Amándote en medio de la Locura [✔]

Epílogo.

"Nunca nos vamos a separar, esperemos juntos, dos piezas de un corazón destrozado."

Two Pieces - Demi Lovato

Tomás - 10 años después.
Marzo 2027.

Si miraba hacia atrás, no se sentía como si hubiera pasado hace tanto tiempo. Es más, todavía me acordaba cada detalle como si hubiera sido ayer.

El año después de nuestra vuelta a Buenos Aires, dimos marcha a nuestros planes. Mia se inscribió en un colegio público cerca de nuestra casa para terminar la secundaria por la noche. Eran tres años, los cuales tardó en adaptarse y fueron todo un desafío. Sara nos dijo que era obvio que secuelas de lo que le pasó iban a quedar y los notamos cuando empezaron las clases. Hablar con el sexo femenino, no le era un problema pero el sexo masculino, le costó. Más cuando había más de un degenerado queriendo sobrepasarse con ella. Gracias a Dios que Mia me tranquilizaba, sino algunas cabezas hubieran rodado.

Mientras ella estudiaba a la noche, yo tenía mañanas y tardes ocupadas en la UADE (Universidad Argentina de la Empresa) donde estudiaba Abogacía. Era una carrera dura, daba muchos dolores de cabeza y me dejaba despierto hasta altas horas de la tarde tratando de aprenderme las leyes, los decretos, reglamentos, etc. El esfuerzo valió la pena cuando después de cuatro años y medio, recibí mi título. No recordaba mucho de esa noche, sé que habíamos hecho una fiesta en casa con mis compañeros y según Mia me tomaba el alcohol como si de agua se tratase. Una gran noche que ni recordaba. Cosas que pasan.

A la vez que yo terminaba mi último año, Mia empezó su primer año en la UCES (Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales). Especialización Psicoanálisis infantil era lo más cercano que encontramos a lo que ella quería estudiar pero según nos explicaron, servía para lo que ella quería hacer en un futuro. Con ayuda de Sara desde la distancia, sumándole el entusiasmo y esfuerzo de ella, se le hizo fácil. Realmente disfrutaba ir a la Universidad, estudiar hasta tarde y vivir con ojeras. Todo lo contrario a mi que por cuatro años, fui pura quejas.

Empecé a trabajar con mi papá en su estudio mientras Mia terminaba la Universidad. Ser hijo del jefe, tenía sus ventajas como por ejemplo, salir al horario que se me daba la gana solo para buscar a Mia y aunque sea pasar un rato con ella. Porque entre los estudios y el trabajo, se nos hizo casi imposible tener un rato para nosotros y eso me frustraba bastante, teniendo en cuenta que hubo un tiempo que ella era solo para mí, eso de compartirla con el mundo ya no me gustaba tanto pero aprendí a acostumbrarme.

A fines del 2022, una sorpresa nos llegó. Una sorpresa que ya tenía tres años y ocho meses de edad. Recordaba que era el último mes de Mia en la Universidad, ese mes donde estas lleno de parciales y trabajos prácticos, donde tenes que dar todo de vos mismo. Días antes de dar el parcial final de una de sus materias, empezó a sentirse descompuesta. Sus amigas y hasta mis amigos, nos hacían bromas diciendo que de seguro estaba embarazada. Nos reíamos creyéndolo imposible porque como toda pareja precavida, nos cuidábamos. No hace falta decir que desde ese día no confío en los condones. Por suerte, Mia pudo terminar tranquila la carrera ya que el embarazo no era tan avanzado, solo un mes de vida. Ese pequeño poroto se hizo amor rápidamente.

Los primeros seis meses fueron tranquilos, los dos emocionados y felices viendo cómo su pancita crecía de a poco. Traté de darle todos los gustos, incluso salir a las seis de la mañana a conseguirle melón porque le había agarrado un enorme antojo por esa fruta. Ya para el séptimo mes, las inseguridades llegaron. Mia tenía miedo de no ser buena madre específicamente, tenía miedo de ser como Susana algo que me parecía totalmente absurdo cuando ella ni siquiera parecía ser hija de esa despreciable mujer. Ella tenía un corazón de oro, siempre pensaba en los demás antes que en ella, daba y daría todo lo que tiene por sus seres querido y nunca lastimaría a nadie, al menos no intencionalmente. Es algo que le tuve que repetir en sus ataques de inseguridad masiva y algunas veces funcionaba, en otras Sara era mi soporte para calmarla.