16. Todo acabo

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Narrador

Los cuerpos de los dos presentes se quedaron en la misma posición, procesando lo que había pasado, esas dos mentes que se encontraban tan sumergidas en sus propios pensamientos, tan concentradas en ellas misma y tan vulnerables en ese momento.

Ana y Steve compartían el mismo pensamiento, con diferente nombre y sentimientos, aunque era la misma persona, tenía dos pasados muy distintos para cada uno, mientras para Steve, era su mejor amigo Bucky, para Ana era aquel hombre que amo con todo su corazón, pero ambos coincidían que era aquel hombre que siempre cuido de ellos sin importar que, que siempre cuidaba sus espaldas y nunca los abandonaba, por ello ninguno de ellos lo abandonaría.

Los pensamientos de ambos se vieron interrumpidos por el soldado subiendo el arma y apuntando a Rogers, ambos avanzaron hacia el soldado y al estar Ana más cerca de él tomo una decisión que no pensó, sólo actuó. Steve se detuvo de inmediato quedando completamente inmóvil al ver como su novia había tomado el rostro del soldado entre sus manos para juntar sus labios con los suyos.

Las manos de aquel soldado bajaron lentamente, la mano con la que sostenía el arma bajo completamente mientas la otra sujeto la espalda baja de la chica, mientras de corazón de Ana parecía salirse de su pecho a causa del miedo y de todos lo demás sentimientos que estaba experimentando, por su parte Steve se encontraba mirando aquella escena sin poder creerlo, había una mezcla de sensaciones corriendo por su cuerpo, entre ellas los celos.

Una vez que ambos se separaron, Ana sonrió mirando con esperanza los ojos del soldado, había sido una pequeña victoria para ella que siguiera viva frente a él. James escaneo el rostro de la chica con curiosidad, no, era evidente que no la reconocía, no sabía quién era ella, estaba seguro de ello, pero por una extraña razón ella seguía viva. Tal vez pueden reprogramar y borrar su mente, pero no sus sentimientos.

El soldado llevo su vista hacia atrás, para poder lanzar a la joven al suelo antes de que una granada los impactara, el soldado del invierno aprovecho la situación para desaparecer. Ana se colocó rápidamente de pie observando hacia todos lados en busca de él una vez que el humo desapareció permitiéndole ver a sus alrededores, pero había sido tarde él ya no se encontraba. Sus ojos se posaron en unos que ya la miraban con una pizca de desconcierto, los ojos azules de Steve miraban a la chica la cual comenzó a entender la situación y a procesar las consecuencias de sus acciones.

—Steve, yo... —Ana comenzó a caminar hacia Steve—. Yo, lo siento —sus palabras salían tan rápido de su boca en una explicación casi inentendible para el rubio—. Perdón, yo no supe que hacer, sólo reaccioné sin pensar. Él iba a matarte y lo único que pensé en ese momento fue en salvarte, sólo fue un instinto de mi cuerpo, nada fue... —Ana guardo silencio al no obtener respuesta del rubio—. Te juro que no era mi intensión lastimarte, sólo mantenerte con vida.

—Todo está bien —Steve tomo entre sus brazos a la joven que se encontraba frente a él con el corazón dolido—. Todo está bien, lo prometo —aquel hombre dejo un beso en la cabeza de su novia, pues, aunque se encontraba molesto y dolido, sabía que ella sólo quería lo mejor para él.

—Él está ahí —menciono ella aun en el abrazo—. Se que está ahí —Ana se separó de Steve mirándolo con una pequeña sonrisa de esperanza—. Nada está perdido aún —aseguro—. Steve te amo, tú eres mi escudo y mi salvación, solamente te amo a ti, sólo tú tienes lo mejor de mí. Nunca lo olvides por favor.

—Lo sé, amor —aseguro con una pequeña sonrisa—. Y yo a ti. Debemos irnos antes de que...— pero Rogers no pudo terminar la oración a causa de que fueron rodeados por los agentes de Strike que los abordaron por todos lados, por cielo y por supuesto por tierra.

Libre - Tercera temporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora