11/11/1939

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Querido Aurel:

Quzás lo que hoy tengo que contarte no sea muy largo, pero estoy tan contenta, que debía ponerme a escribir. 

Cuando he regresado del hospital y la vecina me ha devuelto a los niños, me he puesto con ellos un rato para jugar con ellos y despejarme un poco de todo lo que ronda mi cabeza.

Al acabar con ellos, me he levantado para irme a preparar algo para cenar, cuando Georg ha empezado a llorar. En el momento en el que me he acercado a él, ha empezado a decir palabras como mama, papa, casa...

Me ha hecho muchas ilusión que el pequeño de la casa haya empezado a decir palabras. Dentro de poco tendré ya a mis dos parlanchines correteando como ya lo empieza a hacer Blanca, por toda la casa. 

Tendrías que ver lo grandes y guapos que están los dos.

Espero que estés bien.

X.x

Cartas a mi yo futuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora