XXII. Antes del Amanecer

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Advertencia: Capitulo con Lemmon o intento del mismo que se yo... jajaja. Si no quieren leer salteense los parrafos del comienzo. 

Draco beso sus labios, atrayendola a su cuerpo; ella se dejo hacer, como mantequilla en sus manos, se amoldo a él; evitando apoyar todo su peso en él. Pues aunque presa de la pasión, aún era consciente de la debilidad fisica de él. Cada beso le robaba un gemido, cada caricia provocaba un gruñido sumamente animal. La ropa empezaba a estorbar, el calor en aquel baño comenzaba a aumentar.

Hermione rompio el beso, y le sonrio picara; mientras lentamente se alejaba de él hasta posarse sobre el marmol del lavamanos. Él la observaba, como fiel cazador a su presa. Mientras ella, sin borrar la sonrisa de sus labios, dejaba que toda la pasión y el deseo vibraran en sus ojos. Adorando la turbulencia que le devolvian los ojos de Draco, absorviendo el momento; antes de dibujar su cuerpo con sus manos, bajando desde su busto hasta el dobladillo del vestido. Los ojos grises no perdian detalle, las menudas manos de ella se detuvieron en el dobladillo un momento para ascender nuevamente; suviendo ligeramente el vestido para revelar una porción de la cremosidad de sus muslos.

Cuando las manos de ella llegaron a la tira del vestido que se ataba en su nuca; Draco sintio que se le secaba la boca y su corazón se frenaba. No lograba respirar correctamente, hipnotizado por las manos de ella, que desprendian con una sutileza y una parcimonia sumamente enloquecedora; el vestido que llevaba. No parpadeo, no se movio; y sospechaba que todo se habia detenido en el universo cuando el vestido haciendo un leve sonido de frufrú se arremolino en los tobillos de ella. El hambre se reflejo en su mirada, cuando su presa quedo expuesta.

La piel de Hermione se erizo cuando capto una sombra de peligro en la mirada de Draco; sintio temor, pero tan pronto como lo sintio; todo panico fue reemplazado por lujuria. Un paso, dos pasos. Tres látidos se salteo su corazón al momento que él comenzo a aproximarse. Ambos pares de ojos dijeron todo, cuando el metal liquido choco contra el chocolate derretido, cuando los mundos colicionaron mientras sus labios se unieron; ya nada importaba, no habia nada más importante, no existia nada más alla de lo que ambos veian. Y no era solo lujuria, o carnal deseo; no. Era el conocimiento de saberse dos cuerpos con una misma alma, entrelazada por hilos de oro y filigrana de plata; era orgullo con orgullo, amor con amor. Frio ardiente y fuego helado. Sin palabras, ni cursilerias; sin caricias, sin besos dulces. La pasión tomo el control de los cuerpos, el instinto rugia en sus oídos, habia sólo una orden clamando ser cumplida; y la ternura no formaba parte de ella.

Como un animal se avalanzo sobre ella, capturando su labio inferior con sus dientes, mordiendo y apretando mientras sus manos se aferraban a la blanda carne. Los dedos se calavan atraves del musculo, casi hasta los huesos; y ella lo tomo de igual forma, marcando sus dedos en sus brazos sobre la ropa que él vestia.

Con furia, y forcejeando el traje de Draco acompaño al vestido en el suelo. No habia ya barreras entre ambos cuerpos, solo una finisima capa de sudor los perlaba, dandoles un aura nacarada. Las mejillas arreboladas, las respiraciones entrecortadas, los corazones latian fuertemente como una estampida de caballos descarriados. No parpadeaban, no podian; no querian. No querian perder detalle del otro, no importaba si sólo era ver manos apretando, labios mordiendo, o pequeños tirones de cabello. No importaba el frio del lavamanos en la espalda femenina, ni el ardor de los arañazos en la espalda masculina. Eran energia, pura y animal, aferrando, apretando, mordiendo y marcando.

La noche podria bien llegar a su fin, el amanecer romper los cielos y el planeta quemarse al contacto con el astro de fuego. Porque antes del amanecer; sus almas estarian aún más cerca.

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Mientras una pareja quebraba la pureza del baño del primer piso; en el parque de la mansión las parejas danzaban y reian. Pero una pareja en particular, una pareja que deberia estar celebrando su dia, estaba sentada alejada del gentio; bajo un árbol de gran copa.

30 escalones al ParaisoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora