Capítulo 12

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–Jongin cálmate por favor– le pidió el Dr. Zhang intentando con todas sus fuerzas retener al fuerte muchacho que luchaba para seguir al grupo de médicos que cargaba a Kyungsoo hasta el cubículo médico.

–¿Por qué lo están llevando ahí? ¡Suéltame! ¿Algo le pasa? ¿Por qué no me informaron sobre esto?– se quejó Kai y empujó al doctor para que no estorbara en su camino y lo logró. La fuerte bofetada lo tomó por sorpresa y se quedó totalmente en shock.

–No puedes descontrolarte y atacar al personal médico ¿Acaso no lo entiendes? ¡Ellos están salvando la vida de Kyungsoo en este momento! ¡No puedes intervenir en un procedimiento y arruinar su trabajo por un impulso estúpido! ¡Tienes que calmarte si realmente quieres ayudar!

Jongin no salía de su trance. El amable médico parecía realmente molesto y lo entendía. Seguía frustrado y quería respuestas, pero no se movió no forcejeó más. En realidad estaba asustado y su reacción sólo era el reflejo de su miedo. Lo único que tenía en este mundo era a Kyungsoo. Había perdido a sus padres por su desinterés, había perdido a sus amigos y a los abuelos por culpa de la situación política. No podía perder a Kyungsoo por un resfriado. Las cosas no podían ser así.

Regresó a su tienda sin decir nada, sólo hizo una reverencia respetuosa. El Dr. Zhang se arrepentía de haber usado la fuerza, pero Jongin era grande y peligroso si no se controlaba. Unas horas después, el chico se despertó con un fuerte dolor de cabeza. Se levantó repentinamente y eso lo mareó un poco. Al parecer, se había quedado dormido mientras esperaba, así que sentía totalmente perdido en el tiempo. Torpemente logró ponerse de pie y salir de la carpa donde estaba. Corrió tropezando varias veces hasta llegar al cubículo médico y el alma le regresó al cuerpo cuando se asomó y una enfermera le sacaba sangre a Kyungsoo del brazo. Estaba vivo. Hablaba y recibió la comida. La voluntaria se retiró dándole consejos y Jongin aprovechó para entrar. El enfermo se sorprendió mucho al verlo y se preocupó que estuviera nuevamente sin permiso en ese lugar. Quiso retarle, pero Jongin fue más rápido. 

–No vuelvas a asustarme así– susurró en el oído del mayor, mientras se negaba a soltarlo.

–Estoy bien. Finalmente estoy mejor después de sentirme tan mal. Al parecer ya no puedo contagiar a nadie y sí nos van a dejar ser voluntarios aquí– comentó Kyungsoo, respondiendo al abrazo e intentando calmarlo. 

–¿Realmente quieres quedarte?– quiso saber Jongin preocupado, sinceramente a él le gustaría tomar sus cosas y llevar a Kyungsoo a un lugar lejano y seguro.

–Jongin, necesito que entiendes. Acaban de salvar mi vida. Creo que por respeto a eso, deberíamos quedarnos por un tiempo, por lo menos hasta que las cosas por aquí se calmen un poco.

–Haré lo que quieras, Kyungsoo. Eres todo lo que tengo, así que porque te vas a recuperar...y vas a estar bien.

Kyungsoo se calló por un momento y se le vio bastante pensativo. Su mirada estaba fija en el otro chico y su semblante era sereno, pero Jongin sabía que algo pasaba por esa mente, simplemente lo sabía.

–A veces pienso, no lo sé. Realmente me ha sorprendido que eres un mentiroso increíble. Dices las cosas de tal forma que si no fuera porque estuve ahí y sé que no son verdad... también caería en tus historias. 

–¿Por qué decir eso tan repentinamente?– quiso saber Jongin atemorizado al sentirse atacado. Era inesperadamente doloroso que un pensamiento tan negativo sobre él estuviera en la mente de Kyungsoo. –Hyung... ¿por qué dices esas cosas?

–Ya te lo digo. Te he visto mentir... y eres un excelente actor. Estoy sorprendido.

–No sé por qué lo dices o por qué te sorprendes. Kyungsoo, yo jamás te mentiría– el mayor de los dos sintió ternura por las lágrimas que el menor contenía y por su expresión de desesperación e impotencia. No había comprendido su idea. 

Renacer: Porque vivirlo contigo vale la pena (Kaisoo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora