26. Esto es por ella.

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Narra Steve

—¿Qué? —cuestioné un tanto confuso ante las palabras de Fury—. ¿Cómo que no saben nada? ¿Dónde está Ana?

—Agente Hill, se reportan varios disturbios en la ciudad —Sharon ingreso a la habitación llamando la atención.

—¿Desde hace cuánto? —cuestionó Maria.

—¿Qué clases de disturbios? —esta vez Fury se colocó de pie mirando a la agente trece.

—El primero se reportó hace aproximadamente 30 minutos, de ahí comenzaron los demás, la policía ha acudido a ellos, pero cada minuto que pasa se hacen más. Toda clase de disturbios señor —esta vez se dirigió a su jefe—. Con la información que la agente Romanoff saco a la luz de SHIELD y HYDRA, las personas están saliendo a las calles a casi destruir la ciudad.

—Es una cortina de humo —comentó Natasha analizando la situación.

—¿Cortina de humo? ¿Para qué cosa? —cuestione la rubia sin entender—. ¿Por qué SHIELD haría una cortina de humo?

—SHIELD no —aclaró Romanoff—, HYDRA —la agente trece pedía una explicación con un simple gesto—. HYDRA tiene a la agente Beckinsale. La secuestraron hace aproximadamente cuatro horas.

—¡¿Cuatros horas?! —cuestionó un muy molesto Steve—. ¿Hace cuatro horas Ana esta desaparecida y ustedes están aquí en mi habitación esperando a que despertara?

—¿Cómo saben que la secuestraron? —los pares de ojos de la habitación se posaron en la rubia—. Quiero decir, ¿alguien vio cómo se la llevaron a la fuerza? Hace no menos de unas horas que estaba coludida con HYDRA y casualmente desaparece en el hospital.

—Te recuerdo Sharon —encaró Natasha—. Que fue ella quien nos salvó y mato a Alexander Pierce.

—¿Salvarnos? —cuestionó—. Ella me encajo un cuchillo en la pierna, agente Romanoff.

—Y ahora entiendo porque —aseguró la pelirroja.

—Sharon tiene un punto —aquellas palabras de Steve reclamaron la atención de todos los presentes—. Es cierto, Ana fue llevada por HYDRA y no sabemos lo que hicieron con ella.

—Steve —Sam observo a su amigo el cual le hizo una seña de que guardara silencio.

—Si Bucky escapo, Ana pudo haber escapado o incluso haber ido con ellos. Lo que no me queda claro, es ¿Por qué mato a Pierce?

—Tal vez Pierce les estorbaba y entre ellos mismo lo mandaron a matar —propuso Sharon—. Incluso sólo se quedó en el hospital para informar si saliste con vida.

—Eso es lo más estúpido que he escuchado en la vida, y vaya que he escuchado cosas muy absurdas en mi vida y muchas de ellas dichas por mi —aclaró Tony, quien aún se encontraba en el alta voz del teléfono.

—Sharon, tienes una buena, de hecho, muy buena teoría debo aceptar —argumentó Rogers—. En verdad puedo creerlo para serte sincero, pero conozco a Ana más que cualquier otro en esta habitación, y todos aquí sabemos que Ana no volvería por su propia voluntad a HYDRA. Ella hablo con sus padres, llamo con su mejor amigo, salvo mi vida, salvo la vida de Natasha, incluso salvo tu vida, ¿por qué hacerlo si era arriesgar todo hasta su propia vida? No tiene sentido Sharon. Entiendo que Ana, no es la mejor persona, incluso sinceramente no le agradas y ella no te agrada a ti, pero no importa las veces que tenga que arriesgar mi vida porque ella tenga un momento de paz, lo haré sin dudar. De ser necesario, pondré el mundo en llamas si se trata de Ana.

—¿Qué es lo que haces? —cuestionó Sharon al verme ponerme de pie.

—Creo que es evidente —aclaré—. Romanoff, ¿tienes mi uniforme?

—Tal y como lo dejaste —Natasha me entrego una bolsa transparente—. Con agujeros de bala, sangre y suciedad.

—Gracias Nat —agradecí.

Me metí al baño y quité la bata del hospital para colocar mi uniforme. Al terminar de colocarlo me mire al espejo, de verdad estaba muy herido. Moje mis manos con agua y la pase por mi cara. Al estar listo salí encontrándome con todos en la sala. María me lanzo mi escudo, lo tome y lo coloque en mi espalda

—Ustedes saben lo que Ana es para mí. No les pido que vengan conmigo, el que quiera acompañarme bienvenido sea.

—Amigo es tu chica —Sam se colocó de pie—. Y se puso su vida en peligro por muchos de nosotros.

—Se la debo, salvo mi vida — respondió Romanoff.

—¿Qué haría yo sin esa loca? —Hill sonrió de lado

—No será fácil, para nada será una misión fácil, sin embargo, tiene que ser perfecta. No voy a mentirles, no a ustedes, sin importar a que costo quiero a Ana a salvo. No pondré su vida en riesgo, nunca lo haría, por ello es mi deber decirles que adentro de donde sea que este Ana, ella será mi prioridad.

Observe a los presentes en la habitación los cuales se dieron a mirada unos a otros, regresando su mirada hacía mí.

—Lo sabemos —aseguro Fury—. Lo supimos siempre, Steve.

—Es una locura, estas muy débil Rogers —comentó Sharon.

—No te pediré que vengas conmigo, no me sentiría bien con ello.

—Agente trece, quiero que te quedes a cargo del poco personal de SHIELD que aún está con nosotros, intenten neutralizar la situación en la ciudad y coordínense con quien aún quiera nuestra ayuda —ordeno Fury.

—Tony, ¿crees que sea posible que localices a Ana? —cuestioné al teléfono comenzando a salir de la habitación.

—Intentare hacerlo por las cámaras de seguridad de la ciudad, pero ya que no lleva su celular con ella, no hay nada con lo que la pueda rastrear —informo.

—Ella me dijo sobre la pulsera que le regalaste —comunique.

—¿No crees que eso fue lo primero que hice? —cuestionó un molesto Stark.

—Ella se lo dijo a Pierce, supongo que HYDRA lo sabe —acompaño Romanoff.

—Puede que ellos hayan hecho algo para ocultar la red de la pulsera. Seguiré buscando, me mantendré en línea por sus comunicadores.

—Gracias Stark  

—Me informaron que hacía falta una camioneta —Clint bajo de una camioneta de SHIELD—. Así que, vine en ayuda.

—Y te pedí un arsenal —aclaró Romanoff.

—Los juguetes están en sus lugares. Hay que irnos ya.

Nos dividiríamos en dos quipos; Nick, María, y Clint irían en una camioneta, mientras que Sam, Natasha y yo nos iríamos en las otra.

Sam estaba por conducir, cuando el cuerpo de Bucky apareció frente a nosotros. Romanoff fue la primera en sacar su arma apuntando a el soldado con ella. Tome mi escudo saliendo del vehículo dirigiéndome hasta él.

—¿Qué es lo que quieres? —encare seguro, molesto y con mucha prisa porque se apartara del camino.

—Supe lo que paso —respondió.

—Entonces quítate de mi camino, porque esta vez no te enfrentaras con tu amigo, sino a su novio.

—No es necesario —informó—. Quiero lo mismo que tú, que ella este bien —realizo una pausa un poco corta—. HYDRA tiene una base en dirección al este —lo mire seriamente.

—¿Cómo sé qué no es una trampa?

—No te recuerdo ¿sí?, pero la recuerdo a ella y lo hago por ella, porque me importa.

Las palabras de Bucky me hacían estallar en celos y rabia, pero por el bien de Ana tenía que controlar mis sentimientos, impulsos y enfocarme en traerla de regreso con nosotros.

—Vamos —moví mi cabeza indicando la camioneta—. Nos dirás el camino —me di la media vuelta y caminé de nuevo a la camioneta.

—¿Estás seguro de esto Steve? —menciono Romanoff al pasar a su lado.

—Tengo que confiar, Nat. Aparte él lo mencionó —cerré la puerta—: lo hace por ella.

Libre - Tercera temporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora