Narra Ana
Mi cuerpo se encontraba poco a poco despertando, ya no me sentía tan perdida y podía controlar el movimiento de mis dedos tanto de mis manos como de mis pies, aun así, no tenía la fuerza suficiente para poder salir de aquí, ellos me estaban quitando las fuerzas de todas las maneras posibles, en este momento extraían mi sangre yendo por la cuarta bolsa.
—¿Por qué mi sangre? —cuestioné comenzando a volver a sentir sueño.
—Para debilitar tu cuerpo —respondió.
—Hay más que sólo eso, puedo estar débil, pero sé que es para algo más.
—Tienes el suero del súper soldado —aquel hombre sujeto entre sus manos la bolsa de sangre que poco a poco se iba llenando—, o bueno una versión parecida.
—Si quieres usarla para hacer otro soldado del invierno no te servirá mi sangre esta sucia a causa de lo que me inyectaron.
—Y por eso es que estamos sacando varias bolsas, limpiaremos unas, usaremos otras así tal cual y... —la bolsa llego a llenarse para ser sustituida por otra— Y otras con una sustancia diferente —mi brazo izquierdo fue inyectado con un extraño liquido de un color un tanto extraño.
—¡Ah! —aquello ardía como lava quemando mis venas. Eran tan doloroso que en ese momento quería morir, mi corazón latía tan rápido, mi tempera se elevó tanto que sentía que en cualquier minuto explotaría, sentía cada poro de mi sacar el calor, mi cuerpo comenzaba a tener un ardor mezclada con comezón inexplicable pero doloroso e irritante. Por mi mente no había un pensamiento más que morir en ese segundo—. Basta por favor —pedí entre voces de agonía—. Me está matando.
—No a ti Ana —susurro aquel hombre. Él efecto en mi cuerpo comenzó a disminuir, pero aquello me había agotado a tal punto que ya no sentí mi corazón latir en mi pecho—. Yo ya no tengo nada, nada que perder, lo único que tengo es a ti y aunque suene religioso, tengo mi esperanzas y fe en ti, pequeña invierno.
—¿Qué me inyectaste? —apenas y podía articular palabra alguna—. ¿Qué era eso?
—Sólo un pequeño empujón para desarrollar tu potencial.
—Potencial que sabes que usare contigo en cuanto me sienta mejor —aseguré.
—Y ahí está esa Ana arrogante —chasqueo la lengua—. No me preocupa morir, todos algún día lo haremos, pero no todos pensamos lo mismo, no sé si el Capitán Rogers le aterre la muerte.
—Si lo llegas a tocar...
—Yo no le hare nada —aseguró—. La encargada de eso serás tú, cariño —me moví en mí mismo lugar sin obtener mucho más que sólo lastimarme—. Tranquila, no te hagas daño. Guarda tus fuerzas para cuando veas a tus amigos.
—Te matare igual que lo hice con Alexander —informe llena de odio.
—Cierto —empezó a caminar por la habitación—. Ana Carter asesino a una persona, ¿esa Ana es la misma que Ana Beckinsale? ¿Cuál es la diferencia entre ellas dos? Hay una estrecha, estrecha línea entre las tres personalidades que viven en ti Ana, no culpes a HYDRA por mostrarte quién eres en realidad. Te ensuciaste las manos de sangre —sus ojos se conectaron con los míos—. Lo vi todo, estabas incontrolable como nunca te vi. Lo golpeabas con tanto odio, una y otra
—Calla
—Y otra
—Calla
—Te llevaste la vida de Pierce, aun anciano que no se pudo defender entre tus manos —cerré mis ojos con fuerza—. Tus manos llenas de sangre, sangre de una persona.
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Libre - Tercera temporada
FanfictionNueva ciudad, nueva vida. Es lo que pensaron Steve y Ana al mudarse a Washington D.C pero, nuevos problemas surgen también. Con la llegada del que mucha gente cree un cuento "El Soldado del Invierno" . SHIELD infiltrada, recuerdos del pasado, nuevo...