-¿Entonces dices que ella y yo tenemos una relación amorosa?- pregunte por decima quinta vez en lo que iba de la mañana. Desde que desperte, y durante todo el dia anterior; cada persona que me visito insistio en que Granger y yo manteniamos una relación. Eso no tenia ni pies ni cabeza. Según ellos, la noche que mis padres me secuestraron y me torturaron, iba a pedirle matrimonio a ella. Ella. La Sangresucia. La Sabelotodo. No podia creerlo, ¿Ella y yo?. Theo incluso se ofrecio al igual que su novia Lunatica a prestarme sus recuerdos. Pero denegue aquello. Sentia que era algo que debia resolver por mi cuenta. Pero para eso necesitaba que la otra parte involucrada tambien participara... pero ella. Ella no volvio despues de mi despertar. No despues de mis palabras.
-¿Qué...haces... aqui... asquerosa... Sangresucia?- pregunte con la voz ronca, rasposa por la falta de uso. ¿Qué demonios me sucedio? ¿Donde diablos estoy? ¿Y qué rayos hace ella aqui? Sentia como si una manada de centauros me hubiera atropellado. No tenia mucha noción de donde me hallaba. Y la mirada de ella, impregnada de.. ¿Dolor? ¿Pesar? ¿Angustia? me estaba comenzando a poner incomodo. Trate de incorporarme y alejar mis ojos de ella, pero cuando empece a moverme ella corrio rapidamente a mi lado, tratando de ayudarme.- No...No... me toques... inmunda- y ella se congelo en su lugar. No dijo nada, simplemente comenzo a retroceder; herida, abrio la puerta y desaparecio. Poco despues un grupo de medimagos entro en mi habitación. Revisandome, haciendome preguntas.
Desde ayer en la tarde ella no volvio. Theo y Lunatica vinieron varias veces, poco despues de ellos vino también Blaise; cuando él se fue llegaron San Potter y la Comadreja a interrogarme. No pude responder mucho, solo recordaba pequeños flashes, ir a un Pub con Theo y dos empleados, rescatar a una camarera sin rostro. Un aroma a vainilla y miel, una estrella fugaz; un pasacalles, un vestido de seda rojo. El tacto de una piel sedosa, bronceada y pecas. Ardor en las nalgas. Un Te amo gritado con el alma, de una voz agitada y totalmente penetrante. Mi cabello cambiando del negro al rubio original frente a un espejo; dos brazos menudos abrazandome por detras. Mi padre escupiendo vino. Un anillo de oro blanco con pequeñas esmeraldas engarzado. Mi madre desarmandome. Mi padre torturandome. Oscuridad. Frio. Hambre. Dolor. Ardor. Pesadez. Morir. Ella.
-Dile a Granger que quiero verla- le dije a Theo, interrumpiendo sus palabras sobre mi supuesta relación con ella.
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Los fragmentos de mi corazón apretaban mis pulmones. El aire no llegaba a ellos, y sentia que una hemorragia interna me drenaba la fuerza con cualquier minimo esfuerzo, desde abrir los ojos hasta musitar algun "Estoy bien" carente de verdad y desganado.
Esto no es como lo imagine, espere por tanto tiempo verlo, escucharlo, sentirlo; ver aquellos ojos de mercurio liquido, su sonrisa socarrona, oir su voz. Pero solo escuche su desprecio, su odio. El veneno que destilaba. Y no pude aguantarlo, no queria, no podia. Theo me aseguro que era debido a las torturas, que poco a poco volveria a la normalidad. ¿Pero qué es la normalidad? ¿Cuál es realmente la normalidad? ¿Él amandome? ¿Él odiandome? ¿Sus palabras dulces? ¿Sus palabras hirientes? Él ya no era mi Draco, él era solo Malfoy, el mismo cabrón que solia hostigarme con sus palabras etilistas y su basura de sangre durante Hogwarts.
Deje su habitación mecanicamente, avisandole a una medimaga de su despertar; y esquivando a todos los que esperaban en la sala de espera, camine hacia mi casa. Cada paso, cada metro que ponia en distancia entre ambos lo sentia como un abismo abriendose en mi pecho, un agujero, un hoyo alli donde mi corazón deberia latir aliviado. Pero sólo eran fragmentos, trozos filosos que sólo apretaban y se hundian en mis pulmones, impidiendome respirar, sintiendo la agonia. Me preguntaba donde habia quedado la determinación que me llevo a enfrentarlo en su casa. ¿Donde estaba Hermione cuando Jane la necesitaba? ¿Donde quedaba la leona cuando la pobre rata se asustaba? ¿Donde deje mi orgullo, mi valentia y nobleza? Soy solo una sombra de quien fui. No. Soy solo una sombra de quien fue Jane.
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30 escalones al Paraiso
RomanceHermione abandona el mundo magico despues de la guerra para buscar a sus padres; lamentablemente llega tarde y se aleja completamente del mundo magico. Estudia y trabaja en la ciudad de Vancouver donde vivian sus padres. Pero una noche, en su trabaj...