10. Beso

1.2K 88 6
                                    

—La primera regla cuando huyes es; no correr, camina —le informo Natasha a Steve cuando caminábamos en el centro comercial.

—Hare pedazos estos zapatos si corro —las dos personas a mi lado parecía que iba a una fiesta de disfraces, de verdad; ¿por qué siempre tienen que usar gorro? según mi experiencia en esto; se ven más sospechosos. En fin, seguimos en busca de la tienda de computadoras del mall.

—Es al frente, genios —hable cansada de dar tantas vueltas.

Entramos y Nat tomo una computadora

—Trae un programa localizador nivel seis —informo la pelirroja—. Al conectarla, SHIELD sabrá donde estamos.

—¿Cómo cuánto tiempo nos queda? —preguntó mi novio.

—Amm... como 9 minutos a partir de —Natasha conecto la USB—: ahora —Romanoff tecleo rápido en la computadora—. Fury tenía razón respecto a la nave, alguien trata de ocultar algo. La memoria contiene un programa inteligente que se rescribe para neutralizar mis comandos.

—¿Se puede borrar? —pregunto Steve. Yo mientras miraba un iPod que había en el lugar

—No —respondió—. La persona que lo creo es un poco más lista que yo, sólo un poco —aclaro y rodé los ojos. De nuevo me coloque a un lado de ellos.

—Natasha tardas mucho —mencione un tanto fastidiada.

—Hago lo que puedo —aclaro molesta.

—A ver, déjame yo lo hago —la quite de la máquina y empecé a teclear—. Tratare de instalar un rastreador es un programa de SHIELD que rastrea programas maliciosos así que, si no puedo leer el archivo, puedo leer de donde vino.

—¿Se les ofrece algo? —llego un vendedor a nuestro lado, no lo tome en cuenta y seguí instalando el rastreador.

—Ay no —hablo Nat—. Mi prometido —me gire a verla—: y yo —Natasha lo tomo por los hombros por detrás sonriendo feliz—, buscamos destinos para la gran noche.

—Si —hablo Steve desconcertado, pero siguiendo el juego—. Nos casaremos —los mire molesta y me gire a seguir tecleando.

—Felicidades —los felicito el chico—. ¿La luna de miel, dónde será?

—En Transilvania —susurre molesta. Steve se asomó por mi hombro.

—New Jersey —mencionó el lugar en el mapa.

Después de unos segundos de silencio el chico vendedor expreso sorpresa.

—Tengo unos anteojos como los tuyos —suspire aliviada al escuchar aquello.

—Wow, son gemelos idénticos —mencioné sarcástica.

—Si —hablo él—, eso quisiera. Espécimen, ¿y tú eres?

—Alguien a quien no quieres hacer enojar.

—Mi dama de honor y madrina de viaje —menciono rápidamente Natasha, me gire con una sonrisa fingida.

—Ah, si necesitan algo me llamo; Aaron —informo.

—Gracias

—Nueve minutos, vámonos —pidió Steve impaciente.

—Shhh, relajate —trate de tranquilizarlo mientras yo seguía haciendo mi trabajo—. Listo – sonreí victoriosa, pero la cara de Steve no reflejaba la misma felicidad que la mía.

—¿La conoces? —preguntó Natasha ganándome.

—De hace años —respondió—. Hay que irnos —saco la memoria guardándola con él.

Libre - Tercera temporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora