No podía dejarlo irse... alguien me agarró rápidamente.

-¡Suéltame! -comencé a gritar- ¡Es mí hermano, no puedo dejarlo, no!

Aunque más que gritar, sólo me estaba ahogando en mis propias lágrimas. Me quitaron de la habitación, para luego escuchar un 'lo siento, jovencita'. ¡Lo siento, un carajo! No quería dejar ir a mí hermano. Él me necesitaba. Unos brazos me refugiaron. La voz de Baekhyun resonó rápidamente en mis oídos.

-Tranquila, mi amor... estarás bien. No te dejaré caer, lo prometo.

Yo le creía. Pero ahora no podía creerle. Me sentía demasiado mal. Quería correr y abrazar a mí hermano. Sólo pude sentarme a esperar. Tenía un abrigo sobre mis hombros, que era de Baekhyun. Sus brazos me rodeaban, y mi madre me había traído un café. Las lágrimas secas de mi rostro hacían que me rasque. No tenía la fuerza suficiente para limpiármelas. La espera era insoportable. Me pesaba por dentro. La puerta se abrió. Los médicos no tenían la mejor cara. Salieron con equipos de la habitación. Mientras decía lo que menos quería escuchar, todo pasó en cámara lenta.

-Lo sentimos...

Pero para cuando dijo esas simples dos palabras que destrozaron mí corazón, estaba tirada en el piso llorando desconsoladamente. No podía ver quizás, pero si sentía. Podía oír. Y fueron las palabras que nunca quería escuchar de parte de nadie. Quería detener el tiempo, entrar en esa habitación y abrazarlo fuertemente, para que nunca me deje. No podía dejarlo ir. No ahora... Él había sido algo demasiado importante. Siempre lo fue, sólo que en tan sólo cinco años me ayudó a cambiar. Gracias a él yo pude seguir... estaba más que segura de que si mí hermano no hubiera estado desde un principio, quizás yo tendría un espacio más en el cementerio... ¿pero mí hermano? No, justo él no. Esa tenía que ser yo, no él...

¿Qué había hecho? Yo sabía que esto era mí culpa. Yo le advertí, sin embargo, no me hizo caso. Ahora que yo lo necesito... se fue. Y para siempre. No volverá, ni aunque llore todo un río ni aunque haga miles de súplicas. La muerte es algo que no se puede evitar... esperaba que mí hermano, ahora, pueda descansar en paz. ¿Podrá hacerlo sabiendo que estoy sola en el mundo? Bueno, no ahora. Tenía a Baekhyun, aunque no fuera lo suficiente. Mí hermano era una parte de mí corazón. Lo es y lo seguirá siendo. Sus palabras resonaban en mí cabeza una y otra vez.

'Nunca te dejaré de querer, aunque la tierra se haya extinguido, aunque ya no haya agua, aunque ya no me quisieras, aunque nos separen... yo siempre te querré, pase lo que pase'.

Unos fuertes brazos me levantaron del helado piso. Jung Dong estaba abrazándome, sosteniéndome. Él sabía que esto era lo peor que me podía pasar. No quería enfrentar la realidad. ¿Esto podía ser sólo un sueño? Bueno, por lo menos eso era lo que yo quería. Pero sabía que esto no era más que la cruda realidad. Y eso dolía.

Creo que muy pocas personas conocen el dolor de perder a alguien que cambió tu vida, que la hizo ver de una vida diferente. Alguien que apreciaban con su corazón. Duele saber que la razón de tu sonreír se fue por un accidente. Nunca lo volvería a ver de nuevo. ¿Cómo iba a seguir? ¿De verdad iba a poder? Llegué a un punto en el que mis lagrimales se secaron completamente. Ya no había más rastro de lágrimas que las de mis mejillas. Estaba en el auto de Jung Dong, me estaba llevando al hogar para buscar mis cosas. Me iba a ir por algunos días. Porque estaba de duelo. No quería entrar al hogar y sentir los murmullos y miradas de la gente. Todos deben decir 'pobre, ha perdido a su hermano' o quizás cosas más horribles, y que sinceramente, no quería imaginarme. Baekhyun iba conmigo. Apenas llegase, iba a comunicar de lo que pasó. Él se vendría conmigo, y por esa razón, pediría un remplazo. Le agradecía su apoyo incondicional. Lo necesitaba ahora más que nunca... ya no tenía nada más en mí vida que él. Y si lo perdía, no podía vivir.

Baekhyun bajó conmigo, abrazándome fuertemente desde los hombros, pegándome a él. No hacía más que tener la cabeza gacha, recordando como escuché a mí hermano morirse... él tuvo, por lo menos, la oportunidad de despedirse. Verdaderamente, iba a extrañarlo. Pero tenía que seguir. Por él. Porque mí hermano una vez siguió por mí... ahora yo tenía que devolverle el favor. Era la única forma de la que podía agradecerle. Entré al hogar, cerré mis ojos con fuerza, y Baekhyun me apretó más fuerte hacia él. Las miradas estaban por toda la habitación. Baekhyun abrió la puerta de la habitación. Al parecer, Minhae estaba ahí ya que sus brazos me rodearon. A ella también le agradecía el apoyo. Baekhyun tomó mis maletas y empezó a empacar, mientras Minhae sólo me abrazaba y me hacía cariños en la cabeza. Tenía la cara neutra. Lo estaba, en realidad. No pensaba en nada más que en el pitido del electrocardiógrafo y en las últimas palabras de mí hermano.

Quería llorar, pero por hoy, se habían terminado las lágrimas.

-Vamos, amor...

Escuché y me puse de pie como pude.

-¡Fuerza! -exclamó Minhae antes de que cierre la puerta.

Iba a echarla de menos. Baekhyun pidió el permiso para tomarse el duelo conmigo. Él no iba a dejarme sola. Sabía que lo necesitaba a mí lado ahora, y más que nunca. Fuimos al auto. No decía ni una sola palabra. Planeaba ingresar a mí casa y pedirle ayuda a Baekhyun de ir a mí habitación. Era tan patética que ni siquiera podía ir por mí cuenta. Iba a ser doloroso volver a la casa donde había tantos recuerdos refugiados. No sabía si iba a soportar sentir la presencia de mí hermano. Iba a sufrir, pero iba a estar mejor que en el hogar.

La vida era demasiado difícil. Pero tenía que pensar en positivo: mi hermano está en un lugar mejor, sin toda la mierda que es el mundo. Puede ser mucho más feliz allí que aquí. Sólo esperaba que, donde quiera que esté, me cuide y me proteja. A mí y a mi familia.

-Yo siempre te querré, pase lo que pase -susurré en un hilo de voz, recordando sus últimas palabras