Capítulo 2: Audrey "La vergas" Berger.

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- ¡Ugh, no quiero ir a ver a Mierdallica, me tocaron puras bandas basura! -se quejaba Audrey en el avión casi todo el rato, tenía envidia porque seguro a sus amigas les habría tocado justo las bandas favoritas, lo presentía desde lo más profundo de su negra alma.

Horas más tarde se bajó del avión de muy mala gana, ni le prestó atención al tipo que la recibió, no más se quejaba en voz alta porque no lograría conocer a quién más adoraba: Dave Mustaine, el líder de Megadeth, sino, iba a visitar a los pesados de la "banda rival de su ídolo".

Al entrar en su habitación de hotel, notó que había una carta tendida sobre la cama, la cogió y leyó; contenía la dirección de la vivienda de uno de los integrantes de susodicho conjunto musical, más abajo estaban las direcciones de los otros grupos, sin embargo, la carta pedía que primero conociera a Metallica, cosa que la emputeció bastante.

Primero almorzó en el hotel -gratis, para su gusto-, y allí se subió a un vehículo que la conduciría hasta la residencia, tenía cuatro horas para conocerlos y ahí la pasarían a buscar donde mismo, para dirigirse al hotel de nuevo.

Tocó el timbre de la residencia, en su mente más o menos sabía qué iba a decir, planeaba mentir con que era una periodista y quería pasar tiempo con la banda para poder formular una columna de opinión con respecto a ellos, seguro pensaba que así iban a ser muy amables con ella en todo lo que quisiera.

Daniel antes de partir el vuelo, le notificó que tenía tres meses para convencer a cada grupo, así que quería tomarse las cosas con calma.

Nadie salía a abrir, eso la ponía impaciente ya que odiaba esperar, tocó un par de veces más y no sintió rastro de vida en el lugar. Notó que había una ventana abierta en el segundo piso, analizó un poco la superficie y que tan difícil sería escalar; ni tanto.

Retrocedió para agarrar impulso a la hora de saltar, se agarró de un cimiento del balcón y fue escalando como pudo hasta lograr entrar a la terraza, de ahí a una habitación que estaba vacía y perfectamente ordenada... ordenada en un caos, porque ni se podía caminar.

Salió del cuarto y comenzó a merodear por el lugar, en busca de alguien o algo interesante.

- Joder, macho... -bufó al notar que cuando escaló, su esmalte negro se estropeó.

- ¿Qué mierda estás haciendo aquí? -dijo alguien que parecía recién levantado, muy despeinado y en ropa interior, de baja estatura y ojos verdes- ¿Se te perdió algo aquí?

- ¿Eres Lars Ulrich? -preguntó algo sacada de onda- Te ves mejor y más guapo con los retoques en las revistas que en persona.

- Ah, ya me lo han dicho -rodó los ojos-, ¿quién eres y qué haces en mi casa?

- Me llamo Audrey Berger y...

- ¿Audrí Vergas? Vale, vamo' a calmarno' que soy lento procesando información -la interceptó-, vale, ya me aprendí tu nombre, ahora, ¿qué haces aquí?

- Soy periodista.

- ¿Ya? ¿Me interesa tu profesión? No, querida, sólo quiero que me digas qué haces aquí a menos que quieras que llame a la policía, ¿eres una fan?

Negó, demasiado asqueada.

- Es que quiero conocer a la banda para redactar una columna de opinión, eh... ¿Mi representante no avisó que hoy llegaría? Uf, que mal -rió con ironía.

- Que raro, siempre las propuestas de este tipo las conversamos con nuestro representante y demoramos mucho en todo el proceso de aprobación, ya sabes, es algo muy complejo. Pero como ya haz llegado, supongo que no podemos, al menos yo no como co-fundador de Metallica, rechazar la oportunidad.

Metal Fights! (Grunge, Glam & Thrash Metal Bands)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora