XV: Me haces falta

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-¿En qué se parece un cuervo a un escritorio?- preguntó el Sombrerero a Alicia, abriendo mucho los ojos.

Tras unos instantes pensando, Alicia acabó contestando -Creo que puedo adivinarlo...-

-¿Cómo? ¿Quieres decir que sabes la respuesta?- cuestionó la Liebre, con cierta emoción.

-¿Has encontrado ya la solución a la adivinanza?- interrumpió el Sombrerero.

-No, y me rindo. ¿Cuál es la respuesta?- pregunta Alicia con curiosidad.

-No tengo ni la menor idea- contestó el Sombrerero, riendo.

-Tampoco yo- añadió la Liebre, riendo también.

-No, esperen- interrumpí en ese momento -Siento que nos falta más... ya saben... emoción-

-Yo creo que van muy bien- nos alentó Jorge.

Al final sí que estábamos ensayando Alicia en el País de las Maravillas; Paola era Alicia, Patty Palmer hacía de la Reina de Corazones, Patty Bayot era la Duquesa, Jorge la Oruga Azul, y yo el Sombrerero Loco, obviamente. Se nos unieron Karen, Efrain, Emma, Diana y Korina, que eran la narradora, el Conejo Blanco, el Gato de Cheshire, la Liebre de Marzo y la hermana de Alicia, respectivamente.

Estábamos a dos días de presentar nuestro proyecto y, no habíamos tenido un sólo ensayo decente, siempre había alguien que faltaba pero, con algo de mucha suerte, todo saldría genial. Justo ahora nos encontrábamos a medio ensayo, pero no dejaba de pensar en que nos faltaba meternos más en nuestros personajes, íbamos muy bien, pero necesitábamos que fuera casi perfecto.

-¿Desde el principio otra vez?- preguntó Karen, que, después de platicar con ella, descubrí que estaba en el curso de música y Billie Joe Armstrong (sí, el de Green Day) era su tío.

-¿Es necesario?- se quejó Patty B. y todos volteamos a verla, pero Paola fué la que habló: -Si sólo dices "Me niego" y es al final.- dice con evidente diversión.

-¡No es cierto! También digo más cosas- se defiende Patty.

-Bueno, señoritas, mejor comenzamos de nuevo- dice Jorge, nuestra voz de la razón.

Y así, seguimos ensayando hasta que, por fin, podemos terminar la obra... aunque seguimos necesitando de los libretos. Nos ponemos de acuerdo para ir a alguno de los kioskos cercanos para organizar el vestuario, utilería y escenografía para así no estar aún más presionados después.

Cuando terminamos, ya es muy tarde y acordamos vernos al día siguiente para perfeccionar los últimos detalles y estar preparados para nuestro gran debut teatral, es una lástima que ninguno de los diez estemos en teatro realmente, porque eso nos hubiese ayudado demasiado. Nos despedimos y cada quien va a... hacer lo que sea que vaya a hacer.

Me quedo con mis chicas y Karen, quien casi todo el tiempo lleva una guitarra acústica con ella. Nos dirigimos hacia la cafetería más cercana, para comer algo, lo que sea, con tal de que sea decentemente comestible a estas horas.

Karen va tocando los acordes de Boulevard of Broken Dreams, obviamente, de Green Day y no puedo evitar emocionarme y tararear la letra de la canción, pues es mi favorita de ellos. Karen lo nota y comienza a tararear conmigo mientras las cinco seguimos caminando.

-My shadow's the only one that walks beside me, my shallow heart's the only thing that's beating. Sometimes I wish someone out there will find me, 'til then I walk alone...-

Llegamos y noto que mi mejor amigo está ahí, así que camino más rápido y cuando llego a él, simplemente lo abrazo. Antes, lo tenía conmigo la mayor parte del día, pero desde que estamos aquí, con clases diferentes y todo eso, es... diferente, casi no nos vemos y suelo extrañarlo mucho. Aún así, con la "distancia" y todo, sabemos que estamos el uno para el otro siempre.

-Hola, pequeño idiota- lo saludo efusivamente.

-Hey- dice a modo de saludo -¿Cómo estás?-

No sé porque razón no puedo dejar de sonreír, pero igual contesto -Los ensayos de Alicia me estresan, pero estoy bien, tampoco voy a quejarme tanto- digo -¿Qué tal tú?-

-Yo estoy bien- responde.

-Tú eres gay.- le digo con una sonrisa. Estaba él solo comiendo, así que por eso no me importa y me siento a su lado. Al parecer, mis amigas no me ven con ánimos de ir a otro lugar por un rato, así que se despiden con una sonrisa y ligeros movimientos de mano y se van a otra mesa. -¿Viste? No me quieren y me dejan sola contigo.- me quejo en broma.

-Quéjate todo lo que quieras- me dice -Pero sabes que me amas.- presume... y con razón.

Yo sólo puedo reír y asentir repetidamente con mi cabeza, ya saben... como esos muñequitos cabezones que ponen en los autos a veces.

-Ya te extrañaba, idiota. Me haces falta, ¿sabes?- admito después de un rato. -Extraño estar haciéndote bullying a cada rato y que no me digas nada por ello. Y no es divertido "defenderte" de algo o alguien si tú no te das cuenta.- digo y siento como mis ojos comienzan a cristalizarse, pero no voy a llorar.

-Pequeña idiota- dice y me abraza -Estamos juntos en historia. No es como si ya no nos viéramos- me deshago de su abrazo.

-No me abraces, que luego lloro.- le digo y sonríe mientras me seco la lágrima que estuvo a punto de caer.

-Entonces... ¿me extrañas?-

Lo miro de mala gana, pero en parte, divertida -Ya no lo voy a decir, ya lo escuchaste una vez y no me voy a poner toda cursi, ¿okay?-

Suelta una pequeña carcajada, porque sabe bien que hablo en serio -Bien. Tenía que intentarlo al menos- dice y esta vez lo abrazo yo.

-Víctor... estoy cansada- me quejo y me recargo en su hombro.

-¿No quieres ir a dormir?- me pregunta, a punto de morder una rebanada de pizza.

-Dije que estoy cansada, no que tengo sueño.- respondo y le quito la pizza antes de que llegue a su boca para darle una mordida yo.

-Ladrona de pizzas.- se queja ahora él.

-No te quejes tanto, que te vas a hacer viejito más rápido... y así me amas, así que calla.-

Seguimos hablando por un rato más y comiendo lo que queda de su pizza entre los dos, hasta que en serio me da sueño y me obliga a ir a mi habitación a dormir, y todo porque, bueno... complejo de hermano mayor siempre. Pero yo soy la mayor de los dos, que quede claro. Mañana tenemos clase de historia a la primera hora, así que no me pesa despedirme de él por ahora, aunque, eso sí, nos despedimos como si fuera la última vez que nos veremos... lol.

Una vez que estoy en mi habitación, las chicas ya están ahí, ¿cómo lo sé? Me reciben con almohadazos. ¿Vieron cuanto amor hay aquí?

Cierro la puerta con seguro después del sorpresivo impacto y les deseo buenas noches. Ni siquiera me tomo la molestia de cambiar mi ropa, sólo me deshago de mis Converse, pues estoy realmente cansada y sólo quiero dormir, así que, en cuanto mi cabeza toca la fría almohada, caigo rendida en los brazos de Morfeo...

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My Berkley Adventure #YoSoyBerkley | DESCONTINUADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora