14/08/1939

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Querido Aurel:

Respondiendo tu primera pregunta de tu última carta, mi padre empeora por momentos. No puede moverse casi, y ha perdido mucha masa muscular según el médico. No quiere escuchar a nadie, ni vernos. Cada vez que los niños entran en la habitación lo único que hace es tirarlos de la habitación a gritos que casi no se escuchan por lo poco que puede moverse. No para de repetirme que deje de llevarle comida para obligarle a probar algo, que lo único que quiere es irse con mi madre y con mi hermano. Se que le duele mucho y que lo está pasando mal, pero no entiende que diciéndome eso me hace sentir mal, como si nada de lo que hiciera fuera suficiente como para quedarse aquí conmigo. 

Dime qué puedo hacer Aurel.

Te quiero.

Cartas a mi yo futuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora