Enamorada de mi alumna

Junio- Primera Parte (2)

Capítulo mas o menos largo, creo. Ahora, tengo pensado subir otro libro (no mío) que contiene la misma temática, pero obviamente está mejor escrito. Es muy interesante, y a mi parecer es muy bueno. Probablemente lo suba en la semana, espero que lo lean.

-Besos.

Ahora supongo que las cosas van mejor, creo. Eva y yo no hablamos, nunca, y cuando digo nunca, es porque hay entre nosotras una nube de silencio que es imposible de sacar. Hago clases, sin ánimos, reviso exámenes, intento salir con Marcos como lo haría una pareja joven, vamos al cine, a comer, paseamos en el parque.. Pero a pesar de todo, Eva está aquí, aun que no la vea, aunque su cuerpo y alma no estén físicamente junto a mí, su presencia, su olor, su todo esta observándome, tocándome con pequeñas ráfagas de viento cada vez que me muevo o cuando estoy a punto de irme a dormir y no puedo evitar pensar en cómo me gustaría que ella estuviera a mi lado, besándome, abrazándome, amándome.

Cojo las llaves del auto y salgo, afuera es un día frío, es uno de esos días que el clima me afecta más de lo normal por lo que, una sombra de tristeza me acompaña hasta la escuela. Hoy es uno de los días con Eva, antes era la mejor hora junto a ella, para tenerla junto a mí, pero ahora no. Me avergüenza el hecho de que ella sepa que no puedo dejar de amarla, y a pesar de eso, me ignore.

Entra despacio, con un abrigo azul abierto y una bufanda del mismo color reteniendo su cabello. Me observa, asiente, trae una silla, y se sienta junto a mí, no me dirige la palabra y yo tampoco lo hago. No sé cómo dirigirme a mi Eva, tampoco puedo mirarla a los ojos, ni menos moverme de la estrecha posición que estoy. Mantengo la mirada en el vacío, veo como Eva se cruza de piernas por el rabillo del ojo. Ay Eva, tu indiferencia me duele.

-Las olimpiadas son en septiembre, así que como ya casi terminamos de repasar, ahora solo tendremos una clase extra a la semana- la miro, pero ella no a mi, asiente y mira hacia otro lado- Eva, no es necesario que seas tan fría conmigo.

Trago saliva, se supone que no debería hablar con ella sobre esto, se supone que cada una seguiría con su vida y listo, tema olvidado. Idiota, idiota, idiota. Me observa con los ojos llenos de furia y una expresión alterada, veo como intenta controlarse, pero no o logra, se acerca a mí, hasta el punto en que su cabeza casi choca con la mía:-No sabes cuánto daño me has causado, y pretendes que actué como si no hubiera pasado nada.

Desvío la mirada, tiene razón, me pongo en el lugar de Eva un segundo, y es cierto, yo estaría destrozada si fuera mi Eva quien hubiera decidido cortar toda relación conmigo. Se aleja de mí y vuelve a la misma posición anterior. –Lo siento, olvídalo. Hoy estudiaremos teoremas.-empiezo a ordenar las hojas esparcidas en la mesa.

-Uhm- y es lo último que dice hasta el final de la hora, se levanta para irse, pero no puedo dejar esto así, no puedo.

-Eva, espera- me acerco hasta su posición, que es casi al llegar a la puerta. Se da media vuelta y levanta sus cejas, intento controlar mis nervios y cruzo mis brazos hasta el extremo que duele.- Sé que no es el momento ni el lugar para hablar, pero el hecho de que no podamos estar juntas no significa que no hablemos como antes.

Suelta un bufido, ahora estamos frente a frente, conmigo nerviosa y cerrada como una almeja y a ella con las piernas separadas y las manos metidas en los bolsillos.

-No tenemos nada que hablar- me mira tan directamente que no puedo mantener la vista- no fuimos, no somos y tampoco seremos nada, así que, ¿para qué tener una relación como antes si no puede ni mirarme a los ojos?.

Vuelvo mi vista hacia ella, sus ojos son profundos, su rostro destrozado me quiebra el corazón. Eva, te quiero tanto, tanto... Me acerco hasta abrazarla, la rodeo con fuerza, su nuca queda en mis hombros, y su cuerpo pegado al mío hace que sienta la sangre caliente.