Metal Fights! (Grunge, Glam & Thrash Metal Bands)

Capítulo 6: Los glammers no son tan pesados.

¿Creían que el escándalo de Audrey con Bret define a todos los glammers en un mismo saco? ¡Para nada! Zoe pidió un cambio de banda para conocer a Mötley Crüe, o al menos hacer el intento, porque admite que lo de Anthrax fue un fracaso fatal, aunque igual disfrutó aquella siestecita en el piso.

Se prometió no fumar nada, ni aspirar ni beber a menos que la invitaran y se aprendiera el nombre de mínimo un integrante, al menos establecer confianza y no quedar como una loca, tan difícil no le tendría que salir la cosa.

- ¿Hola? -saludó un sujeto que llevaba una buena cantidad de maquillaje en la cara, tanto que hizo a la grunger dudar de su feminidad en comparación a ese tipo- ¿A quién busca?

- A tu puta madre en triciclo -bostezó-. Me llamo Zoe Hurley, vengo a tu casa para hacerme amiga de tu banda, beber y luego irme a la mierda, no tengo armas porque ni plata tengo. Eso.

- Ah, una mina sincera -realizó un gesto facial que denotaba la frase "nada mal", sonrió de lado-. Soy Nikki Sixx, un gusto, Zoe.

- ¿Me dejas pasar? -hizo una mueca- No joderé por mucho tiempo, voy a estar como unas tres horas aquí.

- Vale, pasa.

De inmediato se topó con otro pelinegro maquillado, éste era de estatura mayor.

- Nikki, ¿quién es esta señorita?

- Una tal Zoe, dice que quiere conocernos y pasar el rato.

- Oh, que bien -ambos estrecharon manos-. Mick Mars, un gusto.

- ¿Y los otros? ¿Cómo se llaman?

- Pues...

- ¿Hay otro de pelo negro y maquillado? Es que tengo mala memoria

- Sí, se llama Tommy Lee, ¿por?

- ¿Queda otro integrante?

- ¿Acaso no eres una fan...?

- Sí, es el marica de Vince, ¿por? -interceptó Sixx.

- No soy fan, vengo a vagar no más. Agradezcan mi sinceridad -bostezó-...seguro las chicas con que se acuestan, ni son fans de su banda y lo dicen para hacerles el gusto.

- Daaamn, una femme fatale.

- Ni tanto, estoy sobria y no he dormido lo suficiente, estoy estresada, es normal que actúe algo pesada, lo siento... -admitió con un poco de vergüenza, con la vista en el suelo.

Se miraron entre sí los dos chicos.

- ¿Quieres pasar el rato con nosotros, entonces? -asintió en obviedad.

Se sentaron en el comedor, Mick les trajo de la cocina un par de chuches para alimentar a una hambrienta pelirroja que olvidó almorzar en el hotel. Los dos integrantes de Mötley Crüe sintieron pena por ella, por lo mal teñido que estaba su cabello, su ropa que no combinaba y estaba sucia, su mal olor. Y como ese día a ambos les tocaba peluquería, hala, por la fuerza la llevaron también para que le tiñan el cabello porque les estaba dando soponcio mirar por tanto rato esa raíz negrísima y un poco más abajo un rojo demasiado chillón.

¿Qué? ¿Creían que la iban a violar así como así sólo porque son badass y se follan todo lo que produce sombra? Hombre, eso es sólo una imagen comercial, que también pueden ser personas con buen corazón e intenciones.

Zoe encontró un par de centavos en sus bolsillos y se las dio a los dos glammers a modo de agradecimiento. Bueno, también se quedó dormida mientras le decoloraban la raíz del pelo, no importa que eso doliera o ardiera como nunca, se quedó dormida de la nada.

Por tanto, al salir de la peluquería, se encontraba más descansada.

Se despidió de ellos de manera amable y procedió a subirse a la van. Al rato, el conductor volteó a observarla, no era como la vez anterior que se le notaba lo drogata, parecía una persona normal.

- ¿Y cómo le fue? -consultó, retomando la vista en la carretera.

-... -bostezó sin taparse la boca- Son simpáticos, seguro los paso a ver algún otro día.

- ¿Y cómo se llaman los integrantes de esa banda?

Se quedó en silencio, pensando, frunció el ceño.

- Creo que uno se llamaba Nikki y otro se llamaba Mick, no hablé con nadie más.

- Eso es un progreso.

- Um, sí... -asintió, sin prestar demasiada atención a aquel tema.

Al regresar al hotel, realizó una llamada a Daniel para pedirle un cambio de banda, su amigo de época escolar le consultó si la pasó mal, respondió que resultó todo lo contrario, sin embargo, su pequeño y tímido lado fangirl rogaba a gritos conocer al siguiente grupo:

Pearl Jam.

No dio más información, tampoco es que le gustase que los demás supieran cada segundo de su vida, no le agradaba hablar demasiado, a final de cuentas, sabía que a los demás no les interesaba. Y que a ella, los asuntos de los demás poco y nada le importaban de verdad, no requería hablar ni oír en una charla. 

Dormir. Eso quería, para que, ojalá, el día siguiente o el subsiguiente, lograra visitar a una de sus bandas favoritas.