Capítulo 27.

196 13 0
                                    

Al llegar a casa, sólo quería permanecer en el auto. Tenía miedo de entrar a mí propia casa. No quería sufrir más. No por él. Estaba segura de que él no quería verme mal. Escuché que Baekhyun le dijo a Jung Dong que lleve mis maletas a mi habitación. Ellos pensaban que estaba dormida. Preferían no despertarme.

Rápidamente los brazos de Baekhyun rodearon mi cuerpo, apoyando mi cabeza sobre su pecho. Me sentía segura. Sólo me dejé ir. Las escaleras se hicieron pesadas para Baekhyun, ya que cada dos segundos largaba un largo suspiro. Uno agotador. Me daba pena pensar que él hacía algo por mí, cuando no era necesario, sólo porque yo no tenía ganas de vivir. La puerta de la habitación se abrió, y suavemente, mi cuerpo cayó sobre la cama. Me moví un poco, ya que era algo que extrañaba. Necesitaba estar cómoda. Enseguida las sábanas taparon la mitad de mí cuerpo, y unos labios se posaron sobre mí frente. Estaba destruida. No podía ni agradecerle de haberme traído a mi habitación.

-Quédate... -susurré lo más audible posible.

Los pasos resonaron en la habitación, más cerca de mí. Sentí un calor al lado de mí cama.

-Necesitas descansar -murmuró- volveré después, lo prometo...
-Sólo te necesito a ti, Baek-susurré nuevamente-
-Volveré con un poco de comida, ¿está bien? -preguntó, yo asentí levemente- Te amo. Y necesito verte bien. Hazlo por mí. Por tu hermano.

Las ganas de llorar volvieron. Volví a asentir. Cerró la puerta de la habitación para irse y volver con un plato de comía, que suponía dejárselo a él, ya que no tenía hambre. Estaba muriendo por dentro, sin embargo, nadie lo notaba. Siempre me han enseñado que la lluvia cae porque las nubes no pueden soportar el peso, entonces... ¿las lágrimas caen porque el corazón ya no puede soportar el dolor? Creía que así era, es más, estaba segura. Lo único que quería ahora, es que por cada día que pasara sin mi hermano, desde donde esté esperaba que esté orgulloso de mí. Era lo que más me importaba ahora. Era el momento de madurar. Tenía que dejar de hacer esos debates en mí cabeza preguntándome si algún día volverá. Sabía que eso era imposible. Y eso era lo que más dolía. Cuando los recuerdos golpean... duelen mucho. Mientras más pensaba, sentía una puntada en mi interior. Era doloroso. Luego de un rato, la puerta se volvió a abrir.

-¿Baek? -susurré, estaba perdida. Me sentía perdida-
-Aquí estoy preciosa.

Su voz me relajó un poco. Ya no me sentía tan asustada.

-El velorio será mañana, ¿irás? -rompió el silencio-
-Sí -respondí con dificultad-
-Te traje un poco de comida, y me quedo contigo, ¿está bien?
-Sí...

Baekhyun me ayudó a comer. Aunque prácticamente, no tenía demasiado apetito. Él comió un poco también. Luego de eso, corrió el plato. Se acostó a mí lado.

-¿Cómo te sientes? -preguntó haciendo caricias sobre mí cabello-
-No siento absolutamente nada.
-Hienim... -comenzó- necesitas saber que, la gente dice que está bien estar mal, porque existen otras personas como tú... y si te mantienes a mí lado, podremos salir juntos de esto.
-Lo sé... te necesito a mí lado.
-También lo sé -me abrazó fuertemente- tienes que entender que... hay muchas cosas peores que la muerte. Él no sufrirá. Lo prometo.
-Quiero mandar todo a la mierda, ¿sabes? -pregunté- no quiero estar sin él.
-No Hienim, no tienes que rendirte. Una de las razones por las que nos rendimos es porque miramos el largo camino que nos queda antes de mirar todo lo que ya hemos recorrido. No abandones la lucha ahora, porque estás avanzando y todo marchará bien...
-Pero yo no lo haré sin él a mí lado... -sollocé-
-Lo harás, porque eres la mujer más fuerte que he conocido.

Me hundí en su pecho. Sentí que encontraría el consuelo sobre él. Lo necesitaba para seguir. Necesitaba que me guíe por el camino que quedaba por recorrer. No podría sola. Y ahora mandé a la mierda todos aquellos pensamientos de que le arruinaría la vida. En parte, era cierto. Él no se merecía estar encadenado a un futuro conmigo, sería complicado. Pero yo era feliz a su lado. Lo necesitaba más que nada. Era una droga. Mi droga. Y no pensaba compartirla con nadie. Baek es mi única esperanza. Lo necesito ahora, y para siempre a mí lado. Por el resto de nuestros días. Necesito que él sea la luz. Mi luz. Llegué a la conclusión de que nadie escoge a quien amar. Ni el momento ni el sitio. Ni la edad ni la persona. Simplemente... llega cuando menos te lo esperas y de la manera más extraña. Llega para cambiar toda tu vida. Y eso había echo Baekhyun conmigo. ¿Pero y mi hermano? ¿Cómo iba a seguir sin él? Las lágrimas bordearon nuevamente mis ojos, y comencé a llorar desconsoladamente de nuevo. Sólo escuchaba las cortas palabras de Baekhyun diciéndome 'no llores, por favor' y 'no ganas nada llorando'. Sabía que tenía que recordar a mi hermano con una sonrisa. Sin embargo, era tan difícil no extrañar cada palabra, cada abrazo, cada gesto de amabilidad... todo. Iba a ser complicado seguir viviendo sin él.

-Tal vez, tú seas el único que puede salvarme, Baek... -dije con las lágrimas secas sobre mí empapado rostro- Por favor, lucha por mí -susurré-

Baekhyun se quedó en silencio. Consolándome, apretándome hacia su pecho. Haciéndome sentir mejor como podía.

-Lo prometo, Hienim -susurró en mi oído- lucharé por ti, desde ahora y hasta el fin de mis días. Donde sea que esté, lo haré por ti. Te amo y daría mi vida por ti. Descansa, mañana será un nuevo día...
-Te amo... -susurré interrumpiéndolo.

Y rápidamente, me desvanecí sobre los brazos de Baekhyun. Sentí un calor que llenó mi alma y dejó las penas atrás. Sólo por un par de horas... pero es mejor que nada, ¿verdad?

⇸A Light In My Window⇸ B.BaekhyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora