No quiero asustar ni intranquilizar a nadie, pero ya casi, casi va a terminar la historia. Si les gusta por favor voten, de igual manera cualquier comentario -conciente- será bien recibido, gracias por leer.
No podría ni en sueños decir algo o pensar algo... en mi mente está bien clara la frase: el dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional, y es que es verdad, todo este tiempo he estado sufriendo, todos mis días todas mis noches, haciendo todo lo contrario a lo que siempre en secreto una parte de mi mente y corazón querían: estar con Eva. Y lo peor, no solo me he lastimado a mí misma, a mí alrededor mi familia, mis amigos, me fui alejando de ellos y sumergiéndome en una tormenta de sufrimientos sin fin.
No sé, en algún momento del año anterior supe que me había enamorado de Eva, solo que hasta hace pocos días al fin pude dejar fluir esa parte que nunca había escuchado, esa parte que me decía de todo: bésala, abrázala, tócala, amala. Pero tampoco nunca creía que mi "amor" fuese correspondido, ni menos bien mirado. Suspiro. No estoy confundida, en eso puedo estar segura, pero no sé cómo actuar, quiero estar con mi Eva, y haré todo lo posible para hacerlo, pero ese es el problema, todo esto ha ido demasiado lejos y demasiado rápido como para actuar decentemente e ir acercándome poco a mi Eva, no quiero asustarla, no quiero lastimarla, pero ya lo he hecho.
Me doy una ducha, nunca me demoro más de lo necesario, pero ahora, ahora me tomo mi tiempo, dejo que el agua caliente corra por mi cuerpo desnudo, cada toque, cada movimiento bajo el agua me relaja infinitamente. Cuando termino, no llego ni a secarme el cabello y caigo profundamente dormida hasta la mañana siguiente.
Haber, como decirlo, uhm. Se supone que hoy a una fiesta en la escuela, pero no sabría si ir o no... Quiero socializar un poco, pero me da miedo ir allí y que Eva me vea con Marcos, eso sería estúpido y fatal para las dos. A mediodía no sé qué hacer, a Marcos parece darle igual, pero a mí no. Me muerdo las uñas fuerte, a tal punto que llego a sangrar, me vendo cuidadosamente en el baño y salgo con una gran sonrisa.
-¿Qué tal cariño?- me sonríe abrazándome por detrás, me incómodo infinitamente así que me suelto un poco brusca- ¿qué sucede?
-Nada-sonrío- me duele un poco el cuerpo- lo beso. Marcos me mira extraño, hay un momento de silencio.
-Es por lo de la escuela ¿no?- vuelve a sonreírme- Eugenia sabes que puedes contar conmigo, iremos juntos y la pasaremos bien ¿bueno?- mierda.
-Eso quería hablar, me siento un poco cansada, quizás no deberíamos ir..- miro a otra dirección- podemos quedarnos aquí y ver películas, como los viejos tiempos- vuelvo a mirarlo.
Marcos ladea la cabeza, su cabello se mueve con él, lo tiene de un negro intenso, al igual que sus ojos, por un momento me siento confundida.
-Vamos a ir, necesitas esto, liberarte un poco, salir, disfrutar, si quieres mañana vemos películas, pero ahora, iremos- maldita sea, Marcos es duro, cuando tiene una idea cuesta sacársela de su cabeza. Me sirvo un vaso de agua y me doy por perdida, no estoy con energías para pelear.
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Es muy bonito como tienen decorado, hay un sinfín de globos celestes y blancos, un gran espacio para bailar al centro del patio, varias mesas con manteles celestes repletos de snaks. Marcos está parado junto a mí, va con jeans y camisa, se ve bien. Estamos a un lado del centro, hace poco hablé con Mercedes- profesora de lengua- me dice que cree que infiltraron alcohol, pero hasta el momento no veo a nadie con actitud sospechosa.
-¿Quieres ir a bailar?- doy un salto- hace rato estamos parados sin hacer nada, y en la pista nadie bailará si nadie se anima. Marcos me sonríe, es cierto, nadie baila, todos están sentados conversando, mirándose nerviosos. Hecho un vistazo a mí alrededor en busca de Eva y no la encuentro, me siento aliviada y triste a la vez.
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Enamorada de mi alumna
RomanceAntes de comenzar, el que quiere puede continuar y leer mis más profundos secretos, hágalo, algunos son perversos y lujuriosos, otros pacifistas y sin sentido, no me responsabilizaré si algún trauma los asecha a lo largo de la historia, mi fin no e...