XVII: ¡Que le Corten la Cabeza!

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-¡Vamos, vamos! ¡Sí se puede!- animo al equipo mientras colocamos la escenografía de la primera parte en su lugar.

-Paula, ¿el sombrero te queda grande?- me pregunta Jorge, señalando el accesorio en mi cabeza.

-Shhh... si no lo comentamos nadie se dará cuenta- le contesto en un susurro, a la vez que vuelvo a colocar el dichoso sombrero como se supone que debe ir.

Hoy, por fin, presentamos Alicia. Ayer, cuando las clases terminaron, estuvimos ensayando hasta muy tarde y ajustando los últimos detalles y... bueno, no será perfecto, pero tampoco tiene que serlo, sólo esperamos obtener una buena calificación.

Faltan alrededor de cinco minutos para abrir el telón, todos estamos física y mentalmente listos, caracterizados y preparados para entrar en nuestros respectivos personajes.


Karen está lista para comenzar con la narración y cuando se anuncia la tercera llamada, las primeras en entrar a escena son Paola y Korina, osea, Alicia y su hermana, con esa parte en la que Alicia se queja porque el libro no tiene ilustraciones.

Después viene Efrain, el Conejo Blanco, mirando su reloj repetidas veces y quejándose de lo tarde que es. Alicia lo sigue y es cuando "cae" por la madriguera.

Alicia se encuentra en una extraña habitación con muchas puertas luego de caer por la madriguera y comienza a llorar incontrolablemente, hasta que se da cuenta de un pequeño frasco que dice "Bébeme" y hace lo que dice la etiqueta, para descubrir que se ha encogido lo suficiente como para pasar por la puerta más pequeña. 

Una vez atravesada la puerta y después de un rato de eso, vuelve a pasar el Conejo Blanco, esta vez quejándose de una duquesa que se enfadará si la hace esperar y, como la vez anterior, Alicia lo sigue.

Pierde de vista al Conejo y se encuentra con Jorge, osea, la Oruga Azul, que la deja más confundida de lo que ya estaba. 

Después de esto, Alicia llega a un lugar muy curioso, donde está Patty Bayot, es decir, la Duquesa, arrullando a un bebé que, al dejarlo con Alicia, se convierte en cerdo y se va trotando felizmente. 

Cuando Alicia comenzaba a estar completamente perdida, se encuentra con Emma, el Gato de Cheshire, que le propone ir a visitar al Sombrerero y la Liebre, para luego decirle que todos están locos en ese lugar y no lo puede evitar, para después desaparecer.

Alicia decide ir a donde propuso el Gato y es ahí donde se encuentra con el Sombrerero Loco y la Liebre de Marzo, osea, con Diana y conmigo, que comenzamos a cantar el Feliz No Cumpleaños y a cuestionar a la pobre Alicia, que se da cuenta de que no tenemos remedio y sigue su camino.

 Se encuentra con Patty Palmer, la Reina de Corazones y empiezan un extraño juego de croquet.

 Entonces, se levanta un juicio para encontrar al culpable de robar las tartas de la Reina, pero nadie sabe quien es el responsable. 

Alicia comienza a escuchar a alguien llamándola y, en un abrir y cerrar de ojos, está frente a su hermana, a quien le cuenta todo lo vivido y, entonces... se cierra el telón.

Detrás de escena, podemos escuchar los aplausos de nuestros compañeros de clase, mientras nos acercamos todos al centro del escenario para volver a abrir el telón y despedirnos.


-¡Estuvo genial!- exclamo una vez que solo estamos el equipo y yo -Y sólo nos llevo como cinco cambios de escena.-

-Pudo quedar mejor- menciona Patty Bayot -Soy la que menos hablaba y se me olvidó mi diálogo.- dice, con cierta frustración.

-Estuvo bien, Patty- le dice Paola, mientras la abraza.

-Lo bueno es que era cosa de una sola vez.- comenta Diana, con alivio... y no la culpo, a ninguno de nosotros nos gusta actuar, al menos no realmente; si así fuera, estaríamos todos en teatro.

-Tú cerdito salvó la obra- dice Jorge, refiriéndose a mi cerdito robot.

-Menos mal que se me ocurrió traer a mi Vicmi de Londres y no dejarlo con mi hermana- digo, pensando en lo que habría pasado si lo hubiese dejado en casa con la pequeña niña demonio de seis años, osea... mi hermana Adriana.

-Amén por eso- dice Emma, medio en broma.

-¿Podemos comernos el pastel?- pregunta Karen y nos volteamos a ver entre todos con cara de "Oh, sí", pues todos estamos hambrientos después de nuestro exitoso debut y despedida. 

Así que eso hacemos, comer el pastel que utilizamos para la escena del Feliz No Cumpleaños. Es de chocolate con más chocolate y dice "Feliz No Cumpleaños" en letras rojas, no hace falta decir que es delicioso, pero... ¡ES DELICIOSO! Me sorprende que no hayamos empezado una guerra de pastel, pero sería un verdadero crimen desperdiciar esa delicia.

Una vez que hemos terminado de comer el pastel y nos ponemos a recoger el escenario y separar la utilería entre lo que se va a la basura y lo que conservaremos. Al final del día, logro quedarme con una pequeña tetera y una enorme taza de té, lo cual considero genial porque, como casi británica que soy... AMO el té.


Más tarde, me encuentro con mi mejor amigo en uno de los jardines de Berkley, ambos sentados en el césped mientras le cuento como estuvo la obra.

-Y entonces... ¡BAM!- le digo a Víctor, a la vez que extiendo mis brazos hacia arriba, simulando una explosión. -El mejor playback de la historia.- finalizo y me dejo caer en el césped, quedando acostada, mirando el cielo.

-¿Feliz, feliz no cumpleaños?- pregunta.

-A tí, te doy- contesto, cantando la frase que sigue, moviendo mi cabeza de lado a lado al ritmo de la tonada en mi mente mientras veo las nubes pasar.

-¿A mí me das?- dice, levantando ambas cejas, cosa que no noto al instante, ya que no lo estoy viendo.

-Yup, es lo que sigue en la can... espera, ¿qué?- digo con falsa incredulidad, volteando a verlo una vez que caigo en cuenta de lo que quiso decir. -¡No! Estás tonto.- comienzo a reír y automáticamente llevo mis manos a mi estómago, como cada vez que me río, y él... él también se ríe.

-En fin... ¿entonces les fué bien con la obra?- pregunta cuando mi pequeño ataque de risa termina y él puede dejar de reír también.

-Muy bien, diría yo. Obtuvimos la nota máxima, oh, sí.- digo con evidente emoción. -Y no podía dejar de pensar en esa canción... Mad Hatter, de Melanie Martinez, ya sabes, por el tema de la obra y eso.-

Nos quedamos en un cómodo silencio, sólo ahí, viendo las nubes.

-A veces me digo a mí misma, ¿por qué, en el infierno, es él tu mejor amigo?, luego me acuerdo y... te quiero.- le digo, momentos después.

-Ah, ¿te lo preguntas, maldita?- pregunta, medio enojado y con los ojos entrecerrados.

-Primero, no me digas maldita- le digo, señalando acusatoriamente, mientras vuelvo a sentarme. -Segundo... sip, me lo pregunto. A veces creo que es demasiado bueno como para que sea real.- confieso, mirando a cualquier otra cosa que no sea él.

Cuando vuelvo a mirarlo después de unos segundos, está ahí, solamente mirándome, como pensando en lo que acabo de decir. -Hum... buena forma de componerlo- dice finalmente. -Te quiero.-

-Si yo soy un amor- digo sarcásticamente. -Te quiero.-


My Berkley Adventure #YoSoyBerkley | DESCONTINUADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora