Cartas a mi yo futuro

23/08/1937

Querida yo del futuro:

Hoy ha sido el día en le que se han hecho realidad mis especulaciones y al fin se lo he podido confirmar a Aurel.

Esta mañana he ido a nuestro médico de siempre ya que me siento un poco más hinchada. Después de hablar durante casi más de una hora, el médico ha empezado a preguntarme si había tenido nauseas, mareos y en alguna ocasión especial, antojos. Mis respuestas han sido todas afirmativas a todas y cada una de sus respuestas con lo que finalmente el doctor me ha confirmado que estaba embarazada. Mi cara ha cambiado por completo y mi sonrisa, más grande de lo normal, podía ser vista desde lo lejos de la calle.

Al llegar a casa, he comenzado a hacer la comida con la esperanza de que Aurel regresara pronto  y así poder anunciarle la esperada noticia. 

Cuando al fin ha llegado a casa no he podido contener la emoción y he salido corriendo a buscarlo y a abrazarlo.

-¿Qué ocurre?- Me ha dicho con una sonrisa en la cara.

- Aurel, estoy embarazada.

Al salir esas palabras por mi boca, Aurel me ha abrazado muchísimo más fuerte, me ha dado vueltas mientras me cogía y me ha besado de una forma que no tiene prácticamente explicación. 

- Vamos a ser los mejores padres del mundo- Ha dicho casi entre lágrimas. 

Jamás había visto a este hombre de esta forma, pero la verdad era que me encantaba. Tenía ganas ya de sostener al pequeño o a la pequeña en brazos y ver como Aurel se convertía en padre. 

Por la noche, hemos decidido ir a casa de mi padre para contarle la gran noticia y casi se pone a saltar de la alegría que tenía en su cuerpo. Ha sacado uno de los mejores vinos que tenía guardados y nos ha servido a cada uno. Hoy sin duda alguna era un bonito día de celebración y por esa misma razón os quedamos hasta tarde hablando. 

Xx