Llevaba varios días en busca de esas cartas que mi madre se había empeñado en escondernos durante tantos años. Nunca nos había dicho nada de unas cartas que le había enviado en su momento a mi padre y eso era algo extraño, porque siempre me contaba todo.
Había buscado por armarios, cajones, e incluso por los suelos de los cajones, pero nada.
Estaba a punto de darme por vencida cuando comencé a quitar las sábanas de la cama de madre. Quería guardarlas para llevármelas a mi casa, pero el colchón debía tirarlo. Las doblé perfectamente cuando encontré una pequeña abertura en el colchón. Metí la mano con un poco de miedo por si encontraba algo que no quería tocar como algún bicho. Pero entonces, topé con un puñado de ¿papeles? Los saqué con cuidado, porque la abertura tenía su justa medida, y entonces las vi, eran todas y cada una de las cartas.
Revisé cada una de ellas y vi fechas en las que incluso ni Georg ni yo habíamos nacido. Fui al comedor y me senté en el pequeño sofá.
Me puse comoda, era hora de leer todas y cada una de las cartas que madre había escrito un día para alguien a quien jamás le llegaron.
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Cartas a mi yo futuro
Historical FictionHay personas que hubieran dado lo que fuera por vivir en otra época. La protagonista de esta historia también habría dado lo que fuera por hacer que su vida hubiera sido un poco más feliz. Esta es la historia de una chica que nos cuenta su his...