Bajé del auto y cerré la puerta detrás mío acomodando la parte trasera de mi pantalón para quitar un poco las arrugas que se habían aparecido debido a mi posición dentro del automóvil.
—Gracias Tess. —le regalé una cálida sonrisa a mi chofer, conocida también como mejor amiga.
Ella me sonrió de vuelta y mi mirada se corrió hasta su acompañante, aquel sentado en el puesto del copiloto. Charlie.
Asentí con la cabeza en gesto de agradecimiento y sin relajar mis labios para mantener la sonrisa, aunque ahora parecía más tensa, me di la vuelta y camina hasta la entrada del campus.Mientras caminaba en dirección al edificio principal, tomé mi celular y como si se tratase de alguna especie extraña de conexión telepática, este comenzó a sonar y vibrar en mi mano, mientras en la pantalla se leía claramente su nombre.
« ¿Ya estás cerca? »
« Estoy adentro, justo enfrente del edificio principal, ¿en dónde quieres que nos veamos? »
« Espera, creo que ya sé por donde entrast... ¡Ya te vi! »
Miré a mi al rededor buscando a alguien que me pareciese familiar hasta que me encontré con una figura alta y fácil de distinguir a pesar de la, no tan larga, distancia que nos separaba, con su cabello comúnmente despeinado, pero en esta ocasión lucía realmente decente. Vestía colores opacos, pero los hacía ver llamativos, quizá por su postura, la sonrisa en su boca, el brillo que emitía; Un Lester distinto se encontraba a metros de mi.
« Creo que ya me viste, no te muevas, voy por ti. »
Pude ver como sonreía mientras su voz penetraba uno de mis oídos. Sus sonrisa no era como aquellas que me regalaba durante las terapias, esta era más cálida, más real e incluso podría tornarse seductora. Después del tercer beep que mi celular emitió, caí en cuenta de que ya había cortado la llamada y venía trotando en mi dirección. Guardé rápidamente el móvil en el bolsillo de mi sudadera y al levantar la mirada, Lester ya estaba enfrente mío.
—Hola, Athenea.
De nuevo esa sonrisa.
—Lester, que lindo verte.
—El placer es correspondido —las curvas de sus labios fueron despojadas de la calidez que había percibido en un principio, para sentirse más pesadas—. Vamos, solo estábamos esperándote para iniciar con el partido.
Tomó mi mano de la manera más casual, casi como si existiese la suficiente confianza para hacerlo y me jaló para obligarme a caminar en su dirección.
Al conseguir caminar/trotar a su lado, solté de manera discreta el agarre y solo dejé que me guiara al que parecía ser el campo de futbol. Pude visualizar, ya estando dentro del área, a al menos veinte muchachos, todos vestidos con el mismo uniforme, pero había una repartición de dos colores.
—¡Lester, quitate un momento la correa, comienza a afectar un poco tu hombría! —gritó uno de los chicos del campo, justo del montón al que nos aproximábamos, y el resto se echaron a reír.
—Mierda. —susurró a mi lado sin detener su paso.
—¿Qué pasa?
Repasó algo en su cabeza. Parecía como si tratase de encontrar una manera convincente de hacerme saber algo. Se notó dudoso en los primeros tres intentos, pero en cuanto abrió la boca una cuarta vez, las palabras fluyeron.
—Sí, mira, olvide decírtelo —sin siquiera voltearme a ver al menos un segundo, sonrió para él mismo—, pero debes fingir que estamos en algo —soltó sin quitar el gesto de su rostro.

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Medicine
Mystery / Thriller❝No puedes pedirme que intente ser aquello que no soy. Conozco mis errores y he gastado gran parte de mi vida con ellos, he aprendido a amarlos, y si realmente me quieres, tendrás que aprender a no juzgarlos. Y aclaro que no te pido que ames mis dem...