Cartas a mi yo futuro

16/04/1937

Querida yo del futuro:

       Hace dos días que conocí a Aurel y he de decir que algo en mi parece que se ha despertado. Desde que lo conocí tengo ganas de volver a verlo, tengo ganas de que se esconda detrás de un arbusto y me silbe para que pueda salir a la ventana y pueda verle. Por desgracia parece que él se ha debido de olvidar de mí mucho antes de lo que yo me temía. Es normal, él es guapo y encantador, y yo solo soy una simple chica la cual ha pasado por más cosas malas que buenas. 

      Madre parece que poco a poco se va recuperando, pero por si acaso, sigo saliendo yo a la calle a hacer sus tareas y sigo preparando la comida para que los tres podamos comer. 

     Esta mañana me he atrevido a ir al cementerio para poder estar un rato a solas con mi hermano pequeño. Su tumba tenía un poco de polvo, pero al limpiarla y ponerle un ramo de flores ha quedado como nueva. Le he pedido a mi hermano que protegiera a madre para que no empeorara porque no quería que se fuera con él aún. Le he dicho que rezara por padre para que regresara a casa sano y salvo como el resto de días y para mi, bueno, no le he pedido nada para mi, él ya tiene bastante con cuidar a mis padres. 

     Seguramente tú que ahora estas leyendo esto sabes cual es el final de esta historia, de nuestra historia. 

    Quizás han destinado a Aurel a otro lugar y no ha podido venir a despedirse de mí, o quizás está demasiado ocupado con sus cosas. También puede que haya encontrado a una mujer mucho más atractiva que yo y por esa razón no ha vuelto o simplemente, puede que no le interese...

Xx