Capítulo 26. Se ha ido.

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Capítulo 26. Se ha ido.

Evan POV

Sostengo a Gabriella entre mis brazos y por primera vez en horas siento que respiro. Puedo escuchar la locura desatada en la planta baja de la cabaña aun. No había estado en este lugar por años.

Después de que salimos de la casa de Gabriella, el policía amigo de Jared se encargo de armar la operación, condujimos sobre el límite de velocidad y llegamos en la mitad del tiempo. Estaba seguro de que ellas estaban aquí. Los tomamos por sorpresa y eso jugo a nuestro favor.

Dejamos los autos estacionados fuera de la vista en uno de los caminos del bosque e hicimos el resto del camino caminando, en contra de las órdenes de la policía, Jared, Daniel y yo junto al papa de Isabell nos unimos a ellos en la operación. No podía simplemente sentarme y esperar mientras el amor de vida y su mejor amiga estaban ahí dentro. En el momento que vi las luces de la sala prendidas supe que tenía razón. Con ayuda de la policía tumbamos la puerta principal y fue cuando la locura se desato. Por supuesto que ellos se iban a defender, los oficiales entraron y nos mantuvieron protegidos de los disparos, sin embargo lograron mantener la situación bajo control cuando ellos abrieron fuego contra nosotros.

Y ahí estaba él. Sin poder creerlo. Sin duda sorprendido e intentando esconderse como la rata que es. Él hombre que por mucho tiempo me obligue a respetar. Robert Collins. Mi padrino y el alcahueta de mi padre, junto al tipo desquiciado que ayudo a Fabio a acabar con mi familia y la de Gabriella, Charline y cada una de las personas involucradas en esto. Robert no pudo llegar muy lejos antes de que yo lo alcanzara y sacara la mierda de él, mientras Jared se encargaba de inmovilizar al que inicio todo este desastre.

La policía se encargo del resto, quienes tomados por la sorpresa no reaccionaron a tiempo.

Daniel me detuvo evitando que lo matara, que sin duda es lo que hubiera hecho, estaba viendo rojo y lo único que podía pensar es que el intento arrebatarme a Gaby también.

Los tiros me estaban aturdiendo y yo solo rogaba porque donde sea que las chicas estuvieran ninguna saliera herida de esto.

La policía intento detenernos cuando nos disponíamos a subir las escaleras, seguros de que ellas tenían que estar arriba. Ja, como si eso hubiera sido posible. Cualquier riesgo significaba nada para mí, si podía tenerla en mis brazos de nuevo.

Escondo mi cabeza en su cabello e inhalo su olor. No puedo ver su rostro como me gustaría en esta oscuridad.

-¿Isabell? –pregunta alejándose solo lo suficiente como para ver mis ojos. La verdad no lo sé, Jared y Daniel se fueron hacia la izquierda a revisar el resto de las habitaciones, mientras yo venía hacia acá. De niño conocía perfectamente este cuarto, solía haber muchos juegos y me escondía aquí por horas mientras mi papa y Robert arreglaban sus negocios. Ahora no es más que un cuarto oscuro y vacio.

-No lo sé, cariño. Jared y tu hermano están revisando las demás habitaciones.

-Vamos a buscarla, por favor- gime escondiendo su cara en mi cuello.

Deposito un beso en su frente y a regañadientes la libero. Tomo su mano y juntos salimos de ese cuarto oscuro.

Volteo a mirarla, una vez que estamos en el pasillo iluminado. Y la ira que había quedado eclipsada por el hecho de tenerla de nuevo conmigo comienza a surgir con más fuerza.

Su mejilla esta roja e hinchada. La golpearon. Alguien, malditamente, la golpeo.

Los voy a matar yo mismo. Por cada golpe que ella tenga les voy a dar diez.

La sombra del pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora