19/04/1937

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Querida yo del futuro:

El día de hoy ha sido bonito. Por la mañana he realizado las tareas de madre como los días anteriores y he hecho la comida deseando que el tiempo pasar rápido para que llegara la tarde. 

Aurel se plantó delante de la puerta de mi casa a las cinco y media de la tarde de un domingo con un traje negro con camisa blanca y una rosa en la mano. Yo llevaba un vestido algo largo y una chaqueta para resguardarme del frío. Dejé la flor en un jarrón lleno de agua y a mi madre con doña Margarita, la vecina cotilla.

Aurel me llevó al cine donde vimos una película que si, han pasado unas horas solamente, pero no recuerdo muy bien porque estaba todo el tiempo pendiente de Aurel. Él estaba pendiente de la película mientras a mí me parecía un tanto aburrida. Aún así, me lo he pasado bien observando qué expresiones ponía. Cuando acabamos de ver la película, Aurel me acompañó a casa mientras me hablaba de lo bonito que era aquel lugar del que provenía.

- ¿Me llevarás algún día?- Le pregunté sonrojada.

-¿Tú quieres venir algún día?- Me respondió parando delante de la puerta de mi casa.

-Si, me gustaría mucho. 

Sí, estábamos en la puerta de mi casa, pero no sabía qué ocurría ahora. 

Aurel se acercó a mí, rodeó mi cintura con sus brazos y me hizo pegar mi cintura a él.  

-¿Qué ocurre ahora?- Pregunté algo nerviosa. 

-¿Qué quieres que ocurra?- Respondió en un susurro.

Alcé la vista para penetrar sus ojos claros con la mirada y he de admitir que me puse roja. 

- Nunca te han besado, ¿verdad?

-No- dije. 

Aurel besó mi mejilla con cuidado y me dijo:

- Hoy no va a ser el día.

- ¿Eso significará que quedaremos otro día?

- Qué haces mañana por la mañana.

-Tengo que hacer unos recados. 

Aurel me puso morritos así que le dije:

-Mañana a las diez de la mañana en la puerta de casa. 

- Está bien, mañana a las diez de la mañana.

Aurel me soltó y abrí la puerta de casa con cuidado.

-Buenas noches Lucia.

-Buenas noches Aurel. 

Entré a casa despacio esperando desesperadamente que mi padre no estuviera despierto. Me encerré en mi habitación, y seguramente ya te imaginarás que esto que estoy escribiendo ahora es el presente, mi presente. 

¿Hubo beso con Aurel, Lucia?

Xx

Cartas a mi yo futuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora