La cabeza de Steve reposaba en el colchón de la cama, sus manos se encontraban sujetando las de Ana dándole una sensación de calidad y manteniéndolas a su temperatura corporal. Los ojos de Rogers se encontraban cerrados, realmente el rubio se encontraba dormido había pasado tanto en tan poco tiempo, que aun con el suero del super soldado en su sistema su cuerpo necesitaba descansar, aunque fuera por unos minutos.
El sonido del electrocardiograma comenzó a ser diferente, era un muy, muy pequeño cambio que era un tanto difícil de notar, pero un cambio muy importante. Una molestia comenzó a presentarse en la garganta de la joven en la camilla, parecía que comenzaba a obstruir su respiración, aquel tubo en su garganta comenzaba a producirle un enorme asco.
El ruido de aquel aparato alerto a Rogers y se sorprendió cuando sus manos fueron apartadas bruscamente.
—¡Hey! —pronunció con una mezcla de sentimientos al ver los ojos de la chica abiertos—. Déjame ayudarte con esto —Steve con mucho cuidado retiro la obstrucción de la boca de Ana. Esta comenzó a toser y jalar aire por sí misma—. Hola, ¿cómo te sientes?
La chica observo todo a su alrededor en busca de un poco de agua, cuando sus ojos miraron su objetivo tomo el vaso bebiendo poco a poco e hidratando su garganta sintiendo cada vez un poco más de alivio.
—¿Por qué estoy en un hospital? —cuestionó la joven observando las maquinas a su costado—. ¿En dónde estoy, exactamente? Esto no es HYDRA.
—No, no lo es —Ana observó a el rubio frente a ella esperando que siguiera hablando—. Es el hospital de la ciudad.
Tomando por sorpresa a Steve, Ana rápidamente tomo a el rubio desconectando su cuerpo de aquellos aparatos y utilizando los cables que colgaban para amarrarlos alrededor del cuello del rubio ejerciendo tanta presión como podía.
—Ana basta —pidió el rubio intentando aflojar los cables de su garganta—. Soy Steve.
—No sé quién eres —argumentó jalando más desde su posición. Gracias al sonido de las alarmas al desconectarse llamo la atención del doctor, que a su vez lo siguieron los presentes de ese piso. La puerta de la habitación se abrió tomando a la chica por sorpresa—. Atrás —ordenó lanzando la camilla hacia los presentes, quienes lograron esquivar aquel enorme objeto, solo llevándose un golpe Tony gracias a una de las ruedas que había salido volando—. No se acerquen o le arranco la cabeza —amenazó mirando a los presentes.
—Ana cariño, tranquilízate. Nadie quiere hacerte daño —aseguró su madre con una suave voz.
—¿Dónde está James? —cuestionó Ana—. ¿Dónde está? —preguntó nuevamente cuando no obtuvo respuestas—. Bien —de la mano de la joven salió un extraño humo de color azul el cual rompió la ventana que daba al exterior con la intención de no solo lanzarse ella, si no también lanzar a Steve.
—Suéltalo —ordenó Bucky entrando por aquella puerta. Ana lo observo con aquellos ojos fríos—. Ahora —la joven con una sonrisa divertida aparto las manos, cayendo así Steve al suelo.
—¿Y ahora qué? —cuestionó la joven hacía el soldado.
—Ahora a dormir —sin previo aviso el soldado estrello su puño de carne y hueso en la joven obligándola a quedar inconsciente y sujetándola para evitar que cayera—. Doctor le recomiendo una cama con algo que le evite moverse, a menos hasta que vuelva a ser la Ana que ustedes conocen.
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Los ojos de Ana comenzaron a moverse poco a poco logrando que estos vieran de nuevo la luz blanca en la habitación.
—¿Cómo te sientes? —la joven giró su rostro hacia aquella voz encontrándose de nuevo con el hombre rubio. Esta vez una marca muy notable sobresalía de su cuello.
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Libre - Tercera temporada
FanfictionNueva ciudad, nueva vida. Es lo que pensaron Steve y Ana al mudarse a Washington D.C pero, nuevos problemas surgen también. Con la llegada del que mucha gente cree un cuento "El Soldado del Invierno" . SHIELD infiltrada, recuerdos del pasado, nuevo...