Después de un largo recorrido, Steve dio vuelta a la derecha entrando por un camino hecho por los vehículos. Aquello parecía ser un campo de concentración militar, baje el vidrio de la ventana para así poder observar mejor a mi alrededor, y por muy extraño que pareciera, aquel lugar se me hacía familiar.
—Es aquí —anuncio Steve.
—El archivo vino de estas coordenadas —comento Romanoff mirando el aparato que traía con ella.
—Igual que yo — informo Steve.
Dirigí mi mirada hacia él de manera confundida y un tanto sorpresiva, Steve tomo mi mano entrelazando nuestros dedos comenzando a caminar así juntos. Aunque aún me encontraba molesta por aquel beso, sabía que no había sido con mala intención de Romanoff, ni mucho menos de Steve, pero vaya que verlos besarse si me había hecho sentir mal. De cualquier manera, no era el momento de hablarlo, ahora teníamos cosas más importantes que hacer y agradecía que el estuviera a mi lado.
Sujete el candado que sostenía la cadena ya vieja y así jalándolo con mi mano, esta se rompió permitiéndonos ingresar sin problema alguno al interior de aquel campo. Avanzamos por aquel lugar, y si efectivamente era un campo de reclutamiento del ejército, era un antiguo, antiguo campo.
—Aquí fue donde me entrenaron —anuncio Steve deteniendo su andar. Sus ojos inspeccionaron el lugar con nostalgia, su rostro demostraba que estar aquí le traía recuerdos.
— ¿Estas bien? —acaricie su brazo con suavidad ganándome su mirada.
—Si —asintió con una pequeña sonrisa. Asentí en forma de respuesta.
—Aquí acaba el rastro —informo Natasha—. No hay firma de calor, satélites, ni siquiera de radio —Steve observo hacia todos lados en busca de algo.
—¡Ah! —mi cabeza comenzó a doler horrores. Sentía como era aplastada y a le vez sentía que iba a reventar en cualquier momento, era tanto dolor que mis manos sujetaron mi cabeza.
Narrador
El cuerpo de la joven cayo de rodillas al suelo sujetando su cabeza con fuerza, aquel dolor parecía que la mataría en cualquier momento.
—Ana —un preocupado Steve se colocó rápidamente a la altura de su novia—. ¿Qué pasa? ¿Estás bien? —Rogers llevo sus manos al rostro de la chica intentando buscar su mirada, pero aquello no fue posible a causa de que la joven se encontraba con los ojos cerrados fuertemente—. Tranquila, tranquila. Ven —Steve tomo a Ana de los brazos guiándola a unos escalones para que tomara asiento en ellos—. Mírame —pidió el rubio tomando el rostro de su mujer.
—Duele Steve —Ana lloriqueaba a causa del dolor que parecía no terminar—. Duele demasiado.
—Ana intenta verme, por favor —nuevamente pidió Steve. La joven mujer negaba con la cabeza—. Necesitas verme amor, abre los ojos y mírame —Ana poco a poco comenzó abrir los ojos lentamente—. Tranquila, va el dolor va a pasar.
—¿Necesitas que busque algo? —pregunto una confundida y asustada Romanoff.
—No —negó Rogers—. Ana, hagamos el ejercicio de respiración, ¿quieres? —propuso él, ella asintio lentamente—. Okay, uno —ambos respiraron profundo—, dos —soltaron.
Steve guió a la chica mediante respiraciones profundas, aquello se lo había enseñado el terapeuta de Ana, ocurría en ciertas ocasiones donde venían recuerdos o se sentía abrumada, no siempre ocurría, pero en ese momento la mente de Ana estaba trabajando tanto.
—¿Estas mejor? —preguntó un preocupado Steve
Narra Ana
Asentí con lágrimas en mis ojos
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Libre - Tercera temporada
FanfictionNueva ciudad, nueva vida. Es lo que pensaron Steve y Ana al mudarse a Washington D.C pero, nuevos problemas surgen también. Con la llegada del que mucha gente cree un cuento "El Soldado del Invierno" . SHIELD infiltrada, recuerdos del pasado, nuevo...