Metal Fights! (Grunge, Glam & Thrash Metal Bands)

Capítulo 26: Sin ideas para el título del capítulo.

Zoe pasó una de las mejores jornadas de su vida bajo la compañía de una de sus bandas favoritas, ¿quién dijo que una mujer no puede establecer una amistad con varios hombres sin acabar en sexo ni romance? Aunque ella adoraba a Eddie, cómo no, pero tenía cerebro suficiente para saber que jamás serían pareja, era ese amor sanito que no dañaba a nadie.

Bromas del tipo "ojalá venga un oso a tu carpa para que te viole", hacer raros "rituales" para ahuyentar cualquier animal salvaje, cantar canciones frente a una fogata...  ah, antes de eso: hacer mil rituales más para que encienda el fuego, frotar piedras por media hora como idiotas hasta que salta uno que tiene un encendedor -genius-. Luego contar historias de terror demasiado aburridas ya que todos se las sabían, típicas leyendas urbanas pedorras sin pies, ni cabeza.

Definitivamente, mejor día y noche EVER. Cambiar el aire además, hizo que los integrantes de la banda tuvieran nuevas ideas para un futuro álbum, vamos, eso emociona a cualquier fan.

Cuando ya  no había con qué divertirse, de nuevo subieron a la camioneta para continuar la fiesta de vuelta a casa, con la radio a todo volumen oyendo canciones de cualquier estilo musical, con tal de hacer chistes o lo que se les viniera a la cabeza, se podía hacer de todo.

Pasaron, como fue prometido, al hospital para ver a Mark.

- Hey -saludó-. ¿A que no es genial no poder estar en otra pose que ésta? -hizo énfasis a que estaba boca abajo y con el típico traje de interno de un hospital, claro, esos trajes siempre tienen el culo al descubierto, muy bonita vista tenían.

- Eh, sí, bonito culo -bromeó Stone-. ¿Te dolió mucho?

- Nah', ni crean, estoy en fase de recuperación, disculpen si no les veo la cara pero es que ni me puedo ni mover -ahora hizo alusión a que iba boca abajo y con el hocico pegado a la almohada, sin ver un carajo.

- ¿Sabes que hay una dama presente? -Eddie cruzó los brazos, entretanto Dave y Mike le tapaban los ojos a la grunger.

- ¡¡AYYY!! -chilló asustado y con mucha masculinidad- ¡¡KE VERWENSA!!

Jeff agarró una manta para cubrirlo y ahí dejaron que Zoe observara.

- ¿Quién es la dama? ¡Si es Madison, me debe los gastos por...!

- Soy Zoe, amiga de Madison, ya lo hemos pagado las dos, ella te manda disculpas -mintió la muchacha, no era bueno mencionar a Daniel en eso-. No sé si me recuerdas...

-¡Ay, Zoe, tanto tiempo! ¡Me pillas por la retaguardia, y nunca mejor dicho!

- Sí, te he pillado -realizó una breve pausa-, ¿desprevenido...? -rieron en incomodidad- ¿Estás bien?

- Claro, claro... Algo incómodo, pero nah', ya se pasará.

...

- Hey -saludó con timidez Audrey-. ¿Contento de verme?

- ¿Debería? -Kirk la dejó pasar y comenzó a ignorarla.

- Oye, estoy siendo amable, como que deberías estar contento por eso -cruzó los brazos al notar que no le respondieron, ella cerró la puerta.

- ¡Wena! -saludó Lars- Tanto tiempo, ¿ya te sienes mejor? ¿No tienes berrinches que sacar?

- Joder, cállate.

- Tch -reprochó el moreno en voz baja, mientras leía una revista, ella lo admiro con rabia.

- Porque si tienes un problemón, ¡ven a mí! ¡Yo te puedo ayudar!

- No, gracias. Vine a hablar con una sola persona aquí.

- ¿Eh? -la miró mal- ¿Qué pasa, Vergas?

- Que no vine para ver a la banda, vine a ver a alguien en concreto... que no eres tú.

- Oh, vale... -hizo una mueca y luego una sonrisa cínica- ¡Adiós!

Ella suspiró y tomó asiento a un lado del guitarrista.

- ¿Me permites hablar a solas contigo?

- ¿Y qué es lo que quieres conversar conmigo? -no soltó la revista por nada.

- Cosas, no sé, conocerte... -le tomó su barbilla con delicadeza, le sonrió de forma coqueta- ¿Qué piensas, eh?

- ¿P-puedes soltarme? -tartamudeó, mostrándose nervioso- No me gusta que me toq...

- Um, ¿te puse nervioso? Uy, lo siento mucho, cariño -comenzó a acercarse demasiado a su rostro, demasiado para la comodidad del moreno.

Quién no dudó en soltarle una leve bofetada para que reaccionara.

- ¡Joder, idiota! ¡No me pegues, machista!

- ¡Me estabas jodidamente acosando! -se echó al otro extremo del sillón- ¡No me gusta que me toquen, nunca! -aclaró muy nervioso.

- ¿Y cómo es que te echas novia, uh? -mordió su labio inferior, tratando de verse seductora.

- Audrey, por favor, déjame -suplicó, ahora viéndose serio y un tanto molesto.

- ¿Por qué? ¿No te gusta ser dominado por una chica?

- Ni por un hombre, ni por nada -prosiguió-. No me gusta que estén tan encima mío, eso es todo.

- ¿Y por qué? ¿Te gusta verte tímido para luego atacar, eh?

 - Joder, Audrey, ¡no estoy ligando contigo!

- ¿Entonces? -cruzó los brazos y rechinó los dientes- ¿Por qué no haces como los hombres?

- ¿De qué hablas?

- ¡Eres demasiado sensible, marica!

- ¡Siempre lo he ido y no por eso soy menos hombre!

- ¿Y por qué no te dejas seducir?

- ¿Acaso tengo que involucrarme sentimental o sexualmente con toda mujer que se me acerque? -frunció el ceño.

- Pues claro, ¡eres una estrella de rock, todos lo hacen!

- Ni creas que es tan así, más aún cuando tengo una novia que respeto.

- ¡¿Qué?! -exclamó, muy ofendida- ¿Novia? -asintió- ¿Y no dices nada?

- No, porque a los demás no les debería importar que yo tenga una pareja, ellos prefieren que les hable de otros temas y lo respeto. Además, ¿cómo planeas que te cuente si nunca me dejabas hablar?

Se quedó muda al notar que la cagaron. Hasta que halló la excusa perfecta:

- ¿Y acaso tratas te negar a tu novia? Digo, ¡antes no la mencionaste!

- Porque no sabía cuál era tu propósito al acosarme, creí que era para meter miedo.

- ¡Igual! ¡Un buen novio tiene que decir que su novia lo es todo para él! ¡Nunca la haz mencionado en las pocas veces que hablaste, eso significa que no la quieres!

- ¿De qué carajos hablas? No tiene porqué ella ser mi único tema de conversación, la amo, claro, pero no soy obsesivo. 

- ¡Ella debería serlo todo para ti, maldito machista! ¡No te merece! 

- Ojalá estés bromeando, porque dudo que puedas ser tan tonta -se puso de pie, sin dirigirle la mirada-. Quédate sola entonces, porque ni pienses que pueda ser amigo tuyo siquiera si no se puede tener una charla como la gente contigo. Sal con Jason para dar pena y todo lo que quieras, pero mi opinión no cambiará. ¿Que quedo como un pesado? Lo siento, pero realmente me molesta cuando me pasan a llevar y no permitiré más que tú lo hagas.

La dejó sola, ella pudo elegir insistir, buscar consuelo en algún otro integrante de la banda o... ir a llorarle a Kurt Cobain. Um, adivinen qué haría.