Amándote en medio de la Locura [✔]

Extra 1: Donde todo comenzó.

"Desearía poder despertar con amnesia."

5 Seconds of Summer

Invierno 2014.
Tomás.

El callejón era largo, oscuro y con un olor a cualquier cosa, era un buen lugar para cometer cosas ilegales porque primero nadie sabía de él y segundo nadie se atrevía a meterse acá, ni que fuera por un reto. Salí a él riendo a todo pulmón por algo que si estuviera en mis cinco sentidos, ni siquiera me habría sacado una sonrisa. Ese era el efecto de las drogas, el cual a veces te hacía llegar a un punto donde ni recordabas tu nombre. La pequeña parte todavía consciente de mi me decía que estaba siendo un estúpido, la otra que esto se sentía bien... Mierda, demasiado bien.

Con una sonrisa, despedí a mis supuestos amigos y me dirigí a la salida, la cual daba a un callejón. Acomodé mi campera de jean desgastada mientras metía un cigarrillo a mi boca. Era invierno en Buenos Aires y la humedad hacía que el frío se te calara hasta los huesos.
Lancé el humo de mi boca mientras dabo pasos tambaleantes, estaba tan metido en mi mundo que no noté la presencia de alguien.

— Tomás, ¿otra vez?— levanté un poco la cabeza para ver a mi hermano mayor, él cual era solo unos centímetros más alto que yo, si no fuera por la altura todos creerían que éramos gemelos. Podía estar súper drogado pero el tono de reproche no pasaba desapercibido ni para alguien en modo zombie.

Bufé.— ¿Qué haces acá, Pablo?— volví a darle otra calada a mi cigarrillo mirándolo de reojo. Otra vez usando esa campera azul, que raro. Pensé.

— Vengo a sacarte de esta mierda. No podes seguir así, pendejo. ¿Qué querés? ¿Terminar en una zanja muerto, idiota?

— Como si les fuera a importar. Vivo o muerto, nadie notaría mi ausencia. Nuestros papás no la notan ahora que respiro, ¿te pensas que la van a notar si ya no lo hago?

— Tomás, no digas esas cosas. Ellos te aman.

— Pff, si claro. Tanto que me dan la re atención del mundo. Desperta Pablin, el único que noto que me drogo sos vos. Él que me escucha sos vos. Él que me vino a buscar a este lugar de muerte, sos vos. ¿Acaso los ves acá? No. Si me aman, no lo demuestran.

Me ignora.— Me prometiste que lo ibas a dejar.

— No soy de cumplir mis promesas, se ve que tan bien no me conoces. -reí levemente pisando la colilla de cigarrillo.

— Como sea, vamos a casa.— extendió su mano hacia mi.

— Ahora no tengo ganas, mejor me vuelvo adentro. -y antes de que pudiera girar totalmente, él me agarró de la campera.— Eh, ¿qué haces boludo? ¡Soltame!— dije con los dientes apretados.

— No, vos te venís a casa conmigo.

— No me jodas, soy mayor de edad y hago lo que se me de la gana.

— Si sos mayor de edad, demostralo Tomi. Deja de cagarte la vida. Toma buenas decisiones, anda a la Universidad, búscate una novia y un trabajo estable. Comportate como el tipo de mayor de edad que decís ser.— su tono de voz iba subiendo al igual que el mio.

— Uh, acá vino el hijo perfecto a dar lecciones pero déjame de joder. Esto es lo que soy y nadie me puede cambiar. Ya es tarde para mí. No soy el Tomás que pensas.

— ¿Sabes qué? Tenés razón. Porque el Tomás que es mi hermano, sería un poco más inteligente y haría caso a la persona que se preocupa por él. Seguí cagandote la vida, total ya vas por buen camino.-se dio media vuelta mientras mi enojo se convertía en arrepentimiento. ¿Qué mierda estaba haciendo? Es estúpido, soy estúpido. Estaba empezando a sentirme realmente mal, peor que otras veces. La cabeza me daba como mil vueltas, todo parecía irreal.