CAPÍTULO 3

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Andrea POV

Llevaba un buen rato ahí en los límites del rancho, pensando en como se tomaría mi madre la decisión de volver a irme, hasta que escuché su voz.

Samuel: Señorita Andrea, cuanto tiempo sin verla por aquí.

Era él, era su voz.

Mi respiración comenzó a acelerarse al igual que mi corazón latiendo frenéticamente, tomé una fuerte respiración antes de voltear, le dí una rápida mirada para verlo fijamente a los ojos.

Andrea: Samuel Gallardo, ¿Qué quieres?

Tenía que hablarle así, era la única forma que tenía para que se alejara de mi.

Samuel: ¡Igual que siempre! Digame Señorita, ¿Usted nunca piensa dejar de ser una bruja?

Lo único que quería era llorar, él seguía pensando que soy una bruja, seguía pensando lo peor de mi, no podía culparlo aunque me doliera en el alma escucharlo hablar así de mi.

Samuel POV

Decidí molestarla al ver que seguía siendo la misma bruja de siempre pero me arrepentí cuando vi ¿Tristeza? En su mirada, aunque como siempre supe que me equivocaba en cuanto la escuché hablar.

Andrea: ¿Y tú? ¿Nunca aprenderás como tratar a una mujer? Lo siento Samuel, se me olvidaba que eres un obrero mugroso, sin clase que aunque vaya muy vestido de señor no deja de serlo.

Samuel: Se equivoca Señorita, a mi lo mugroso ya se me quitó y la clase la tengo, la diferencia es que no la uso en mujeres amargadas y feas.

Ella intentó darme una bofetada pero yo la detuve, la pegue a mí para susurrarle al oído.

Andrea POV

Me dolió todo lo que me dijo, sé que él me odia pero no puedo evitar que me duela que piense eso de mi, intenté darle una bofetada pero él fué más rápido, me detuvo acercándome a él.

Su olor me envolvió, mis piernas tiemblan no sé que hacer.

Samuel: ¿Quiere que le recuerde su castigo por pegarme señorita?

Sin verlo pude sentir como sonreía, como pude me solté de su agarre y le dije.

Andrea: Nunca, escúchame bien Samuel Gallardo, nunca te vuelvas a acercar a mi, eres detestable, ¡Te odio!

Sin esperar su respuesta me monté en el caballo y me fuí lo más rápido que pude sintiendo mis lágrimas caer y ser llevadas por el viento de lo rápido que iba.

Como puedo arrancar este amor de mi, ¿Cómo? Samuel es un imbécil, como quisiera odiarlo pero no puedo, lo amo como nunca amé ni amaré a nadie.

Llegué al rancho y me fui directo a mi habitación a llorar, era lo único que podía hacer después de este desafortunado encuentro.

Andrea: Sólo tengo que esperar dos semanas, después podré regresar a mi vida, esa vida en donde no existes tu Samuel.

Samuel POV

Soy el hombre más estúpido del mundo, lo sé, ahora me debe odiar más de lo que ya lo hace, yo no queria discutir pero es que esta mujer me saca de mis casillas, es insoportable, si eso ¡Insoportable! pero hermosa, ya Samuel nada de hermosa, no es más que una bruja amargada...

Cuando llegué al rancho escuché a Soledad discutiendo con alguien, no podía creer quien había llegado.

Samuel: ¿Qué haces aquí Patricia?

Patricia: Mi querubín, vine a verte pero esta vieja no me deja entrar. ¿Podemos hablar? Necesito que hablemos por favor.

Samuel: Patricia respeta a Soledad, ahora mismo quiero que te vayas, yo no quiero verte ni hablar contigo y menos quiero tener problemas con tu marido.

Patricia: Yo sé que estás herido porque me casé con Ulises, pero ya estoy aquí para ti mi querubín, sé que me amas mi amor.

Asco, eso era lo que sentía por ella, sólo eso.

Samuel: ¡Te vas ya mismo!

La agarré del brazo y la saqué apesar de tantos gritos pidiendo que la dejara hablar conmigo.

Samuel: Lamento que pasaras por esto Sole, Patricia no me deja en paz desde que se enteró de la muerte de Beatriz.

Musito cansado de lo mismo, desde que se enteró de la muerte de la nena no ha dejado de acosarme diciendo que dejará a Matamoros por mi.

Soledad: Tranquilo mi niño, pero debes buscar la forma para que deje de buscarte o te traerá muchos problemas.

Samuel: Gracias, tomaré medidas al respecto Sole, te lo prometo.

Andrea POV

Después de tanto pensar en lo que pasó con Samuel fuí al despacho a buscar a mamá para hablar con ella que estaba enojada por la discusión con Irina.

La encontré de espaldas y la abrazé mientras le decía.

Andrea: No quiero estar así contigo mamita.

Cayetana: Ni yo contigo mi niña.

Andrea: Eres la mejor mamá del mundo, ¿Sabías eso?

Cayetana: Y tú la mejor hija Andreita, ¿Cuándo piensas retomar la administración del rancho? Creo que tú y Leonardo se llevarían bien otra ves si trabajan juntos.

Andrea: No lo sé mamá, aún tengo cosas que arreglar en París.

Ay mamá, si supieras que no me voy a quedar.

Al siguiente día en la mañana me levanté muy temprano porque debía ir al Banco para que me reabran la cuenta aquí en Houston, tenía que comprar ropa adecuada para el bautizo, además quería comprarle unos regalos a mi sobrino y pronto ahijado.

Iba ir a ver si Irina estaba ya despierta cuando suena mi celular.

Andrea: ¡Bueno!

Hola señorita del Junco, ¿Ya se olvidó usted de mi?

SAMDREADonde viven las historias. Descúbrelo ahora