Narrador
La joven se encontraba acostada en una camilla especial para ella y el soldado Barnes, aquella cama era solida pegada completamente al piso, en los tobillos y las muñecas eran sujetada por unas ataduras de hierro, mientras en los brazos y la cintura había unas cuerdas que sujetaban aún más. En la habitación solo se encontraban tres cosas que eran relevantes, la luz encendida, la cama y el cuerpo de Ana.
Los ojos de la chica comenzaron a moverse poco a poco, sus parpados luchaban con abrirse, pero en consecuencia de lo que le habían inyectado, su cabeza y cuerpo estaban tan aturdidos y aun un poco dormido, pero muy, muy desorientado.
Del otro lado de la habitación agentes de HYDRA se movían de un lado al otro, obedeciendo ordenes de quien en ese momento era el jefe, uno de los soldados informo que la joven comenzaba a despertar, con una pequeña sonrisa asintió dando las ultimas órdenes y dirigiéndose por el camino de su destino.
En la habitación, los ojos de Ana por fin se pudieron abrir, trayendo consigo la ceguera inmediata de la luz dando directamente en sus ojos, al no poder tallarlos solamente parpadeo un par de veces hasta que poco a poco comenzó a acostumbrarse a ella. Sus sentidos poco a poco comenzaban a despertar, comenzando por su oído, los ruidos de afuera comenzaban a ser cada vez más claros, su tacto comenzó a sentir lo que había en su cuerpo, lo que la sujetaba.
A pesar de estar acostada y sujeta aquella cama, la chica sentía que en cualquier momento caería pues su cabeza se sentía mareada con ello su cuerpo se "movía" de un lado al otro, nuevamente abrió sus ojos, pero esta vez lo hizo cuando su cabeza se encontraba a un costado para evitar ver la luz directamente, su vista se quedó fija en la puerta gris. A pesar de que Ana hacía todo su esfuerzo para salir de ahí, la verdad era que su cuerpo no se movía en lo absoluto, ni un solo centímetro.
—Buen día Ana —aquel hombre entro a la habitación percatándose con sus propios ojos que aquella mujer ya se encontraba despierta. Para ella, la voz se escuchó tan lejana con un deje de eco en ella—. Veo que el efecto todavía no se te pasa del todo.
—¿Q..qu..é —la voz de Ana era lenta, muy lenta y un tanto tonta.
—¿Qué te inyectamos? —concluyó lo que el creyó sería la pregunta de la joven—. Un coctel de varios medicamentos, entre ellos escopolamina, ¿te suena familiar? —aquel hombre hizo una pausa en espera de una respuesta que no llego a causa de que Ana no podía entablar palabras aun—. La temible; Pequeña Invierno, tan indefensa, ¿quién lo creería? —se burló de ella disfrutando de aquel estado—. Sólo necesito un poco de tu sangre, tomare un poco a hora y un poco después.
Narra Steve
Las dos camionetas conducían con dirección a donde Buck mencionó que se encontraba una pequeña base de HYDRA, todos estábamos de acuerdo en que intentarían sacar y salvar lo que pudieran y llevarse a Ana con ellos, habían perdido tanto en tan poco tiempo, debían recuperar un poco de lo que ya no tenían y con Ana de su lado, se levantarían más rápido de lo que pudiéramos imaginar.
—Stark se reunirá con nosotros en cuanto pueda —aseguró Hill por el comunicador.
—¿No mencionó cómo va la búsqueda? —pregunté un tanto inquieto.
—Sólo dijo que esta reiniciando el sistema, pero que se comunicara en cuando pueda.
—Está bien, gracias Hill —solté un suspiro frustrado.
—Hey —llamo Natasha—. Ella está bien, es Ana. Sabrá cómo ganar tiempo y salir de ello.
—¿Tiempo? Tiempo es lo que no tiene Romanoff, se la llevaron hace más de dos horas, en serio crees que le preguntaran si se siente lista —Natasha solamente me observo sin decir nada—. Perdóname Nat, sé que lo haces para tranquilizarme, pero sinceramente hasta no verla no me sentiré mejor.
—Si te hace sentir mejor —la voz de Buck llamo mi atención—, no le lavaran el cerebro, tan rápido. Ha estado tanto tiempo sin un reseteo de memoria que si lo hacen la mataran, su cuerpo no lo va a soportar, gracias a tanta información que hay. Tienen que aislarla y comenzar a poner sustancias para poco a poco modificar sus recuerdos y cuando este lista entonces si harán su jugada final.
—¿Y por qué Pierce mando a que le hiciera un lavado? —cuestioné.
—Porque él era un egocéntrico, narcisista que creía que sólo es sabía las cosas. Lo que hay y no hay aquí —Buck señalo su cabeza—. No es tan fácil cómo los demás piensan, si no saben manejar bien la mente, hay cosas que no se olvidan por más electroshocks que sufras. Es un proceso, como todo.
—Quieres decir que... a no haber una mejor explicación, ¿sí a la novia del Cap le intentan hacer un lavado en este momento su cerebro será igual a tronar una palomita? —lleve mi mirada a Sam de manera incrédula. Este se encogió de hombros, pero mi atención se posó en Bucky en busca de una respuesta, este observaba al moreno sin comprender a que se refería.
—¿Una palomita? —preguntó.
—Lo que Sam quiere decir, es que el cerebro de Ana podría explotar —informó Romanoff.
—Su cerebro moriría.
—Capitán —por el comunicador escuche la voz de Stark.
—Stark —respondí.
—Parece que el soldado milenario tiene razón. Le pedí a Jarvis que reiniciara el sistema de seguridad de Ana, pudieron haber quitado la pulsera del cuerpo de Ana y llevarla algún lugar, pero parece que sigue en ella pues marca su pulso y se conectó con una red, un tanto inestable, pero logro hacerlo. En este momento la estoy hackeando, pero les envió la ubicación exacta —en la pantalla de la camioneta apareció la ubicación—. Yo ya estoy saliendo para allá.
—Gracias Tony —agradecí a Stark y tras colgar solté un suspiro
—No la matarán —aseguró Bucky—. HYDRA estaba tras de ella desde hace mucho —informó—. Ella era mi principal Misión.
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Libre - Tercera temporada
FanfictionNueva ciudad, nueva vida. Es lo que pensaron Steve y Ana al mudarse a Washington D.C pero, nuevos problemas surgen también. Con la llegada del que mucha gente cree un cuento "El Soldado del Invierno" . SHIELD infiltrada, recuerdos del pasado, nuevo...