9: Momento Marrón.

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"No quiero pensar porque no quiero que el dolor del corazón se una al dolor del pensamiento."

Emilio Castelar


No sé cuánto había pasado desde que Tomás irrumpió en mi cuarto pero habíamos terminados sentados, él en el sillón y yo en la cama. Su mirada estaba pegada a mí y eso me ponía incómoda, por esa razón es que mis ojos se clavaban en cualquier punto donde él no apareciera.


—Mia, mirame. —negué a pesar de que su voz sonará enojada. Suspiró y estoy segura que fue de frustración. —Está bien, no me mires pero eso no impide que me escuches. —hubo un silencio, del cual aproveché para mirarlo de reojo. Ahora su vista estaba en el piso mientras sus manos pasaban por su pelo despeinándolo más de lo que estaba.


—Estoy tratando de entenderte, desde que te conozco es así. A la vez que es fácil leerte, en otros casos no lo es. Por eso siempre me sorprendes con algunas actitudes. Es obvio que me falta mucho para conocerte y tal vez por eso no te entiendo o es por qué no sé qué es lo que pasó para que estés acá. A pesar de eso, desde que me dijiste que necesitabas tiempo sola, ya sabía que me estabas alejando y lo acepté. —sabía que lo iba a deducir. —Pero como persona curiosa que soy. Necesito saber... —-respiró hondo —Mia, necesito saber el porqué. Así que, ¿por qué me alejas? ¿Es mi culpa? ¿Hice algo malo? —-el tono con el que salió su voz, ese tono angustiado y quebrado. Eso hizo que algo se rompiera a mí y al fin lo miré. No había sonrisa, ni mirada segura, nada de eso. Era un chico destrozado. Verlo tan no Tomás, era horrible. — ¿Qué hice mal—susurró encontrándose con mis ojos. ¿Cómo hacerle entender que él no era el problema, sino yo?


—Yo... Es lo mejor. —hace días que no hablaba y lo primero que digo es algo que vengo diciéndome a mí misma, algo vacío y eso me hacía sentir estúpida.


—¿Lo mejor? No entiendo.


—Por favor, Tomás. Ándate. —no me salía explicarle, no quería y que me estuviera conteniend para no llorar, empeoraba eso. Se paró abruptamente, en su mirada había tanta mezcla de emociones: enojo, bronca, tristeza, dolor


—No me voy a ningún lado hasta que me digas por qué carajos me alejas. —-a la vez que él se paró, yo también lo había hecho. Las veces que habíamos estado en un mismo lugar, nunca me había subido el tono de voz de esa manera, casi como si quisiera asustarme y obligarme a decirle. Eso había logrado que las lágrimas que contenía salieran sin cesar.


—Es lo mejor.


—Otra vez con eso. ¿Lo mejor para quién? ¿Eh? A ver, explícame Mia. —escupía las palabras con tanto enfado, que hasta mi nombre dejó de sonar dulce en sus labios en ese momento.


—Para todos. No soy sana para la gente. Estoy yendo directo a la locura, perdiéndome cada vez más. No quiero lastimar a nadie. —dije lo último en un susurro mirando su brazo, él hizo lo mismo e hizo que algo cambiara en su mirada. Comprensión comenzaba a notarse en sus ojos y ahora me miraba de la manera dulce que siempre lo hacía. —Tengo que alejarme para que los daños sean menores. —otra vez el silencio se había instalado entre nosotros. Parecía que cada uno estaba perdido en sus pensamientos, no sé en qué pensaba él pero yo no podía parar de pensar en que le dije la mayoría de las cosas que sentía, resumidamente, pero las dije, así como si nada pero no me sorprendía, por alguna razón siempre se me hacía todo fácil con él pero a pesar de eso, mi decisión no cambiaba. Su suspiro cortó el silencio.

Amándote en medio de la Locura [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora