Quizás llevaban mirándose por cinco minutos seguidos. Enfrentados el uno al otro, separados por la mesa del comedor que se encontraba vacía a excepción de ellos y sus desayunos, o bueno, del de Yuu.
Él le miraba tratando de mantener discreción cada vez que su taza llena de café con leche iba hacia su boca. Luego, mordía una tostada y sacaba un tema de conversación. Sin embargo y a pesar de todo éste proceso de fingir normalidad, Mika sabía que las cosas entre ellos no eran igual a como hacía un par de semanas. A comparación de Yuichiro, él le miraba sin vergüenza; observaba sus expresiones, la manera en que sus labios se tensaban de vez en cuando, o cómo sus manos iban de un lado a otro, tratando de ocultar terriblemente los nervios. Veía su piel bronceada, se perdía en un mar escarlata, y de vuelta regresaba a lo anterior. Todo un recorrido turístico que hacía con muchísimo gusto como alguien que acababa de llegar a Roma.
Mas no decía palabra alguna, simplemente se mantenía allí, con un brazo como apoyo y el otro sobre la mesa, observándole con cariño eterno y unas ganas insoportables de querer abrazarle constantemente.
Yuu fue el primero en decir algo al respecto:
— Pareces una nenita.
Sí, eso fue lo que dijo, para enseguida dar una pequeña risa. En realidad, aquello había sido como una respuesta reflejo al verse en una situación nueva y desconocida para él, pues se sentía algo avergonzado al tener a su, ahora novio, mirándole con tanto sentimiento.
— Tonto —replicó el rubio, enderezándose en su lugar.
El menor volvió a reír.
— Pero en serio..., es... extraño.
— ¿Extraño?
— El que me mires así —dijo corriendo la mirada hacia una de las migajas—. Me pones algo nervioso.
Aunque, por su puesto, nervios positivos en todo caso. O mejor llamado como "las mariposas" aunque Yuu se negaba a llamarlo de esa manera porque, vamos, qué cursilería.
— Eres lindo, Yuu-chan.
— Eso me pone más nervioso —murmuró el mencionado, hundiéndose en sí mismo tratando de ocultar el sonrojo que se daba en sus mejillas. Aunque no era más un niñito, por lo que sabía que no debía comportarse de esa manera tan infantil, como si ellos fueran esos típicos noviecillos de apenas cinco años que se dan un pico con la timidez pintada en sus rostros. No, él ya tenía dieciséis, y por cómo se comportaba, Shinoa acertaba en llamarle un "chico fresa". Subió la mirada — tú también eres lindo, Mika. Quiero decir, ugh, siento ponerme tan idiota. Es sólo que... las palabras no me salen y...
— ¿Soy yo quien parece una nenita? —preguntó mirándole con gracia.
— Cállate.
— Realmente te pones nervioso, Yuu-chan —rió el mayor—. No te preocupes en encontrar palabras, sigo siendo Mika.
— ¡Ese es el problema! ¡Bah! —dijo sacudiendo ligeramente la cabeza—, no es un problema, lo que pasa es que.... —un suspiro de derrota se dejó escapar—, simplemente me vuelvo torpe contigo.
— ¿Más aun? —Yuichiro le fulminó; amaba molestarle—. Yo también para ser honesto, pero sé que si no soy directo complico las cosas... Es por eso que te digo que eres lindo. Realmente lo eres.
Oh, por todo lo bueno. Se iba a morir de un ataque cardíaco. Allí, en ese preciso instante por lo que acababa de escuchar.
Él no se pensaba como alguien atractivo, tampoco como alguien que, apenas se ve en un espejo, éste se rompe por el horror de lo que refleja. Realmente no le interesaba posicionarse en algún lado de la escala de belleza, él simplemente se consideraba "meh" y le bastaba e incluso sobraba, pero escuchar aquellas palabras salir de la boca de Mika hacía que las cosas tuvieran otro significado.
¿Él lindo? ¡Por favor!
— ¿Y tú qué, entonces? Diablos, ¿te has visto en un espejo? Eres perfecto, Mika. Todo de ti es tan hermoso que no tiene sentido para mí. Tu forma de ser, de hablar y... tu cabello, santos cielos, amo tanto el color de tu cabello —comentó, y lo último fue como un dulce susurro para sí. Se encontró más libre de expresarle lo que sentía sin temor innecesario. Mika, por su lado, no se había esperado que le respondiera con algo así. ¿De verdad lo creía perfecto? Pero si tenía mil y un defectos... ¿cómo podía ser? —. Bueno, no estoy tratando de decir que si no fueras rubio no estaría contigo, quiero decir... si fueras pelinegro te seguiría amando, pero el color que tienes ahora mismo hace que luzcas tan hermoso y...
— Te amo tanto —le interrumpió sin poder aguantar un segundo más, sintiendo aquella bellísima sensación que se clavaba en medio de su pecho. Tanta calidez, tanta ternura sentía que no lo creía normal. No tenía explicación racional.
Yuichiro sonrió con la mirada pegada a la mesa.
— Yo también te amo un montón. —Su diestra, poco a poco se dejó posar por encima del mueble, tratando de alcanzar a Mikaela con sus dedos. Éste, unió su mano junto a la del otro y la apretó con cariño para enseguida dedicarle una mirada llena de amor.
Estaba tan enamorado de Yuichiro. No, no enamorado, enamoradísimo de él, y él de Mika con la misma intensidad. Tan fuerte y llena de locura como los adolescentes que eran, no obstante, lo que los diferenciaba de los demás adolescentes del mundo, era que su relación no estaba destinada a ser efímera, sino que inmortal, hasta que sus últimos días de ocaso se desvanecieran.
Yuichiro se encontró levantándose de su asiento sin soltar su agarre, y lentamente se inclinó por sobre la mesa para poder besarle, pero él solo no llegaría, por lo que su novio también se levantó y, con su diestra como sostén, se inclinó de la misma forma hasta que sus respiraciones se volvieron una y...
— Oigan, no se anden besando por donde debemos comer.
— Púdrete, Kimizuki.
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¡Hola! — De la nada, un montón de personas le comienzan a tirar tomates y sandias— ¡OKAY, LO SIENTO, PERDÓN! Sé que éste no es el capítulo que esperaban, y que en realidad esto ni es un capítulo sino un especial, cosa que había mencionado antes que haría. Les diré la verdad; el capítulo 18 ahora mismo va por la hoja tres de Word, cuando yo siempre hago nueve. Así que tengo mi trabajo que hacer. Les explicaría pero, ya saben, exámenes, exámenes, más exámenes, por ahí comer (? Pero esto no significa que no lo esté detallando en mi mente.
Bueno, espero que les haya gustado este pequeño escrito que va sobre unos días luego de que se pusieran de novios oficialmente. Por cierto, si quieren que escriba un especial sobre algo, dejen sus comentarios. Por ej, una chica me pidió que hiciera un especial de cómo dieron su primer beso francés, cual ya estoy planeando.
Adelanto del capítulo 18: Habrá mucha... "Piña, patada, sangre" Con eso, os digo todo.
¡Nos leemos la próxima, tengan buen fin de semana! ♥
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La única esperanza. [MikaYuu]
FanfictionMikaela Hyakuya sólo tiene un objetivo: llegar al día en que Yuichiro acepte escapar con él, pero por cómo pintan las cosas sabe que para ello pasará un largo tiempo. Luego de por fin reunirse definitivamente, brotarán problemas que tendrán un tono...