De un momento a otro todo es luz, soy consiente de mi desnudez y la de Eugenia. Se escuchan pasos que avanzan por el pasillo, ambas nos miramos, estoy asustada, no entiendo lo que sucede, solo sé que Eugenia reacciona y comienza a vestirse de una manera rápida y silenciosa. Yo también comienzo a ponerme mis prendas, pero ya es demasiado tarde, no alcanzo a tapar nada de mi piel.
Dos hombres vestidos de azul entran con armas en mano, uno es calvo y el otro va por las mismas. Se quedan estupefactos al vernos así. Eugenia intenta levantarse, su rostro intentando parecer tranquilo, solo deja ver sus labios moviéndose nerviosamente. Yo me encojo donde estoy, no sé que hacer, pienso en lo peor, a Eugenia en la cárcel por mi culpa. Trago saliva en medio del silencio. Nadie dice nada, el hombre calvo mira alternadamente a Eugenia y a mi, mientras el otro sigue apuntando a la nada. Eugenia me da un vistazo con ojos preocupados, al parecer no le importa estar semidesnuda frente a dos hombre totalmente desconocidos. Su cabello está en remolinos sobre sus hombros, destellos de rubio me hacen entrecerrar los ojos. Alarga una de sus manos y entrelaza nuestros dedos, me da un atisbo de sonrisa, sé que no es el momento, pero quiero besarla.
-les daré un minuto para que se vistan, luego hablaremos- el hombre calvo sale mirándonos reprovativamente. El otro lo sigue cabizbajo y guarda el arma en su cintura. Vuelvo a mirar a Eugenia, se acerca y me da un beso corto en los labios, quiero más, malditas hormonas. Se queda un segundo mirándome, a veces logro ver pequeñas arrugas bajo sus ojos, casi nada en medio de su piel reluciente. Sus pómulos marcados se acercan a mi frente y deposita otro beso.
-quédate aquí, yo hablaré con ellos ¿vale?- asiento rígidamente. Eugenia no espera más y comienza a vestirse. Me mata verla así, pensar en lo que acabamos de hacer... Giro mi cabeza de un lado a otro, no es momento de pensar en eso. Con una última mirada de nervios sale hacia el pasillo. Me cuesta salir del shock en el que estoy ahora, hace un momento todo era mágico, magnifico, tenía a Eugenia sobre mí, con sus dulces labios llenándome de besos y amor, y ahora esto. Me siento débil, estoy cansada pero sé que ahora lo único que debo hacer es rezar para que esto no termine mal.
Mientras me visto escucho pedazos de la conversación de los policías, uno de ellos, que creo que es el calvo pregunta algo que no logro escuchar bien, Eugenia le responde secamente.
Termino de vestirme y la conversación sigue ¿debería ir allí? No, no lo creo, Eugenia debe estar explicando todo ¿o no? Claro que no, me siento estúpida. Acaso Eugenia diría "es mi alumna, acabamos de hacer el amor y la amo, ah y es casi quince años menor que yo..". Me doy una palmada en la frente, es obvio que debe estar inventando alguna historia para salvarnos de esto. Pasan largos minutos que siento como horas, destrozo mis uñas con los dientes, cada pocos segundos me levanto con la intención de ir y meterme en la conversación, pero antes de llegar al pasillo vuelvo en mis pasos y me siento nuevamente en al sillón.
De un momento a otro Eugenia entra severa a la habitación, el policía calvo se ve satisfecho. Me levanto de un salto y voy hacia ella. Al verme suspira y se acerca, me abraza fuertemente.
-Debo ir con ellos Eva- me desespero ¿se la llevaran? ¿nunca más la podré ver? No dejo que se mueva de mis brazos- tranquila, debo ir a dar una explicación, todo estará bien - me besa en la frente. Ahora soy yo quién entrelaza nuestros dedos, su mano fría envuelve la mía, me siento tranquila.
-¿qué les dijiste?- con lo que me queda de voz intento razonar, Eugenia debe dar explicaciones ¿de qué?. Me observa seria, algo en su mirada me dice que no hable, no entiendo que sucede.
-uhm- el policía calvo carraspea, Eugenia no deja de mirarme, sus ojos brillan, todo esto es demasiado extraño.
-Debo ir con ellos amor- es la primera vez que me llama así, en otra ocasión me hubiera sonrojado pero ahora todo está demasiado tenso- necesito que llames ahora a tus padres y le digas donde estás, para que estés segura- acaricia mi mejilla, algo está mal. Echo un vistazo al calvo y al otro, sus miradas están puestas en mi, por un momento lo comprendí.
-Claro, pero no llevo móvil, no sé como..
-no te preocupes, yo tengo uno- el calvo me tiende un móvil pequeño- asegúrate de que sean tus padres quienes contesten- intento pensar con claridad. Obviamente estos hombres se llevarán a Eugenia, y no son estúpidos como para no adivinar lo que entre nosotras pasa. Cojo el móvil y llamo a la única persona que creo posible ayudarme.
***
No veo a Eugenia desde hace una semana. Desde que uno de mis hermanastro, que tiene apenas treinta años y apareció salvándonos el pellejo que no recibo ninguna llamada, nada. En la escuela nadie sabe nada, todos siguen con sus vidas normalmente mientras yo me estrujo las entrañas pensando en ella. La última vez que la vi fue cuando subía al coche policial y se despedía con la mano.
He pensado varias veces ir y buscarla, pero no tengo ni idea donde vive, su número nunca lo contesta. En las noches me doy vueltas entre las sábanas, todavía puedo sentir su cuerpo sobre el mío, o sus manos quemando mi piel con cada toque. Estoy malditamente confundida, no sé que es de ella y me asusta lo peor.
**
-hija hay una llamada en el teléfono del estudio de tu padre ¿puedes ir?- han pasado dos semanas, y ni rastro de Eugenia. Me levanto de la mesa dejando mi desayuno a medio comer.
-claro mamá- doy la vuelta para salir y subir las escaleras al segundo piso, zigagueo entre las cajas amontonadas que mamá intenta ordenar desde que decidió botar lo inservible, ósea la mayor parte de la casa. Llego al final y entro al estudio, sobre la mesa el teléfono ruge, lo tomo.
-diga?
Hay silencio, no sé si cortar o probar otra vez, siento mis piernas morir al escuchar su voz.
-amor, soy yo- trago saliva, antes de hablar ella lo hace- disculpa por no haberte llamado, las cosas se han complicado aquí, verás. Necesito hablar tranquilamente, por teléfono no es seguro ¿me escuchas?
-s-sí- no digo nada más. Vuelvo mi mirada a la entrada del estudio, alguien viene subiendo las escaleras.
-mandaré una dirección a tu móvil, necesito que vengas mañana por favor- su tono de súplica- te extraño Eva.
Los pasos están cada vez más cerca.
-yo también te extraño Eugenia-susurro.
-debo irme, prometo contarte todo amor, nos vemos.
Corta.
-¿quién era?- mamá está apoyada en la puerta, con los brazos cruzados.
-vendedores, solo vendedores-bajo la mirada y salgo.
No me pude resistir a subir otro, ahora ¿qué pasará entre estas dos? o.o
Pd: subiré un cap cada tres días, ya que estamos en la recta final :o
Pd2: si les interesa tengo historias con la misma temática en mi perfil, si gustan pueden echarle un vistazo.
!gracias por leer!
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Enamorada de mi alumna
RomanceAntes de comenzar, el que quiere puede continuar y leer mis más profundos secretos, hágalo, algunos son perversos y lujuriosos, otros pacifistas y sin sentido, no me responsabilizaré si algún trauma los asecha a lo largo de la historia, mi fin no e...