Capítulo 3.

363 28 0
                                    

—Hienim... —susurraron- hija, despierta —dijo la voz de mi mamá.
—¿Qué ocurre? —pregunté con mis ojos cerrados.
—Debes levantarte ya –acarició mis mejillas- ya es el día, prepárate —dijo dulcemente-
—No quiero mamá —dije poniendo una almohada sobre mi cara- aún no puedo creer lo que estas haciendo —comenté-
—Hija, perdóname —suplicó ella sentándose en mi cama, quitando la almohada de mi rostro- pero de todas las cosas que podemos hacer, esta es la mejor —acarició mis cabellos- ponte tus lentes, y prepárate, son las once de la mañana —musitó.

Mi mamá se retiró de la habitación. Bufé y me dirigí al baño como pude, aunque estuviera frente a mi habitación. Me dirigí a mi pieza luego de cepillar mis dientes entre otras cosas, y me vestí. Mi mamá al parecer dejó ropa sobre mi cama mientras me bañaba.

Eran mis primeros días sin mi vista. No tenía mucha idea sobre que tenía que usar para lavar mi cabello o incluso mi cuerpo, pero ese día me había resbalado de la bañera. Por suerte, no golpeé mi cabeza contra el piso, pero si me había golpeado un poco el cuerpo. Las cortinas se habían caído. Grité por ayuda de mi mamá, moriría de vergüenza si mi hermano o mi padrastro entraran mientras yo estaba así. Comencé a llorar y ella entró, ayudándome. Me envolvió en algunas toallas y me llevó a la habitación. Estaba asustada, tenía miedo de que eso vuelva a pasar.

Pero, no fue así gracias a Dios. Recuerdo que desde ese día, decidí aprender a leer en braille. Por la misma razón de que no iba a correr el riesgo de volver a caerme de la bañera y afectarme, nuevamente, mi gran golpe en el accidente, donde estaba la herida de la operación. No quería tener más problemas. Bufé terminando de vestirme, recordando aquel día. Bajé a desayunar, ahí se encontraban mi mamá y Jung Dong, dándome los buenos días.

—¿Chanyeol? —pregunté sentándome-
—Tu hermano salió —sentenció Jung Dong- más tarde volverá, nos acompañará a llevarte —comentó-
—Ten tu desayuno —interrumpió mi mamá poniendo un tenedor sobre en mi mano derecha.

Comencé a desayunar lo que mi mamá había preparado, estuve callada en todo el almuerzo. Después de un rato, se escuchó la puerta de la entrada. Mi hermano saludó, y me hizo subir a mi habitación a buscar mis maletas. Era la hora de irse. Desganada, me puse de pie y mi hermano me ayudó en las escaleras. Entró a la habitación conmigo, tomando mis maletas y las bajó. Enseguida subió por mí, y bajó conmigo también. Una vez abajo, habló.

—¿Ustedes vendrán? —preguntó indiferente-
—Si, claro —respondió rápidamente mi madre- ¿ya hay que partir? —preguntó algo triste-
—Si —respondió mi hermano seco- subiré tus cosas al auto, Hienim—dijo mi hermano dándome un beso en mi mejilla.

No sabía exactamente que estaba pasando, tampoco sabía de qué se trataba esta mala onda entre mi hermano y mis padres, pero algo no andaba bien. Luego de un rato, me monté al auto. Suspiré decepcionada cuando este arrancó. Después del accidente temía mucho moverme en los autos, y todo tipo de medio de transporte. No quería correr el riesgo de terminar mal, con suerte mi vida se había salvado.
'Por algo sigues viva', me repetía todo el tiempo.
Pero no entendía cual era la causa de esto. Había quedado ciega a los quince años, prácticamente mi vida se había perdido aquel día. Pero si la gran mayoría de las personas continuaron sus vidas sin problema, entonces yo también podría, ¿verdad? Pero no importaba, ya no tenía sentido. Pretendía ser tía de parte de mi hermano, pero yo no tenía esperanza de ser madre. No me permitiría conocer nunca a mis hijos, por más que mi madre me insistiera. Pero no sabía lo que me tenía preparado la vida, sólo sé que no tengo un futuro asegurado... ni nunca lo tuve, podría haber muerto. ¿Quién sabe cuántas veces más en mi vida puedo estar cara a cara con la muerte?

El auto frenó en seco. Sabía lo que se venía ahora, se venían más de 10 años, o más posiblemente de oscuridad. Aunque, sólo habían pasado cinco. Bajé junto con mis maletas y mi hermano me acompañó hacia la puerta. Creo que Jung Dong había llevado el equipaje. Fruncí el ceño al sentir que estábamos en un lugar templado. Había olor a perfume, parecía un lugar... agradable. Tomé asiento, mi hermano estaba a mi lado. Escuchaba la voz de mi mamá, yo sólo estaba con mis lentes puestos mirando hacia abajo.

— ¿El nombre? —Dijo la voz de una mujer, al parecer grande-
—Park —sentenció- Park Hienim.
— ¿Edad? —Preguntó nuevamente la señora, mi hermano estaba abrazándome-
—22—dijo.

Comenzó a hacer preguntas sobre mi vida, lo cual... No tenía demasiadas intenciones de escuchar. Fruncí el ceño, había preguntado algo lo que me había incomodado. '¿Ese es su novio?', lo que ciertamente no me hizo bien. No tenía novio ni pretendía tener, no quería... ilusiones falsas. Suspiré. Mi mamá me hizo poner de pie, me abrazó fuertemente.

—Todo está listo —susurró- verás que estarás bien, tendrás buenos amigos aquí —dijo ella acariciando mis cabellos-
— ¿Tendré habitación propia? —Pregunté insegura, no era de compartir cosas más que con mi familia, quería intimidad-
—No, compartirás con algunas chicas —dijo ella dulcemente-
—Tranquila, son buenas chicas —comentó la señora de la recepción-
—Tengo miedo —susurré aferrándome a ella- no me dejes aquí, por favor—supliqué-
—Lo siento hija, pero debo hacerlo —dijo ella algo triste.

Sentí los brazos de Jung Dong rodearme. Ambos estaban abrazándome.

—Vendremos a verte siempre que podamos. Lo prometemos —sentenció- y lamento por todo lo que te he hecho pasar —dijo tristemente-
—No fue tu culpa —admití- pudo pasarle a cualquiera... —me encogí de hombros-
—Lo lamento de verdad, cuídate —dijo besando mi frente.

Suspiré alto triste. Quité mis lentes para secar algunas lágrimas, pero no abrí los ojos. Volví a ponerlos en su lugar, miré al frente pero no sabía que miraba exactamente. Rápidamente sentí unos sollozos.

—No —comenté con remordimiento- no llores, no por favor —supliqué sin saber de quien se trataban esas lágrimas-
—No te preocupes —dijo mi hermano- estoy bien, pero esto duele, ¿sabes? —preguntó algo triste- alejarme de mi hermana ya es deprimente, demasiado, viví contigo siempre, y duele —suspiró- pero esto es así, nos vemos pronto... te amo —dijo después de unos segundos. Estiré mis brazos y caminé, quise abrazarlo. Él me capturó con sus brazos, me sentí protegida.

Enseguida que me separé, la señora rompió el silencio.

— ¿Lista cariño? —Preguntó algo tímida-
—Si —suspiré.

Ella tomó una de mis manos, y me indicó a donde tenía que ir. Era un largo pasillo. Quise voltearme para sentir que mi familia estaba ahí. Suponía que estaban saludando con las manos, o incluso lamentándose. Pero no sabía, no podía verlo si era que lo estaban haciendo. Pero aun así, detuve a la señora y me volteé para reencontrarme con ellos. Les di una sonrisa y seguí caminando junto a la señora, que luego de unos segundos, me hizo pasar a una habitación. Era reconfortante, cálida. Ella me pidió que espere unos segundos, así que eso hice. Volvió enseguida con mis maletas. Esperé a que ella dijera algo, pero sólo escuché unos susurros y comentarios en la habitación. No estaba sola, había gente y estaban mirándome, intimidándome. Y sin embargo, no podía saber exactamente de quienes se trataba.

⇸A Light In My Window⇸ B.BaekhyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora