Cartas a mi yo futuro

13/04/1937

       Querida yo del futuro:

       La guerra no cesa para ninguno. Ayer nos dijeron que mi primo mayor había muerto en el frente. Uno más al que añadir a la lista de familiares muertos en esta guerra. Yo no logro comprender todo lo que está pasando.

      Mi madre no me deja salir casi de casa y mi padre es el único que tiene más accesibilidad para salir, y es que él también está luchando. Todas las mañanas beso lo beso en la mejilla y le digo lo mucho que lo quiero; lo hago inconscientemente, aun que mi padre sabe que lo hago por si nunca vuelvo a verlo. Mi hermano pequeño también murió, aun que lo suyo fue por desnutrición. Yo tenía diecisiete y mis padres se habían quedado sin trabajo. Comíamos lo que podíamos y menos, porque una de nuestra pequeña parte acababa en el plato del pequeño. Murió delante de mis ojos un trece de Marzo del veintiocho.

     Ahora yo tenía veinte, aun que aparentaba más. La falta de sueño y la poca comida que era capaz de meter al cuerpo me habían hecho adelgazar demasiado. Mi pelo se debilitaba por momentos y mi color avellana había perdido su luz. Aun así nunca había perdido la sonrisa de mi rostro.

     Esta mañana he encontrado esta libreta guardada debajo de muchos objetos inútiles, así que la he cogido suponiendo que nadie la necesitará.

     Creo que esta es la mejor forma de pasar el tiempo, escribir cartas para alguien mucho más madura que yo. Seguro que ese alguien se acordará así de mayor, que hubo unos años en su vida con más dolor que alegrías. 

     Lo siento si no querías acordarte.

                      Xx