—Feliz Aniversario —pude sentir un par de besos en mis labios—. Despierta floja —me removí perezosamente con una sonrisa.
—5 minutos más —pedí con mi cara hundida en la almohada.
—Arriba anda —me palmeo lento la pierna—. El desayuno se va a enfriar —levante mi rostro y ahí estaba él, tan guapo como siempre—. Buenos días.
—Buenos días —me reincorpore tapando mi cuerpo con la sabana.
—Toma —me entrego el desayuno y una pequeña cajita blanca.
—¿Y esto? —tome la pequeña caja entre mis manos.
—Un regalo de aniversario —sonrió—. Ábrelo —sonreí cual niña pequeña para así abrir mi regalo. Saque la pequeña cadena de su lugar llevándome la sorpresa de que era una S.
—¡Wow! Que original —reí.
—Oye —se quejó riendo un poco.
—Gracias, está muy linda —la observe detalladamente—. Me ayudas —pedí extendiéndola a su dirección, Steve asintió tomándola entre sus manos para llevarlas a mi cuello—. Si sigues así, estaré llena de collares.
—Tal vez la próxima vez sea un anillo —comento con una sonrisa, aquello me hizo ponerme un poco incomoda—. Yo...
—No importa —le reste importancia—. ¿Naranja?
—Recién exprimido, como te gusta.
—Por eso te amo.
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Narra Steve
—Por favor Steve llega temprano —imploro Ana con voz suplicante.
—Tratare de hacer lo mejor que pueda ¿te parece? —le di una mirada llena de pena mientras tomaba sus manos entre las mías.
—¿No tengo otra opción, cierto? —negué con una sonrisa—. Bien —menciono rendida. Jale un poco su cuerpo al mío golpeando nuestros pechos, ella me observo con ojos de cachorro hacia arriba—. Debo irme. Tengo que comprar tu regalo —hablo coquetamente.
—Entonces no te quito más tu tiempo — me separe rápidamente de ella. Ana soltó una hermosa risa.
—¿Qué paso con el buen Capitán América? —cuestiono ella de manera divertida.
—Sigue estando aquí —deje un tierno beso en su frente.
—Capitán, Fury quiere... —ambos nos giramos a ver a Rumlow—. Disculpen —menciono un tanto incomodo.
—Descuida —asegure de mantera tranquila. Ana me tomo por un costado de la cintura—. Amor, él es Rumlow; el jefe de Strikes. Rumlow, ella es Ana; mi novia —presente a ambos, aunque ciertamente no sabia si ambos ya se conocían, pues ambos son de SHIELD.
—Hola —Ana le extendió la mano—. Ana, un gusto.
—El gusto es mío —comento él—. Así que estoy enfrente de una de las personas más temidas por todo el mundo —mencionó él con algo de asombro—. De verdad es un placer.
—Gracias —comento mi chica algo incomoda, pero lo sabía ocultar—. Creo yo que; la más temida, es lo que debiste decir, así que ten cuidado si lastiman a Steve bajo tu cargo.
—Lo cuidare como un tesoro —aseguro palmeando mi brazo. Los tres soltamos una pequeña risa—. Cap, te necesitan.
—Gracias, Rumlow —agradecí en respuesta, él asintió.
—Señorita, un placer —y sin más nada se fue.
—¿Rumlow, dijiste? —cuestiono ella mirando por donde Romlow se había marchado—. Su rostro se me hace familiar.
—Probablemente lo has visto por los pasillos de SHIELD. Bueno, él fue quien se llevó el cetro de Loki con el equipo Strike —ella asintió encogiéndose de hombros—. Me necesitan, cariño.
—Ve con el tío Nick y dile lo que piensas, amor —ella sabía exactamente cuál era mi sentir y lo que pienso sobre todo esto—. No importa si es bueno o malo, tu sólo házselo saber y ya. No más vueltas al asunto ¿ok? —asentí—. Muy bien, entonces —me beso—; yo me voy. Te espero temprano.
—Te amo
—Yo más —deje un beso en sus labios—. Cuídate.
—Igual tú. Llamas cualquier cosa —asintió mientras la veía perderse entre las puertas de SHIELD.
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—¿No puede dejar de mentirme, cierto? —entre a la oficina de Fury sin tocar.
—No te mentí —hablo el sin preocupaciones—. Romanoff tenía una misión diferente.
—¿Y no se sintió obligado a decirnos?
—No es mi obligación hacer nada.
—Casi asesinan a los rehenes, Nick.
—Envié al soldado más grande de la historia para que eso no llegara a pasar.
—Los soldados confían entre sí, eso los vuelve una tropa, no un montón de gente que dispara y corre.
—Y la última vez que yo confié en alguien, me quedé sin un ojo —se levantó del escritorio y nos miramos por unos segundos enfadados—. Oye, no quería ordenarte algo que te pusiera incómodo. La agente Romanoff no le incomoda ninguna misión.
—No puedo guiar una misión, cuando el equipo que debo guiar tiene misiones propias.
—Se llama compartimentación. No pueden robar los secretos porque no hay persona que sepa todos.
—Excepto usted
—Te equivocas. Soy considerado, comparto lo que tengo —Nick me indico que lo siguiera y así lo hice.
Una vez que Nick informo a donde teníamos que ir la maquina informo que yo no tenía autorización de ir al proyecto y Nick lo aprobó. Después de un silencio incomodo, empezó una conversación sobre el abuelo de Nick y la confianza en las personas. Reflexione lo que dijo y cuando iba a comentarle algo, quede impresionado al ver lo que el proyecto era. Definitivamente nunca pensé que sería algo como eso. Eran tres Helicarrier con mucha más tecnología, más grandes, más equipo de ataque, sin duda alguna, más peligrosos para todos.
—Este es el proyecto Insight, tres helicarrier de nueva generación, sincronizados a una red de satélites de ataque.
—Y lanzo el Lemurian Star —afirme más que preguntar.
—En cuanto los tengamos en el aire nunca tendrán que bajar. Vuelo surb- vital continuo gracias a nuestros nuevos motores repulsores
—¿Stark?
—Nos dio unas sugerencias en cuanto vio nuestras viejas turbinas. Los cañones de precisión de largo alcance pueden eliminar a mil enemigos en un minuto. Los satélites leen el ADN de un terrorista antes de que salga de su guarida. Neutralizaran cientos de amenazas antes que pasen.
—Normalmente se castiga después del crimen.
—No podemos esperar tanto.
—¿Podemos?
—Después de New York convencí al consejo de seguridad otorgarnos un empuje tecnológico en análisis de riesgos. Por fin el juego esta de nuestro lado.
—Apuntando con un arma a la gente y alegando protección.
—Leí los expedientes de SSR. La mejor generación, hicieron cosas terribles.
—Sí —acepté—. Sacrificamos mucho, a veces al grado de no dormir tranquilos, pero fue en alas de la libertad de las personas. Esto no es liberta Fury —señale a mis espaldas—. Es miedo.
—S.H.I.E.L.D acepta el mundo como es, no como quisiera que fuera. Y ya va siendo tiempo de que empieces a hacer lo mismo Cap —me miro esperando una respuesta.
—No espere de pie —me di media vuelta y me fuien busca de mi ropa en los casilleros y mi moto para poder irme de ese lugar.
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Libre - Tercera temporada
FanfictionNueva ciudad, nueva vida. Es lo que pensaron Steve y Ana al mudarse a Washington D.C pero, nuevos problemas surgen también. Con la llegada del que mucha gente cree un cuento "El Soldado del Invierno" . SHIELD infiltrada, recuerdos del pasado, nuevo...