Capítulo 22. Persecución

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Capítulo 22

Persecución

Gabriella POV

Alguien nos está siguiendo. Lo sé. Desde que salimos de las oficinas de Evan he sentido ese auto detrás de nosotras. Si cambio de canal, el cambia. Si tomo algún desvió, el lo hace también.

Quizás esté siendo paranoica teniendo en cuenta todo lo que ha pasado en los últimos días...No, estoy segura que nos están siguiendo.

Interrumpo el monologo de Isabell acerca de una nueva película y lo sexi y no gay que es el protagonista.

-Bell, nos están siguiendo

Se calla y voltea a mirarme.

-Me estas jodiendo...No juegues con eso Gabriella.

-Ese carro negro de atrás, está detrás de nosotras desde que salimos de donde Evan. Mira-digo mirando por el retrovisor. Entro por un desvió que nunca he usado y tal como esperaba el carro se mete por el mismo lugar.

-Nos están siguiendo-murmura Isabell horrorizada.

Tomo una profunda respiración sintiendo mi corazón en la garganta palpitando tan duro que temo que en cualquier momento explote. Las manos me comienzan a sudar mientras entro de nuevo a una avenida con la intención de perderlo entre los otros carros.

Respiro de nuevo. No puedo perder los nervios en este momento, con una de las dos enloqueciendo es suficiente. Vamos Gabriella, piensa.

-Bell, dame mi celular. ¡Rápido! –digo y puedo sentir como mi voz me traiciona y se rompe al final. Con las manos temblando Isabell me entrega mi celular y rápidamente marco el único numero que se me viene a la cabeza en este momento.

-Evan-digo cuando escucho que descuelga-Nos están siguiendo.

-¿Qué? –Pregunta aturdido-Cariño ¿Dónde estas?- Escucho como se levanta de la silla y le dice algo a la persona con él. Supongo que Jared.

-En la avenida del parque de diversiones. He estado intentando perderlo pero no he podido, ha sido así desde que salí de tu oficina.

-Necesitas encontrar un lugar con mucha gente. Voy en camino- dice con voz nerviosa-Gaby mantente en la línea, no cuelgues.

-Está más cerca-Isabell me miro con pánico en sus ojos.

-Esta avenida no es precisamente congestionada. Es muy temprano y el parque está cerrado. Evan está muy cerca.

-Intenta buscar un desvió y regresa al centro. No te detengas- Escucho el motor de su carro cuando arranca. Ya viene en camino.

Miro lo que parece una calle a pocos metros a la derecha y rápidamente cambio de canal y tomo el desvió pensando que nos llevaría hacia el centro.

Mi error. Nunca he sido buena con las direcciones. Isabell gime y deja caer su cabeza contra el tablero.

Estamos atrapadas.

Callejón sin salida.

-Gaby ¿Sigues ahí? –Pregunta Evan desesperado. Había olvidado que él seguía en el teléfono.

-Estamos encerradas. Callejón sin salida. Se está estacionando justo tras nosotras.

Escucho como le grita a Jared que acelere y después el motor rugir con más fuerza.

-No salgan del carro bajo ningún motivo-ordena.

El desespero en su voz, solo me hace sentir peor. Casi puedo leer su mente desde aquí. Puedo ver las imágenes pasando por su cabeza...todo lo que ha vivido y todo lo que ha perdido...Lo que hemos perdido.

Bloqueo las puertas al mismo tiempo que veo a cuatro hombres encapuchados bajar de la camioneta negra.

-Ella-gime Isabell.

-Lo sé- murmuro sin que tenga que decir nada más. Sé que lo que pase de aquí en adelante no está en nuestras manos.

-Están viniendo hacia nosotras. Son cuatro. Estamos en un callejón justo después de pasar el parque de diversiones...a la derecha.

-Jared llamo a la policía. Ellos también están en camino.

Los hombres llegan al carro y se colocan dos en cada lado bloqueándonos cualquier salida a Isabell y a mí. Se la intención del tipo a mi lado antes de ver la pistola. Cierro los ojos y respiro.

Escucho como golpean el vidrio e Isabell y yo nos miramos.

Mi celular se me resbala de las manos y cae en algún lugar.

-Abre la puerta-gruñe uno de los encapuchados desde afuera. Finjo que no lo oigo.

Mala idea. Rápidamente le grito a Isabell que se cubro el rostro mientras yo hago lo mismo. Escuchó el sonido del vidrio crujiendo por el golpe y como estalla en mil pedacitos dejándonos totalmente expuestas.

Nunca sabemos cuál será el modo en el que reaccionaremos ante situaciones de peligro. Quizás mi personalidad, muchas veces me hizo pensar que sería capaz de reaccionar ante cualquier cosa después de todo lo que he vivido. Pero el miedo siempre nos juega una mala pasada. Yo, Gabriella Anderson, probablemente escogí el peor momento para no hacer nada.

Me congele. Puedo escuchar los gritos de mi mejor amiga pero soy incapaz de moverme.

-¡Gabriella!

Veo como esos hombres abren las puertas y tras el grito de Isabell reacciono. Comienzo a patalear intentando evitar que afiance su agarre sobre mí, logro golpearlo con fuerza en la nariz y pateo su estomago mientras me alza, el se dobla del dolor pero otro de los hombres se acerca a ayudarlo.

-¡Bastardo! ¡No me toques!- chilla Bell. La busca con la mirada sin dejar de retorcerme en los brazos de mis captores y veo como le muerde un hombro. Brillante.

-¡Suéltame! –Grito pataleando- ¡Te juro que el infierno se va levantar si no me sueltas!

Tomo impulso y llevo mi codo con fuerza hacia atrás atinándole al otro tipo, aun así no me libera siento cuando pone algo cubriendo mi nariz y mi boca, un olor repulsivo y fuerte golpea mis fosas nasales...Lo último que veo es como también presionan un trapo contra el rostro de Isabell y después todo se vuelve negro.

Evan POV

Bajo del auto como si el mismísimo diablo me estuviera persiguiendo y entro corriendo al callejón que Gaby me dijo.

Escuche sus gritos por el celular antes de la llamada se callera. Esta pasando de nuevo...No puedo permitir que el resultado sea el mismo.

Escucho las sirenas de los coches de policía y apresuro mis pasos hasta el carro de Gabriella...Aunque quisiera creer lo contrario, se que ella no va a estar ahí. Los estúpidos guardaespaldas que había contratado para ella, no notaron cuando abandono la oficina.

No puedo perderla...No a ella.

Cristales rotos es lo que me recibe cuando llego a la puerta del conductor. Los muy malditos rompieron los vidrios.

Me quedo parado mirando las evidencias del forcejeo. Ninguna de las dos esta.

Jared llega corriendo a mi lado, seguido por un grupo de policías. Nos tardamos demasiado en llegar hasta aquí.

-No están- digo a través del nudo que se comienza a formar en mi garganta- Se las llevaron.

Y entonces, incapaz de mantenerme en mis pies, caigo sobre mis rodillas mientras todos los escenarios y lo que esto puede significar empiezan a bombardear mi mente. Soy incapaz de escuchar la conversación que ocurre a mí alrededor. Lo único en mi mente es Gabriella. 

La sombra del pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora