Zoe ni se percató de que había una carta sobre la cama porque llegó y se echó encima para una siesta. Si no fuera porque Daniel la llamó para explicarle el proceso, ni en broma se hubiera enterado de algo siquiera.
Durmió casi todo el viaje e igual tenía sueño.
Tenía que bajar a almorzar para luego visitar a Anthrax. Le dio flojera bañarse o algo para lucir decente frente a los desconocidos. Se colocó la una camisa que estaba limpia y listo, de ahí almorzó, todavía con sueño, para después ir a esperar al famoso vehículo que la llevaría a la casa de Anthrax.
Como no llegaba nunca, sacó del bolsillo de la camisa un porro que tenía guardadito de hace rato para fumárselo, el problema es que justo cuando llegó la van, se estaba fumando la puntita, como no quiso apagarlo, se puso a jalar adentro del vehículo y a ventanas cerradas, todo nublado ahí dentro, ahogándose por el exceso de humo. Sin embargo, trató de abrir la ventana, quedó como tonta y la dejó ahí no más, cerradita, disfrutando del humo bien fuerte y "natural".
Una vez que haya arribado en la casa de Anthrax, salió de la van y todo el humo la siguió, tosió y por poco vomita el almuerzo porque se ahogó demasiado , al sentir aire fresco, lo aspiró como pudo.
Como que el timbre se puso agresivo porque lo tocaba pero se movía para el lado, haciéndole un "OOOLÉ", no es que estuviera drogada, no, no... ¡para nada! No más que el mundo la trolleaba y se movía sin su permiso.
- Eh... ¿hola? -saludó un moreno al abrir la puerta- ¿A quién busca?
- ¿No tiene un vinito que me convide? -trató de modular, con cara de culo incluida y los ojos rojos a tope.
- ¿Vinito? ¿Y pa' qué?
- Es que me fumé un puchito y ahora tengo el hocico seco.
- Uy, justo andamos de carrete ahora -hizo referencia al alto sonido de la música-, ¿te nos unes y te damos vinito y un baño, por si quieres vomitar?
- Claro -sonrió como drogada, oh, esperen, lo estaba.
Entró a la casa, donde la música se oía más fuerte todavía, vio a otros sujetos que vestían de similar al moreno que le abrió la puerta: pantalones de corte capri y muy coloridos, camisetas sin mangas de color negro y una gorra; ya sea un jockey, de lana o un sombrero como tal. Ni hace falta recalcar que la música que sintonizaba el estéreo era rap, rap de niggas.
- ¿Qué es esa mierda?
- Joder, perra, ¡es Public Enemy! -se quejó un tipo de cejas bastante pobladas.
- Joey, ¿quién es esa? -consultó otro de ojos bizcos al moreno.
- No sé, anda drogada, dice que quiere un vinito pa' que no se le seque tanto el hocico, Dan, ni idea de dónde es ni cómo se llama -Joey encogió los hombros.
- ¿Cómo te llamas? -interrogó el de cejas pobladas- Ni tienes pinta de conocernos, ¿o sí? -la grunger negó, todavía con cara de culo- Yo soy Scott Ian, el de ojitos desviados es Dan Spitz, el negrata ese es Joey Belladonna, el que tiene carita de bebé de allá es Frank Bello y el de sombrero kúlz es Charlie Benante. Somos Anthrax, una banda famosa... -la otra no dijo nada, porque ni lo escuchó- ¿Nos conocías de antes? -negó- Oh, vaya... ¿Cuál es tu nombre?
- No sé -bostezó-. ¿Me dan vinito?
- ¿No te perdiste o algo de ese estilo? -negó.
- Yo la invité a que festejara con nosotros y aceptó.
- Bueno, ¡bienvenida a nuestra casa, Zoe! El vino está en la nevera y...
Ella fue hacia la nevera, los demás mantuvieron la mirada fija, la chica sacó una botella de vino tinto que estaba más o menos hasta un poco más arriba de la mitad, previamente abierta, como podrían notar, sin miedo a nada. Se empinó el recipiente con el objetivo de beber a una gran velocidad el contenido. El porro la había dejado la boca muy seca y un hambre, y tras haber estado todo el trayecto en el vehículo en modo de alerta; con su corazón latiendo muy rápido, los efectos mayores desaparecieron, sí se reía sola de vez en cuando, actuaba de forma lenta, además de que el sueño la invadió de nuevo.
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Metal Fights! (Grunge, Glam & Thrash Metal Bands)
Fanfic¿Que las groupies son sólo mujeres que se quieren acostar con un artista? ¡Nada que ver, niña! Aprende de estas chicas que siendo tres groupies buscan hacer un momento épico en la historia del Metal: combinar tres subgéneros que se odian a muerte en...