My Berkley Adventure #YoSoyBerkley | DESCONTINUADA

XXI: Sorry not sorry

-Paula... ¿Pau?- escuchaba a lo lejos una y otra vez hasta que el olor a alcohol llegó a mí. Abro mis ojos rápidamente y la luz me ciega por unos segundos.

-¡Ah! ¡La luuuuuz!- me quejo. -Oh por Zeus, puedo ver. Hola, Adriana.- saludo a mi hermana que, ahora que me doy cuenta, es quien estaba diciendo mi nombre una y otra vez. -¿Qué, en el infierno, pasó?- pregunto mientras tallo mis ojos para que se adapten más rápido a la luz.

-Te desmayaste.- dice una voz, no, no una voz... LA voz. Esa voz que nunca creí que escucharía tan cerca sin necesidad de audífonos. -Según la enfermera, no fué algo grave. ¿Te sientes mejor?- pregunta... sip, él... ¡NICK BEBÉ JONAS!

-Mejor.- atino a decir... torpemente y escucho un par de risas. -¿Y ustedes de qué cojones se ríen?- me quejo con Víctor y Victor, que dejan de reír de inmediato. -Así me gusta... hijos de sus mamás. ¿Salvaron mi nieve?- pregunto, recordando que YO traía una nieve.

-Se cayó.- responde mi hermana.

-Que desperdicio.- me lamento, llevándome una mano a la frente.

-Te puedo comprar otra si quieres, digo... fué como mi culpa que se desperdiciara.- dice mi esposo que no sabe que es mi esposo y... suspiro.

-Tal vez después- susurro apenada, volteando a verlo. -Supongo que por ahora debes ir a la reunión.-

Nick voltea a ver a Victor. -Más vale que no me den quejas de tí.- le dice y se dirige a la puerta de la enfermería, que es donde nos encontramos. -Nos vemos después, Paula.- se despide y sale del lugar.

Maldición, pero que hermoso hombre vieron mis ojos, gracias Kevin Jonas y Denise Miller por casarse y tener hijos. No, esperen... ¿cómo me dijo? ¡Por Zeus! que mi esposo sabe mi nombre. Joder, se escucha tan hermoso saliendo de él, que creo que no dejaré que nadie más lo diga y...

-¿Paula?- escucho a mi mejor amigo. Diablos... me perdí por un momento. -¿Escuchaste lo que decía?- pregunta y yo asiento rápidamente, sólo para darme cuenta de que sabe que miento, entonces sólo aparto la mirada y él suspira. -Decía que ya podemos irnos de aquí, dijo la enfermera que en cuanto despertaras podías irte. Y podemos ir por otra nieve para tí... si eso quieres- explica.

-Pues vamos.- digo, bajando de la camilla en la que me tenían y tomando la mano de mi hermana para no perderla.

Entre burlas por parte de los chicos por mi excelente primera impresión ante Nick Jonas, llegamos al lugar donde venden las nieves y pido un (otro) cono de chocolate. Una vez que tengo la nieve en mi poder, buscamos una mesa libre y vamos a sentarnos... con los chicos aún burlándose de mí y mi hermana riendo con ellos. Así ni quien quiera enemigos.

Después de unos minutos, escuchamos por los altavoces que la reunión con los padres y/o tutores ha terminado, así que nos encaminamos hacia el edificio donde se realizó dicha reunión.

-Es que hubieras visto tu cara.- dice Victor Miller aún entre risas.

-¿Sabes qué? Ya me hartaste.- le digo y, lamentando lo que estoy a punto de hacer, alzo mi cono de nieve sobre su cabeza, dejándolo caer... pero que desperdicio de nieve. -Sorry not sorry.- le digo y sigo mi camino con mi hermana, dejando a mi mejor amigo riendo y a Miller con cara de póquer y algunas personas viendo el mini "espectáculo" que acabo de armar... como si realmente me importara.

Es que pues... tengo paciencia, pero esa paciencia tiene sus límites.

Poco antes de llegar, me encuentro a mis amigas, todas vistiendo ropa que se ve muy cómoda a simple vista. Me miran y se acercan a mí.

-Hey, ¿es tu hermana?- pregunta Paola, mirando a la niña, que voltea a verme y luego a mi amiga.

-Me llamo Adriana.- se presenta mi hermana.

-Paula, ¿por qué tienes cara de maldad?- me pregunta Patty Bayot.

-Pues así nací. Es la única cara que tengo, quéjate con mi mamá si quieres.- le respondo y me mira mal. -Digamos que... mi nieve terminó en la cabeza de Victor Miller.- explico, sin sentirme culpable.

Mis amigas me miran boquiabiertas por unos segundos, para luego echarse a reír y yo con ellas.

-¿Por qué hiciste eso?- pregunta Patty Palmer, con su típica curiosidad de siempre.

Me encojo de hombros. -Ya me tenía harta con su burla del día.- digo simplemente y suelto un suspiro, para proceder con mi vergonzosa explicación de lo ocurrido. -Su primo vino en representación de sus padres y justo cuando me iba a presentar... todo se volvió negro.- suelto, sintiendo como la sangre sube a mi rostro.

-No manches.- dice Patty B. -Te desmayaste en frente de Nick guapo Jonas... amiga, ya puedes morir.-

-Vaya... gracias.- digo con sarcasmo. -¿Pues qué hacía? Los nervios me traicionaron... y feo.-

-Y sí.- concuerdan mis amigas y mi hermana. Lo que decía... así no necesito enemigos. Jean Hadid y Ben Selley pueden desaparecer si quieren, ya tengo suficiente con los que se dicen mis amigos y familia... ah, que dramática salí. 

-En fin... ¿ya salieron todos de ahí?- pregunto, poniéndome de puntillas por si encuentro a mi madre. 

-Nop. Aún faltan muchos por salir.- contesta Paola.

-Maldición.- suelto, regresando por completo al nivel del suelo cuando me doy cuenta de que los Victor's se acercan... con Miller aún bañado en nieve de chocolate y una cara de pocos amigos. -Hola.- digo inocentemente cuando ambos llegan a donde nos encontramos.

No es hasta ese entonces que me doy cuenta de que Nick también se acercaba y... no sé, yo sólo quiero que la tierra se abra en este preciso momento y salga Satán para que regrese a casa antes de que Nick se dé cuenta de lo que le hice a su primo. Pero como sé que, tristemente, eso no pasará... pues ni modo. Vaya primera impresión.

-¿Pero qué te pasó?- le pregunta mi esposo a su primo una vez que está donde nosotros.

Victor Miller me lanza una mirada asesina antes de contestar. -Un demonio, Nicholas... un pequeño y odioso demonio.- 

No sé si es lo que acaba de decir o si son los nervios lo que lo ocasionan, pero no hago más que echarme a reír, con todos los presentes mirándome como si se tratara de un alien. Hasta que a mi mejor amigo se le da por ser buena persona y ponerse a reír conmigo.