"La soledad es a veces la mejor compañía, y un corto retiro trae un dulce retorno."
John Milton
Pocos días habían pasado y mis ojeras eran más grandes que toda Asia. Mis pesadillas, alucinaciones y recuerdos se habían hecho más frecuentes desde la visita de mi padrastro y por eso la dosis había subido haciendo que quedará sedada por más de 8 horas. Con eso no mejoraban nada, era todo lo contrario y eso nadie lo veía, parecía como si me quisieran hundir más a propósito pero sabía que Sara solo seguía órdenes, las cuales notaba que ella no estaba de acuerdo.
Literalmente era un zombie en vida, ni siquiera podía verme al espejo porque no me reconocía. Sorprendentemente, estaba mucho más destruida que años atrás y ni una pizca de esa chica que fui hace unas semanas se veía en esta versión de mí. Antes estar así, no me molestaba pero ahora sentía que estaba mal. No me sentía tan yo pero al fin y al cabo, yo nunca supe cómo era yo realmente porque no me dieron el tiempo para descubrirlo, desde que recuerdo siempre fui esta Mia reprimida, depresiva y solitaria, y siempre se sintió como que no era parte de mi ser así.
Eso es en lo que me había enfocado estos días para distraerme, comencé a hacerme preguntas. ¿Quién era yo? ¿Qué puedo ser? ¿Cómo debería ser? Preguntas que nunca me había hecho pero ahora me carcomían, me hacían dudar de mi misma y de mi decisión. ¿En serio era lo mejor? Ya no lo sabía pero si sabía porque me cuestionaba todo: las palabras de Tomás. Esas palabras que seguían en mi cabeza, repitiéndose una y otra vez. Luchar contra mis demonios. ¿Era eso posible? ¿Era eso lo que él estaba haciendo? ¿Acaso él tenía demonios que lo atormentaban? Porque si era así, no se notaba. Se veía una persona normal, pero como él dijo una vez "las apariencias engañan."
—Mia, es hora del baño. —fue lo único que Sara dijo al entrar. Mi relación con ella ya no tenía la calidez de antes y esta era una de las consecuencias de mi decisión que más me dolía. Había alejado a la persona la cual me había hecho sentir cuerda la mayoría de las veces, la persona que tenía como figura maternal, la que me había enseñado lo que era el cariño y todo esto porque pensaba que era lo mejor.
Pero, ¿en serio lo había pensado? Estoy llegando a la conclusión que todo fue un impulso, todo por verme como un monstruo. Fruncí el ceño ante ese pensamiento. Yo me creía un monstruo. ¿No se supone que el monstruo es una persona mala? Y no es por ser creída pero yo no me consideraba una persona mala. Tal vez estaba mirando todo desde una errónea perspectiva y por esa razón tomé esa decisión que tanto mal no solo me hacía a mí, sino a las personas que sentía cercanas. Estaba tan concentrada en mi teoría, por así decirle, que no me di cuenta cuando llegamos al gran baño. Yo lo llamaba así ya que era una sala dividida por varios baños y en duchas/bañaderas. La verdad, si soy sincera, nunca me di cuenta cuando Sara agarró ropa mía, ni cuando salí de mi habitación.
—¿Bañadera o ducha? —-con mi dedo índice le indiqué que elegía el primero, o sea la bañadera. Necesitaba un largo baño para aclarar mis pensamientos porque estaba realmente confundida, tanto que ya no sabía que era lo correcto.
Igualmente, el baño no me sirvió para nada. Me sentía tan en paz metida en el agua que más que pensar, me dormí. Sí, me dormí voluntariamente después de años, fue raro porque no hubo imágenes atormentándome. Debía ser tanto el cansancio físico y más que nada mental por no solo mis traumas, sino también todo lo que rondaba mi cabeza que termine en un profundo sueño. Bueno, eso era la única teoría lógica que tenía sobre el tema. Por suerte mi cabeza había quedado apoyada al borde de la bañera o si no hubiera ocurrido una tragedia.
ESTÁS LEYENDO
Amándote en medio de la Locura [✔]
RomantikAlguna vez en nuestras vidas, nos pasa algo que nos marca para siempre. Mia, a sus 15 años fue llevada a un Psiquiátrico. ¿La razón? Su madre no le cree que su nuevo esposo le hizo algo mas que daño y que todos son inventos de ella, aluc...