—Bien y ¿cuál es el plan? —mencione una vez que nos estacionamos a las afueras la cuidad.
—Pensé que tu tendrías un plan —comento Steve incrédulo.
—Aquí tu eres el líder —aclaré.
—¿Ahora yo soy el líder? —asentí siendo lo más obvia posible.
—Siempre lo eres —sonreí.
—Sólo cuando estamos en peligro soy el líder —aquello lo menciono con un deje molestia
—Steve concéntrate —pedí—. Tenemos que armar un plan. Para estos instantes nuestros rostros están en todos los lugares del mundo con un encabezado que dice fugitivos ¿estamos de acuerdo? —asintió—. Debemos hacer un plan.
—A casa no podemos ir —negué, miré a la orilla de donde estábamos—. Hey ¿qué pasa? —me tomo del mentón obligándome a verlo.
—Es sólo que vuelvo a ser fugitiva y de nuevo se repite todo.
—Nada de eso cariño —me tomo en un abrazo—. No somos culpables y vamos a salir de esta. Sólo tenemos que poner las piezas de rompecabezas en su lugar.
—¿Y cómo? —cuestione mirándolo—. No sabemos ni la figura de este.
—Hay que abrir la caja
—Primero vamos a cambiarnos que así no podemos ir a ningún lugar.
Encendí la moto y manejé rumbo a nuestro próximo destino
***
—¿Y aquí es? —preguntó Steve mirando el lugar.
—Una casa de seguridad —abrí la puerta—. Pasa —entre con Steve tras de mi—. No tenemos mucho tiempo y seguro vendrá SHIELD para acá, así que toma lo que puedas y vámonos.
Me dirigí a la habitación para tomar cambiar mi ropa por una limpia y pasar un tanto desapercibida, tome una mochila de introduciendo en esta una muda de ropa y algunas otras cosas que necesitaríamos más adelante, tome unos lentes y una peluca que me serviría en algún punto.
—Estoy lista Steve —salí de la habitación revisando la mochila.
—Te ves diferente —comento dándome una mirada de arriba abajo.
—Si, si, si como sea. Ve a cambiarte —ordene—. En el segundo armario hay ropa de hombre. Corre —lo empuje hasta la recamara y salí a tomar algo de comida la cual nos serviría.
—Vamos —Steve salió con una sudadera azul un pants y unos tenis.
—Vámonos.
^^^
Estacione mi moto en un lugar un estacionamiento de un supermercado.
—¿Qué haces? —preguntó Steve.
—No podemos ir en la moto por las calles, nos reconocerán de inmediato —me baje de ella—. Aquí no hay cámaras —observe a los alrededores—. Sólo espero y nadie se la robe —quite las llaves y las guarde en mi bolsillo—. Ahora lo más seguro es ir caminando —Steve asintió.
Ambos pusimos marcha al hospital, pues teníamos que ir por la USB que habíamos guardado en aquel lugar, Steve en todo el camino sujeto mi mano con fuerza mientras caminábamos por las calles.
Coloque el gorro de la sudadera de Rogers en su cabeza para después colocar la peluca que había tomado de aquella casa, Rogers sonrió y entonces así ambos ingresamos al hospital. Observe con cuidado y cautela las personas del hospital, pues fácilmente SHIELD pudo dejar a sus hombres por el lugar.
—No esta —menciono Steve. Asome mi cuerpo a un lado para poder mirar algo más que la espalda de mi novio.
—Vaya que mastican mucha goma de mascar aquí —comente mirando al rubio—. ¿Y cómo sabremos quien tomo la USB? Puedo ir a ver las computadoras, si quieres.
A través del espejo de la máquina de comida apareció el rostro de una mujer pelirroja masticando un chicle y haciendo una burbuja con él. Steve se giró a mirarla y era claro que le iba a preguntar, pero no hizo eso, de hecho, me sorprendió lo que hizo, la tomo de los brazos bruscamente y la empujo hacia una habitación del hospital, camine detrás de ellos y cerré la puerta a mis espaldas, al girar vi como Steve tenia a Natasha contra la pared. Cabe mencionar que su cercanía me incómodo y me puso celosa.
—¿En dónde está? —cuestiono un furioso Rogers.
—A salvo —respondió Romanoff.
—No basta —aclaró Steve.
—¿De dónde la sacaste? —preguntó una curiosa Natasha.
—¿Por qué tendría que decírtelo? —contraataco el rubio.
—Fury te la dio —aseguró Romanoff—. ¿Por qué?
—¿Qué hay en ella? —Steve la ignoro.
—No lo sé —respondió la rusa.
—No mientas ¿quieres? —la tomo de ambos brazos con fuerza empujándola un poco contra la pared.
—Steve —reclame, pues después de todo era Natasha nuestra compañera de equipo.
—Yo no lo sé todo —aclaró ella—, solo finjo que lo sé.
—¿Sabías que Fury mando a los piratas?
—No me extraña, la nave tenía algo Fury necesitaba entrar al igual que tu
—No te preguntare otra vez —de nuevo Steve la tomo fuerte ejerciendo presión sobre ella.
—Basta Steve, la lastimas —lo separe de ella—. Tienes alguna idea de lo que contenía la nave.
—No —ella mi observo —, pero se quien aniquilo a Fury —su mirada se quedó en mi intentando leerme—. Muchos en la unidad de inteligencia creen que no existe los que sí lo llaman el soldado del invierno —sus ojos pasaron a Rogers—. Se le acreditan más de dos docenas de asesinatos en los últimos 50 años. Aunque si me lo preguntas, hay más de él de lo que sabemos.
—¿Así que es un cuento? —pregunto Steve
—¿Lo sabias? —le pregunte desconcertada, se giró a verme confuso—. ¿Sabías y no lo hablaste conmigo?
—Fue hace tiempo —comentó de manera confuso, espere por su respuesta—. Alice — escuchar aquel nombre, me había irritado completamente—. Me mostro un archivo, nada relevante, sólo decía que era un asesino de HYDRA y que tenía una compañera que era igual que él.
—¿Sabes, leíste o te dijo algo más? —curiosee. Steve negó.
—Hace un poco más de cinco años escolte a un ingeniero nuclear fuera de irán —interrumpió Natasha captando la atención de Steve—. Dispararon a mis neumáticos cerca de Odesa. Perdí el control, caímos por un barranco, apenas salimos, pero vi al soldado del invierno y a su acompañante —aseguró mirándome—. Yo protegí a mi ingeniero así que la chica le disparo a través de mi —se levantó la blusa y dejo ver su cicatriz—. Sin estría. Bala soviética. No más bikinis.
—Si —hablo Steve—. Apuesto a que se te ven horribles.
—Es inútil perseguirlo —aclaro ella—. Lo sé, lo intente. Ni siquiera regresa por lo que olvido —me miro y después saco la USB—. Tú lo dijiste; es solo un cuento —Steve tomo la USB.
—Averigüemos de que trata el cuento —sentencio Rogers.
—Si tienes alguna duda, pregúntale a tu linda novia —Natasha salió no sin antes regalarme una sonrisa con burla.
Romanoff salió de la pequeña habitación, solté un suspiro con los ojos cerrados, sin duda la rusa hizo eso con toda la intención posible.
—¿A qué se refiere? —cuestionó Steve mirándome con curiosidad y más.
—A que si mi memoria no me falla les seré de mucha ayuda.
ESTÁS LEYENDO
Libre - Tercera temporada
FanfictionNueva ciudad, nueva vida. Es lo que pensaron Steve y Ana al mudarse a Washington D.C pero, nuevos problemas surgen también. Con la llegada del que mucha gente cree un cuento "El Soldado del Invierno" . SHIELD infiltrada, recuerdos del pasado, nuevo...