CAPÍTULO 27

2K 166 17
                                    

Andrea POV

Mis ojos comenzaron a cristalizarse, la casa de este rancho se veía hermosa, ver todo lo que había soñado frente a mi era demasiado.

Andrea: Mugrosito está hermoso, no lo puedo creer.

Samuel: No, por favor no llores brujita que me parte el alma verte así.

Andrea: Soy muy dramática, lloro de felicidad.

Sonreí aún llorosa.

Andrea: Gracias mugrosito, me encanta, soy la mujer más feliz del mundo.

Dije abrazándolo, él me apretó con fuerza contra su pecho.

Samuel: Tú me haces feliz a mi, solo quiero devolverte toda esa felicidad.

Besa mi frente para después separarse.

Samuel: ¿Te parece si entramos?

Preguntó tomando mi cara entre sus manos.

Andrea: Si, ya quiero ver la casa por dentro.

Cuando llegamos a la puerta de la casa Samuel me dió las llaves para que abriera yo, la casa era grande y hermosa, tenía poca decoración y eso me encantó porque Samuel pensó en mi y en que me gustaría decorarla.

El rancho no era como el del Junco ni como el Gallardo sino que más pequeño pero aún así estaba fascinada, después de dar un pequeño paseo por los alrededores volvimos a la casa.

Andrea: Me encanta mi amor.

Samuel: Que bueno porque tenía miedo de que no te gustara.

Me abraza por detrás

Andrea: Pues está perfecto, aquí podremos iniciar nuestras vidas. Te amo Samuel, te amo tanto.

Samuel: Yo te amo como nunca amé ni amaré a nadie brujita mía, sólo mía.

Andrea: Sólo tuya, mugrosito.

Él juntó su frente a la mía, era tan tierno.

Samuel: ¿Cuándo quieres que vengamos a vivir aquí?

Andrea: No sé.

Sonreí.

Andrea: Cuando tú quieras, por mi estará perfecto el día que tú escojas.

Samuel: Si por mi fuera nos quedaríamos hoy mismo aquí.

Andrea: ¡Estás loquito!

Nos reímos.

Samuel: Muy loquito pero por ti.

Me besa y suena su celular pero no contesta porque sigue besándome.

Andrea: Contesta, puede ser algo importante.

Samuel: No, tú eres lo único importante para mi.

Sigue besándome.

Andrea: Samuel contesta, yo mientras veré más de la casa, ¿Si?

Samuel: Está bien, está bien.

Saca su celular sonriendo pero su cara cambia en cuanto mira quien es.

Samuel: Debo contestar, ya vuelvo.

Samuel se apartó bastante lejos de mi lo cual me preocupó pero decidí mejor ignorar para no hacerme ideas tontas, seguí viendo las recámaras de la casa y ví que habían varias.

Sonreí al saber que él pensaba en los hijos que podríamos tener y eso me complacia.

Cuando Samuel estaba tardando fuí a buscarlo y cuando lo encontré tenía una cara de preocupación.

Andrea: Mugrosito, ¿Pasó algo malo? ¿Por qué esa cara?

Samuel: No, tranquila mi amor.

Se pasa las manos por el pelo.

Samuel: Sólo que tengo que irme a resolver algo del Banco.

Andrea: ¿Hoy? Pero mi amor, creí que no irías más por hoy.

Dije algo triste.

Samuel: Es muy importante, lo siento pero no puede esperar, también creí que podríamos pasar todo el día aquí juntos pero salió este imprevisto.

Andrea: Bueno, entonces aprovecharé para ir de compras, necesito algo de ropa, ya no puedo estar con la de mis hermanas.

Sonreí divertida pero el no, está muy raro desde la llamada y eso comienza a preocuparme.

Andrea: ¿Seguro que está todo bien, mi amor?

Samuel: Si, tranquila brujita mía.

Susurró juntando nuestras frentes.

Samuel: Te amo, nunca me dejes porque te juro que sin ti yo me muero brujita.

Me pide con mucha delicadeza, ternura y amor.

Andrea: ¡Hey!

Le tomé la cara para que me mirara a los ojos.

Andrea: Yo te amo y nunca te voy a dejar, no dudes de eso.

Samuel: Gracias, gracias por estár conmigo, gracias por amarme como lo haces, gracias por todo.

Me abraza fuerte.

Andrea: Mugrosito me estás ahogando, ¡Samuel!

Dije entre risas mientras él me soltaba.

Andrea: Bueno, vamos porque se te hará tarde.

Sonreí acariciando su mejilla, necesitaba verlo tranquilo y relajado.

Samuel me llevó para que fuera de compras mientras él iba a resolver lo que sea que tenía que resolver.

Pasé casi todo el día de compras y como no tengo mi auto tuve que irme en taxi ya que Samuel no me contestaba las llamadas para saber si ya había resuelto el problema.

Llegué al rancho y después de subir todo y acomodarlo con ayuda de mis hermanas nos quedamos platicando.

Irina: ¿Y Samuel?

Sofía: Es cierto, ¿Dónde está? Creí que estarían juntos hoy.

Andrea: Esos eran los planes pero dijo que tenía asuntos que resolver en el Banco.

Sofía: ¿A dónde fueron tan temprano?

Andrea: Fuímos de paseo pero lo llamaron del Banco.

No estaba segura si decirle a mis hermanas, no es que no quisiera contarles pero se pondrían de preguntonas y no tenía ánimos para eso.

Andrea: Pero eso no importa, lo que me preocupa es que lo vi muy raro después de que lo llamaron.

Irina: ¿Samuel raro?

Andrea: Si, bueno más bien lo sentí preocupado.

Sofía: Seguro son cosas del Banco.

Irina: Si, Sofi tiene razón, no te preocupes por eso.

Después de hablar con ellas me sentí más tranquila pero cuando llegó la hora de la cena y Samuel aún no aparecía y no contestaba mis llamadas comencé a preocuparme de verdad, no quería desconfiar de Samuel pero tenía miedo, lo único que me calmaría en un momento así sería hablar con Manu, escuchar de su voz que todo está bien y que no me pusiera de dramática.

Andrea: Contesta, por favor Manu contesta mis llamadas.

Supliqué mientras esperaba a que contestara, hace tanto que no sabía de él.

Operadora: Lo sentimos pero el número que marcó no se encuentra disponible en este momento. Por favor deje su mensaje o intente más tarde.

Andrea: Hola Manu, soy Andrea.

Suspiré.

Andrea: No sé porque no contestas mis llamadas pero necesito hablar contigo, tengo muchas cosas que contarte, en cuanto escuches este mensaje llámame, ¿Si? Te quiero mucho y te extraño, cuídate.

Colgué la llamada dejando el mensaje que esperaba fuese recibo y escuchado, rogaba porque así fuera.

SAMDREADonde viven las historias. Descúbrelo ahora