Me detuve en frente de un local descrito como referencia en las notas de mi celular. Traté de identificar el lugar, sin embargo, todo era totalmente desconocido para mí en esa área de la cuidad.
—Bee's Meal. —leí el letrero en el exterior de lo que parecía ser un pequeño restaurante bastante sencillo con paredes de madera y decoraciones relacionadas con abejas.
Giré en todas las direcciones tratando de identificar cualquier cosa descrita en el mensaje, hasta que finalmente pude visualizar un terreno con portón negro y paredes de ladrillos. Bajé la vista en dirección al teléfono celular y leí todo una vez más:
... el portón es de color negro con el número seis en el, a las afueras tiene paredes de ladrillos y es el último terreno de la cuadra.
Asentí sintiéndome orgullosa de mis habilidades como turista dentro de aquellas calles, pero con un poco de nerviosismo por la ubicación del lugar y la oscuridad que comenzaba a hacerse notar gracias al poco brillo en el cielo.
Ingresé nuevamente el aparato dentro de los bolsillos de mi pantalón y reanudé la caminata con los brazos dentro de mi abrigo; mi objetivo no estaba tan lejos, sin embargo, los alrededores provocaban que los bellos de mi cuerpo se erizarán, a pesar de no ser un área sin movimiento humano, este mantenía una población exigua, logrando así, que la inseguridad se pudiese manifestar con mayor facilidad, cosa que no era poco probable.
Una vez frente al portón con el número seis escrito en el costado derecho, busqué el timbre en algún lugar, pero este no parecía haber sido colocado en ningún sitio de la estructura.
Mi ceño fue fruncido por el desentendimiento y un sentimiento desconocido comenzó a extenderse por todo mi cuerpo hasta encender el alerta dentro de mi cabeza. Nada se sentía seguro a parir de ese momento y la oscuridad expuesta del otro lado de la calle me obligaba a mantenerme en posición de defensa. A pesar de que el terreno parecía ser muy amplio y espeluznante por la luz, no podía dejar pasar la oportunidad y simplemente darme la vuelva para regresar a casa, así que cerré una de mis manos en puño y con los nudillos golpee el gran portón. Los golpes parecían en vano, hasta que el metal comenzó a abrirse frente a mí, dándome paso al terreno del otro lado.Busqué a mí al rededor con la mirada para tratar de encontrarme con la persona que abrió para mí aquella barrera de acero. Nadie parecía estar cerca, pero todo se aclaró cuándo alce la mirada y me encontré con unos botones que me hicieron saber que aquel era eléctrico; un poco más arriba se encontraba la camarita y el exceso de inseguridad comenzaba a acumularse en mi pecho. Me sentía observada.
Caminé en dirección a la casa, la cual no lucía tan aterradora, más bien, la fachada parecía ser de una bodega o un sitio público, pero ignoré las semejanzas con cualquier lugar que hubiese visto previamente.
Una vez estando frente a la puerta principal, pude percatarme del poco mantenimiento que aquella construcción había tenido, parecía descuidada y olvidado, pero eso no le restaba los aires de ser un lugar habitado; por mis oídos se infiltraron melodías de lo que parecía ser un piano, la canción no estaba registrada en mi memoria, pero sonaba como algo clásico. Miré la perilla de la puerta en frente mío y dudosa coloqué mi mano sobre ella y la gire para poder abrirla, esta extrañamente no estaba asegurada con ningún tipo de seguridad, provocando que mi mente reproducirá un sin fin de escenarios desagradables e irreales.—Oh, por favor, ya basta de niñerías.
Me regañé en un susurro y sin pensamiento previo, ingrese y cerré detrás mío la puerta. El lugar estaba oscuro, ninguna luz había sido encendida, obligándome a activar la lámpara de mi celular.

ESTÁS LEYENDO
Medicine
Mistério / Suspense❝No puedes pedirme que intente ser aquello que no soy. Conozco mis errores y he gastado gran parte de mi vida con ellos, he aprendido a amarlos, y si realmente me quieres, tendrás que aprender a no juzgarlos. Y aclaro que no te pido que ames mis dem...