Renacer: Porque vivirlo contigo vale la pena (Kaisoo)

Capítulo 27

Jongin no podía dormir. Acariciaba suavemente a Gijeok que, para su suerte, sí esta dormitando un poco. Kyungsoo también estaba a su lado, arropado hasta la nariz y sintió ternura al verlo ahí. Parecía indefenso, con sus heridas todavía frescas y su aspecto de niño bueno. Podría ser mayor, pero para él siempre iba a ser el joven muchacho al que amaba y protegería con su vida. Sintió un estremecimiento cuando recordó la mirada de ese militar sobre su adorado Kyungsoo. Tenía un terrible presentimiento al respecto y se puso ansioso. Esos ojos que se lo comían, la cercanía innecesaria y sus palabras. Lo llamó "niño bonito" con una expresión escalofriante. Sin contar con la amenaza de no es mi intención lastimarte, no me obligues a hacerlo. 

Intentó quitarse la idea de la cabeza y se acercó para abrazar con tanta fuerza a su novio, que lo despertó. Kyungsoo parecía semi inconsciente y se limitó a acomodarse para acurrucarse contra su cuerpo y darse cuenta que Jongin estaba despierto. Entonces, correspondió el abrazo de media noche, porque se sentía seguro en sus brazos, no tenía idea del caos que era la mente de Jongin en ese momento. No sabía que el chico estaba sufriendo porque ese hombre lo deseaba. Ese era el temor más grande del menor de los dos, que el militar quisiera usarlo y luego desecharlo como probablemente hacía con todo lo que terminaba en sus manos de una u otra forma.

 Para ese tipo, Kyungsoo podía ser uno de los tantos niños bonitos que encontraba en el camino, pero para Jongin era mucho más que eso, era su todo. Kyungsoo era su única familia, su compañía incondicional, su pareja, la persona que amaba. Chanyeol y Baekhyun eran muy importantes, se habían convertido en un grupo, pero Kyungsoo era el amor de su vida. No iba a permitir que un militar desagradable se aprovechara de ninguno. Era hora de huir. Era frustrante y triste, pero no podía arriesgarse. No tenía la forma de defenderse ante él. 

–Debemos marcharnos, Kyungsoo. Tomar todas nuestras cosas e irnos de aquí. Encontraremos otro lugar, uno más alejado de los militares y más cerca para comprar lo necesario.

–¿Todavía estás dormido, Jongin–?– preguntó su novio con voz seca y carraspeó. –¿Por qué nos iríamos de aquí? Estamos muy bien y cómodos. No dejes que un mal incidente arruine nuestro trabajo duro. Nos puede pasar en cualquier parte lo mismo. 

–Kyungsoo...

–Con Baekhyun ya delimitamos el huerto. Chan y tú han trabajado duro en esa tierra y el río está cerca. Esta casa está en buenas condiciones y cada día parece más nuestro hogar. Podemos esconder fácilmente la camioneta aquí y la gente que vemos alrededor hasta ahora ha resultado inofensiva. Finalmente tenemos un lugar al que siempre podemos volver. ¿Por qué quieres irte de aquí?

–Es por ese militar, no me da buena espina. Tenemos que huir de esa persona y de sus amigos. Mira lo que nos han hecho sólo porque teníamos gasolina. Pronto será invierno y tal vez es mejor si vamos a una zona más cálida.

–Nini– las manos de Kyungsoo tomaron el rostro de su preocupado novio y lo acariciaron con dulzura. –Nos dejó ir, nos dijo que no hagamos nada y no nos harán nada. No representamos una amenaza para ellos. Si quieren llevarse ciertas cosas, no importa. Podemos prescindir de cualquier cosa en esta casa. Todo puede ser remplazado con el tiempo, nada es más importante que nosotros como personas. Si intentamos huir, es probable que quieran saber por qué lo hacemos y en serio nos expongamos a un peligro mayor– Kyungsoo suspiró y le robó un suave beso. –Quedémonos aquí, cultivemos esta tierra, reconstruyamos esta casa, veamos a Gijeok crecer, conozcamos mejor a Chan y a Baek. Seamos felices juntos a pesar de todo lo que estuvo en nuestra contra una vez.

–Él... él quiere arrebatarme de las manos a la persona más importante que tengo en mi vida– Jongin se refugió en el pequeño cuerpo de Kyungsoo buscando consuelo.