26/04/1937

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       Querida yo del futuro:

       Se que últimamente no he podido escribir casi, pero no he tenido tiempo para estar sola. Aurel me acompaña cada mañana a hacer las tareas mientras alguna vecina se queda con madre cuidándola y contándole todos los cotilleos del momento. Por las tardes cuido de madre hasta que padre regresa, le damos la cena y después cenamos los dos en silencio mientras esperamos que madre duerma para poder hablar con más tranquilidad sin que se ponga nerviosa.

        Aurel conoció a madre hace tan solo dos días. Necesitaba contárselo y decidí hacerlo antes de hacer una de las salidas para realizar las tareas. Madre hizo que Aurel subiera a casa y se presentara formalmente haciéndolo como mi novio. 

        Por la noche, a madre se le escapó y así padre se enteró de mis encuentros con Aurel. 

       Al día siguiente padre no fue a trabajar, esperó a que Aurel llegara a la puerta de casa y le ofreció cenar con nosotros esta misma noche.

      Esta mañana, nos hemos acercado a comprar lo que mejor podíamos comprar con el poco dinero que tenía y con un poco de dinero que Aurel ofreció para que no pagara yo todo. 

      He de decir que poco a poco he mejorado haciendo de comer y de cenar y lo que había hecho para la noche me quedó bastante delicioso. 

      La cena ha sido tranquila. Mi madre tuvo que disculparse pronto por tener que marcharse a la cama quedándonos los tres en la mesa. Padre parecía más contento con cada palabra que Aurel decía y eso hizo que poco a poco me fuera relajando más.

       Cuando acabamos la cena, padre subió a la habitación para estar con madre mientras yo tenía un tiempo para despedirme de Aurel.

       -Gracias por lo de hoy.- Dije sonriendo.

       -Ha sido un placer. Me lo he pasado bien.- Respondió.- Tu padre es un hombre muy amigable.

      -Si, menos mal que le has caído bien.

      -Se nota que solo quiere lo mejor para ti.

      Aurel se acercó y colocó su mano sobre mi mejilla acariciándola con cuidado.

     Estábamos en la puerta de casa mirándonos a los ojos y sonriendo como dos tontos. Me acerqué un poco más a él y me quedé mirando sus labios unos segundos.

     Como si me leyera el pensamiento, Aurel posó sus labios sobre los míos produciéndome una adrenalina que recorría todo mi cuerpo. Sus labios se abrieron poco a poco y su lengua se acercó a la mía que estaba llena de miedo en un rincón, pero al acercarse, fue como si algo la activara e hizo que ambas se enrollaran entre sí.

      Sabía que quería a Aurel, pero jamás hubiera pensado que en tan poco tiempo pudiera quererlo como realmente lo quiero. 

     ¿Quieres que te sea sincera Lucia? Puedo decirte ahora mismo, que no sé lo que pasará en un futuro, en tu actualidad, lo que si que estoy segura ahora mismo es que estoy locamente enamorada de este hombre y que voy a pasara el resto de mis días con él. Lo presiento. Lo se.

Xx

Cartas a mi yo futuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora