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Nuestras respiraciones se intercambiaban y nuestras narices se rozaban. Observé de cerca y detenidamente sus ojos azules, de un azul cielo intenso, aquellos que casi parecían brillar con luz propia cuando se trasformaba y se volvían aun mas claros.

Físicamente era imposible negar que Durán era atractivo, aunque a mi nunca me habían llamado la atención esta clase de chicos y, en general, ningún otro ¿Por qué justo Durán me hacia sentir tan...extraña?

Me tenía que alejar. Ahora. O esto iría por un camino por el que no quería ni acercarme, aunque acercarme ahora mismo era lo que más estaba haciendo.

Cuando me disponía por fin a separarme de Durán y mostrarle que no iba a caer en sus juegos, el que se alejó fue él.

-Tsk-Chascó la lengua e hizo una mueca de enfado.-Esto no puede pasar Ilduara, ni ahora, ni nunca.

Y sin saber muy bien de donde, una rabia empezó a inundar me interior ¿Se puede saber qué tenía yo de malo? Yo debía rechazar al lobo leproso, no al revés.

-¿Sabes? Solo te me adelantaste, yo no me acercaría a ti ni con un palo, si no es para lanzártelo, idiota.

Durán volvió a sonreír y algo se revolvió en mi interior. Debía hablar con el cocinero, la carne de la mañana me había sentado mal.

-Bien que te acercaste antes a mí, mentirosa.-Soltó una carcajada.

-El que dice mentiras eres tú, bultuntún*. En cuanto finalicemos nuestro trato colgaré tu cabeza en la puerta de mi hogar.-Crucé los brazos, algo mosqueada. Es verdad que estaba actuando sin medir bien mis palabras, pero Durán me provocaba tanta rabia que me convertía en una niña pequeña.

Durán dejó de reírse y me dirigió una pequeña sonrisa triste.

-No es que no tenga ganas de besarte, Ilduara, es mas, no sabes lo que me estoy conteniendo ahora mismo para no hacerlo.Casi podría decir que me estoy muriendo por dentro.-Sus palabras me paralizaron- Pero no me gustaría que luego lo vieses como un error, y menos que se acabase convirtiendo en uno.-Paso sus manos por su cabello, revolviéndolo un poco, nervioso.-Si yo te contara Ilduara...

Miré sus ojos, esos que ya no hacían contacto con los míos,  que se limitaban a observar el suelo.

-Cuéntame, por favor.-Dije de forma sincera.-No puedo seguir andando por este camino a ciegas Durán.

Él se mantuvo callado y vi que era mi momento para hablar y, o conseguir respuestas o enfadarlo aun más y que volviese a huir, como ya se había vuelto costumbre en él.

-En teoría yo estoy aquí para suplantar a tu "alma gemela lobuna" o algo así hasta que la encuentres ¿No? Porque no deseas casarte con tu prometida. Pero...¿Lo de la guerra? ¿Todo ese secretismo que te rodea, del que no quieres hablar? Necesito respuestas, Durán.

Levantó la vista al cielo y suspiró. Examiné su reacción. No era un suspiro de cansancio o hastío, no, era uno de tristeza.

-Esta bien, te contaré.-Dijo recostándose en la hierva para poder acostarse de espaldas.-Mi manada siempre ha sido tranquila. Manteníamos buenas relaciones con todos los clanes cercanos y nunca fuimos conflictivos. Mi padre era un gran hombre y sabía llevar la manada mejor de lo que la llevaré yo nunca. Desgraciadamente, él murió hace dos años.

En ese momento Durán dejó de mirar el cielo para colocar uno de los brazos sobre sus ojos, como haciendo una barrera contra el mundo.

-Mi madre no confía en los humanos, o al menos no antes de conocerte.-Una sonrisa lobuna surcó su cara.- Pensando que con eso conseguiría mi bien me emparejó con la hija de un alpha de otra manda, debido a que yo debía de convertirme en alpha y creyó que estar con ella me vendría bien, tanto a mí como al clan, o al menos mucho mejor que con una posible mate humana.

Durán por fin estaba respondiendo a mis dudas pero, de la persona que menos tenía, me acababa de dar una grande e importante ¿Debido a que Oria nos tenía rencor? Por mi mente pasaron momentos que antes había dejado correr, habiendo bajando quizás la guardia, como cuando Oria me estaba peinando y en un momento se había quedado pensativa y con cara triste, o como los comentarios que había dicho durante el desayuno.

-Como ya sabes ese matrimonio no me hace nada mas que infeliz. Yo decidí no aceptar esto y Alodia nos declaró la guerra. Puso aliados en nuestra contra y nos amenazó con atacarnos. Tras esto yo acepté, buscando que no hiciese daño a mi manada, pero ellos se negaron a que arruinase mi vida por ellos. En verdad son como una familia, una estúpida y loca familia. -Se rió un poco, pero esa sonrisa luego desapareció de su cara, apretando su mandíbula fuertemente- Alodia mato a dos cachorros que estaban jugando por el bosque. Nunca lo perdoné, ni a mí mismo, ni a ella. Lo peor de todo es que su padre la apoya en cada decisión que toma, solo aceptará la cancelación del compromiso si uno de los dos, tanto ella como yo, encontramos a nuestra pareja destinada, nuestro mate. Ningún lobo debe interferir en los deseos de la diosa Luna.

Mi boca se abrió levemente. Me imaginé a dos niños ser matados sin piedad por una celosa y enferma loba, solamente por el rompimiento de un compromiso.

Me senté en la hierva junto a él y le toqué suavemente el hombro.

-No fue tu culpa Durán, no lo fue. Te prometo hacer todo lo que este en mi mano para ayudarte. Imagínate, ¿Qué va poder hacer ella contra un alpha y una cazadora luchando juntos? ¡Si se puede considerar hasta casi un milagro!-Solté una pequeña risa, intentando aligerar la situación y su culpa.

Lo que no me esperaba fue cuando Durán me cogió por un hombro y me arrastró hacia él, tumbándome sobre la hierva y reposando mi cabeza sobre su pecho, abrazándome.

-¿Podemos estar así solo un poco más? No quiero regresar a la realidad aun.

Le devolví el abrazo, algo enternecida por la historia y las palabras de este lobo, pero aun sin saber muy bien lo que estaba haciendo y en lo que, en tan poco tiempo, me estaba convirtiendo.

¿Por qué no lo odiaba? ¿Por qué ya no?

   ≈ ≈ ≈ ≈

  ☞ภ๏tคร ☜

◊ Bultuntún: Insulto usado en la época del renacimiento. "Que habla sin ton ni son".

P.D: Perdón si el capítulo se hizo algo pesado, pero eran pequeñas cosas que eran necesarias contar. Como pequeño "spoiler" diré que Durán aun nos oculta muchas cosas, y a la pobre Ilduara aun le queda mucho de lo que enterarse.

Por otra parte, muchísimas gracias a todas las personas que comentan, votan y leen mi historia. Me hace inmensamente feliz que otras personas lean lo que escribo y que les guste, y más a tanta. Muchas gracias, de verdad♡

Os dejo, en cierta medida en forma de  agradecimiento, una frase que pertenece a la historia del concurso de escritura en el que participé ↓↓ Si os gustan puedo dejaros de vez en cuando una frase mía que me parezca medianamente decente^^

"Iba a mencionar tus promesas rotas sin acordarme de que tú nunca pronunciaste una, no sé que duele más, si el incumplimiento de las mías o la falta de las tuyas"

Catulus Donde viven las historias. Descúbrelo ahora