Capítulo 13: Visita al pasado

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Capítulo 13

Visita al pasado

Gabriella

Una semana ha pasado desde que entro en mi celular aquel extraño mensaje de Evan:

Algo surgió. Tengo que viajar, después te explico. Por favor, ten cuidado, quien sea que esté haciendo esto todavía esta suelto.

Esa última frase no ha abandonado mi cabeza desde entonces...al igual que los correos que imprimí que no me han abandonado desde entonces. No le he dicho nada de eso a nadie. Quise llamar a Evan pero no es algo que se pueda decir así de fácil, tampoco es como si él hubiera estado contestando mis mensajes.

Mi tío ya está fuera de peligro según los doctores pero sigue sin despertar, la inflamación cedió. En este punto, todos estamos al borde de la desesperación.

Los doctores dicen que lo hará cuando esté listo. He leído esa frase demasiadas veces.

En contra de mi voluntad fui a clases toda la semana, atravesé por la ira de Isabell por no haberla llamado para contarle todo...incluyendo mi "situación" con Evan.

Reviso mi teléfono por enésima vez en busca de algún mensaje de él. Nada.

Hoy es sábado y él muy...no me ha enviado ni un solo mensaje.

De acuerdo, eso sonó patético pero no estoy esperando un mensaje romántico, quiero decir, alguien amenazo a toda mi familia con exterminarnos y él parece tener respuestas que yo quiero y necesito.

—Te ves patética. —La voz burlona de Isabell me hace despegar la vista de mi celular —. Si no te conociera mejor, diría que estas enamorada.

Ruedo los ojos.

—Algún psicópata quiera acabar conmigo y con toda mi familia, créeme cuando te digo que el menor de mis problemas es lo que pueda sentir o no por Evan.

—Así que, ¿sientes algo por mí? —Su voz me hace saltar en mi asiento provocando que Isabell ría como una llena con epilepsia.

Las personas que caminan por el pasillo de habitaciones voltean a mirarnos con mala cara por su culpa.

Evan rodea los sillones quedando de frente a nosotras dejando ver una hermosa sonrisa.

No sé que me posee en el momento que salto a sus brazos ante la mirada atónita de mi hermano que viene entrando con café para nosotras.

—No te emociones, créeme cuando te digo que para este momento debo haber planeado más maneras de acabar contigo que el psicópata que viene tras el trasero de mi familia —murmuro con disgusto en su cuello.

Se ríe haciendo su pecho vibrar mientras me aprieta contra él.

—También te extrañe —susurra —. Necesitamos hablar, pero al parecer primero tengo que enfrentar el ceño en el rostro de tu hermano.

Eso me hace reaccionar y libero mi abrazo para poder girarme a enfrentar a mi querido hermanito.

¿Mencione en algún momento que Daniel es la persona más celosa del mundo?

Antes de que cualquiera de ellos pueda hablar digo:

—No estamos haciendo esto ahorita. Tú —señalo a Daniel —. Quita la mirada de asesino en serie, he tenido suficiente de eso, y tú —volteo mi rostro para mirar a Evan significativamente —. Tenemos que hablar. Ahora.

No doy oportunidad para discutir.

Tomo la mano de Evan y con la escandalosa risa de fondo de Isabell lo halo fuera de la sala con rumbo a la cafetería.

—Eso es lo que lo llamo, habilidad para control pre-daños —bromea entrelazando nuestras manos.

—Una de mis muchas características positivas —concuerdo.

—Junto con la humildad, por supuesto.

Rio suavemente. Sin duda, esa palabra y yo vivimos en guerra continua.

Entramos a la cafetería, ordenamos café y luego acomodamos en una de las mesas.

—Espero que tengas una muy buena razón para haber desaparecido del radar dejando solo un mensaje, bastante extraño he de acotar. Conseguí algunas cosas bastante graves en el correo de mi tío, tenía que contártelo y solo...desapareciste.

—Lo siento, cariño —responde haciendo una mueca —. También me entere de algunas cosas y solo había una persona capaz de ayudarme a esclarecerlas y no vive aquí...así que, no tuve opción.

Saco las arrugadas hojas de mi cartera y se las entrego. Veo las emociones cruzando su rostro a medida que avanza en la lectura.

Evan

1 semana antes

—Tanto tiempo sin verte, Evan. —Robert estrecha la mano que le ofrezco.

Hace más de 4 años que no sé nada de él. En mi camino por escapar del pasado que mi padre representa me deshice de sus amistades también.

Me libero de su agarre y me doy cuenta de la maleta en la entrada de su departamento.

— ¿Te vas de viaje? —pregunto.

—De hecho, acabo de llegar. Cuando recibí tu llamada acababa de aterrizar.

Suficiente como socialización.

Mi padrino tampoco es mi persona favorita en el mundo. Es igual de frio y calculador que mi padre, es por ello que él puede tener las respuestas.

—Bien, debes estar cansado. Iré directo al grano, ¿Haz visitado a mi padre últimamente?

— ¿Qué? No. No he podido viajar a San Diego —espeta.

Esa es toda la respuesta que necesito para de hecho, estar seguro que ha visitado a mi padre.

Con Robert las cosas funcionan a la inversa, cuando asegura haber hecho algo es porque no lo hizo y al contrario.

— ¿Qué sabes de la alianza que hizo para llevar a cabo el atentado donde murió mi madre y su familia? ¿Quién está detrás de los últimos atentados contra la familia Anderson?

Veo como el color abandona su rostro ante mis acusaciones, puede que lo vaya a negar, pero yo necesitaba saber si él estaba involucrado, de eso modo el trabajo de Jared será más fácil.

—No tengo ni idea de lo que hablas —asegura con tono frio —. Y si solo viniste a hurgar en el jodido pasado de tu padre y de esa familia, estas perdiendo tu tiempo conmigo...Ya sabes dónde está la puerta.

Sonrió caminando hacia la puerta.

—Quizás deberías saber que yo soy quien tiene el poder ahora, cuida tu espalda, padrino, no querrás que envié tu trasero a una celda...también —digo alto y claro antes de salir.

Quiero regresar cuanto antes con Gabriella, si mi instinto no falla y este hombre está involucrado, la situación está bien planeada. Es meticuloso, mucho más de lo que lo era mi padre. Sin embargo, tengo mucha investigación que hacer aquí antes de poder regresar a casa.

De vuelta al auto, llamo a Jared:

—Averigua si Robert Collins ha entrado a San Diego en los últimos meses, puede que él sea quien ha estado visitando a mi padre. Yo estaré de vuelta en unos días, necesito conseguir lo que vine a buscar.

—Estoy en ello. Evan, esto puede ser más grave de lo que pensábamos, conseguí algo nuevo.

—Hablaremos a mi regreso, por favor, haz que alguien mantenga un ojo en Gabriella y su familia. No quiero que ninguno de esos malditos respire el mismo aire que ella.

Cuelgo el teléfono y me pongo en marcha a mi nuevo destino. 

La sombra del pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora