Capítulo 40.

161 14 0
                                    

Al día siguiente, una enfermera me despertó con mi desayuno. ¿Anoche? Baekhyun estuvo a mi lado todo el tiempo. Es más, en este momento, está dormido en un pequeño sillón. Era la escena más tierna que iba a ver en toda mi vida. Apreciaba tanto su preocupación hacia mí. Comencé a comer de él, mientras miraba esa figura tan dulce. Era mejor que un show en vivo. Era todo para mí...

-Mi amor... -susurré- ¡amor! -exclamé levemente.

Abrió los ojos y me miró, dándose cuenta de que lo había llamado.

-¿Qué pasó? -preguntó algo preocupado-
-Nada... es lindo poder llamarte así -me encogí de hombros-
-Eres una hermosura -sonrió- come, en un rato irás a tu casa...
-¿Y el internado? -pregunté desconcertada-
-Ya no necesitarás volver más... eres libre, Hienim.

Algo se vació en mi interior... Minhae... ¡no! No podía dejarla ahí sola. No podría soportar la culpa de que se quede en ese lugar que tanto odia.

-¿Qué sucederá con Minhae? -pregunté preocupada-
-Yo le haré compañía, no te preocupes -sonrió-
-No es eso... ella odia ese lugar, ¿entiendes? No puedo dejarla ahí sola
-Es sólo un año más... -musitó-
-¿Un año? -pregunté desconcertada-
-Porque será mayor de edad. No necesitará estar bajo supervisión. Será libre.

Daba igual lo que llegara a pasar... yo quería que ella esté conmigo, a mí lado. Se lo merecía. No podía dejarla cuando ella nunca me soltó la mano. No se sentiría bien.

-¿Cuál es la manera de que salga de ahí antes?
-La adopción -dijo él rápidamente.

¿Verdaderamente valía la pena adoptarla? Le debía muchísimas cosas... pero estaba segura de que mis padres me matarían si les dijera de adoptarla. Aparte de que no creo que eso sane la herida que Chanyeol les ha dejado. No digo que lo sea, pero podrían tomarlo así, de esa manera. No quiero usarla, sólo quiero devolverle todos los favores que ella me ha hecho. ¿Esta es la manera correcta de hacerlo? Planeaba hablar el tema. Por lo tanto, procedí a mi desayuno. Era extraño poder comer sin ayuda de nadie. Todo era extraño. Era un mundo nuevo. Me había acostumbrado tanto a estar en un mundo negro que nada importaba ya. Iba a ser difícil adaptarme al mundo en color. Desayuné mirando al amor de mi vida. Tenía que disfrutar esto. Era un gusto que hace ya tiempo quería darme... conocerlo, tomarme el tiempo que yo quisiera en admirarlo. Pensar que con él fue quien perdí mi virginidad, que con él compartí mis más profundos secretos... él fue todo. Sonreí inconscientemente.

-¿Qué tanto miras? -preguntó gracioso-
-Tu hermosura -musité-
-¿Qué te parece si salimos esta noche? Es hora de festejar, ¿no crees? -preguntó levantando una ceja, con ese tono de voz que tanto conocía-
-Me encantaría -sonreí- sólo déjame terminar con esto.

Era un 'desayuno' terriblemente asqueroso. Pero no duró mucho, ya que estaban por darme el alta. Estaba acostada en la camilla, con Baek a mi lado, acariciándome la mano. Ahora es cuando me pongo a pensar que, el amor no es ver a una persona como si fuera perfecta, el amor es saber que esa persona tiene defectos y también comete errores, y aun así seguirla amando y deseándola por el resto de tu vida, independientemente de todo. Y ahora que me doy cuenta, el tiempo había pasado volando. Todo un año con él, y se acercaba el otoño dentro de muy poco tiempo. Era todo tan extraño. Él hacía que todo pase increíblemente rápido. También hacía que mi corazón se acelere, que prácticamente eso nos devuelve a la misma situación. Era el amor de mi vida.

Y enseguida, me dieron el alta. ¡Por fin! A la mierda todo, puedo seguir con mi vida. Seguir con mi única amiga y mi novio... y con mi familia, por supuesto. Había sufrido un golpe bajo, pero todo cambió para bien. Ya no echaba a Chanyeol tanto de menos... claro que sí lo hacía, el tema es que ya no sentía la necesidad de llorar porque lo necesitaba a mí lado. Y ahora es cuando digo esta pequeña frase cliché: todo estaba fríamente calculado.

Quería hablar con Minhae sobre el tema de la adopción. Ella era capaz de decirme que sí, pero quería ver su opinión. No podía obligarla a mudarse conmigo. Quizás ella quería otras cosas. Espero que entienda que esto es un buen gesto de mi parte, y que no piense que soy una boba. Aunque sinceramente, lo soy. Apenas salí, la vi en el pasillo con una gran sonrisa, pero a la vez, un poco decepcionada.

-Lo siento, amiga -dijo ella rápidamente- tengo que volver al internado, pero tendrías que venir a buscar tus cosas, ya sabes...
-Te acompaño -sonreí- Baek, ¿nos llevarías y nos darías un rato a solas? -el asintió-
-Vendrás luego, ¿bebé? -preguntó mi madre-
-¡Claro que sí! En la noche saldré con Baekhyun sólo aviso -me encogí de hombros.

Era obvio que no iban a negarse. Sabían que tenía que festejar al máximo. Y esta era la mejor manera para mí. Y rápidamente, nos montamos al auto junto a Baekhyun y Minhae. Yo iba en el copiloto. Cuando llegamos, entramos. Carteles de bienvenida había por todos lados. Ahora que podía ver... conocí a las secretarias, y les di un gran abrazo. También a esas pequeñas personitas que alegraban mis días. Y desgraciadamente, les tenía que decir adiós... esto era tan triste. Pero, pensándolo bien, podría venir con Baekhyun a verlos, y de última, a ayudar. Me gustaría mucho, les debía un favor a todos ellos. Arrojé un beso al aire y fui a mi habitación... la cual, extrañaría.

-Necesito que hablemos -dije rápidamente-
-Seguro -sonrió- dime.
-Ahora que me voy, no quiero dejarte sola aquí... me sentiría demasiado mal. Y estaba considerando en la idea... de adoptarte. De que seas mi hermana. De sacarte de aquí cuando nadie más lo ha hecho. Quiero que vengas conmigo -sonreí- ¿qué dices?

Ella estaba en shock. Sus ojos se inundaron de lágrimas. Esto nunca se lo había esperado de nadie. Menos de mí. Corrió hacia mis brazos y fuertemente me sujetó. Le correspondí, intentando de calmarla... era lo poco que podía hacer.

-Te quiero como una hermana, Hienim... pero no puedo aceptar, sería demasiado egoísta de mi parte... quiero que sepas que en un año seré libre. Podré aguantar -sonrió- sólo si vienes a visitarme...
-¡Claro que sí! -dije rápidamente- pero, ¿segura que no quieres?
-Lo juro. Esperaré, lo prometo. Gracias de todos modos... pero es tu turno de ser feliz.

Solté unas pequeñas lágrimas. Después de casi odiarnos... terminamos siendo las mejores amigas... y nada podía hacerme más feliz en este momento.

⇸A Light In My Window⇸ B.BaekhyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora