"En un beso, sabrás todo lo que he callado."
Pablo Neruda
Me había sacado la campera de abrigo que estaba empapada, quedando con un buzo gris que me protegiera del frío, igualmente estando mojada por la nieve, no notaba la diferencia. Al instante que dejé la campera en un rama de árbol, Tomás ya había vuelto tomar mi mano, parecía renuente a dejarme ir y eso no me molestaba en absoluto, lo que me preocupaba era el miedo en sus ojos, un miedo que yo había provocado al alejarlo de mí. Suspiré mirando el cielo, el Sol había aparecido entre las nubes brindando un poco de calor al congelado día, esperaba que eso lograra que nos secáramos aunque sea un poco.
—¿Vas a hablar o me trajiste acá para matarme? —creo que hice una mueca rara al escuchar su pregunta, a pesar de que sabía de antemano que era un chiste, ya que él soltó una gran carcajada.
—Tus chistes son raros. —fruncí el ceño levemente, él simplemente se encogió de hombros sin dejar de sonreír.
—¿De qué queres hablar? —preguntó pasando su mirada a nuestras manos, jugueteando con mis dedos.
—De nosotros. —dije sin pensar, haciendo que él me mirará y yo me sonrojara. —O sea, yo, lo que quiero decir es que quiero arreglar las cosas entre nosotros.
—Uff, es un alivio, y yo que pensaba que me ibas a decir que eras lesbiana. ¿Sabes lo traumante que sería que la primera chica de la que me enamoré, tenga preferencia por las chicas?
—¡¿Qué?! No. No soy lesbiana. ¿Qué te hizo pensar en eso? —me quedé callada con el ceño fruncido, mientras repasaba de nuevo sus palabras. Abrí los ojos grandemente. —Espera, ¿dijiste que estás enamorado de mi?
—¿Lo hice? —ahora el ceño fruncido lo tenía él. —Mierda, si lo hice. —murmuró sus mejillas se habían tornado rojas, había soltado mi mano y se había alejado un poco de mi mientras rascaba su nuca con nerviosismo pero no me miraba. —Todas las veces que me imaginé esta escena donde arreglábamos las cosas, siempre empezaba con un yo haciéndome el enojado. Nunca me imaginé que te confesará eso, creo que nunca lo iba a hacer para suerte sincero.
—¿Por qué no? —ladeé mi cabeza mirándolo, haciendo un puchero en mi boca. Él miró hacia mis labios, tragando duro y negó con la cabeza sonriendo.
—No deberías hacer eso, no tenías una idea el efecto que tiene que hagas eso con tus labios. —por alguna razón me sonrojé y dejé de hacerlo. Él respiró hondo y me miró directamente a los ojos con una pequeña sonrisa de costado. —Supongo que no te dije para no asustarte. —se acercó con paso dudoso a mí. —Mia, a pesar de que ya no hablamos, yo le preguntaba a Sara por vos... Todo el tiempo. No me contó de las sesiones, me contó más que nada lo que habían sido charlas fuera de lo personal y me dijo que no sabías lo que era el amor. Así que, ¿cómo decirte algo de lo que no tenías idea? —sonaba frustrado. —Te alejas de lo desconocido, no quería darte otra razón para que lo hicieras de mí. —su tono de voz había cambiado a uno de tristeza, hasta casi sonaba miserable con pensar en la sola idea de que me podía alejar más de lo que lo había hecho pero esta vez no iba a ser así.
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Amándote en medio de la Locura [✔]
RomanceAlguna vez en nuestras vidas, nos pasa algo que nos marca para siempre. Mia, a sus 15 años fue llevada a un Psiquiátrico. ¿La razón? Su madre no le cree que su nuevo esposo le hizo algo mas que daño y que todos son inventos de ella, aluc...